[:es]
ESTUDIO BÍBLICO #89 – DOMINGO, 11 DE ABRIL DE 2021
TEMA: MOISÉS PARADO EN LA BRECHA ENTRE DIOS Y EL PUEBLO
Dr. William Soto Santiago
Martes, 8 de septiembre de 1998
San Bartolomé Milpas Altas, Sacatepéquez, Guatemala
Escritura base: Éxodo 33:11-23 y 34:1-10
LIBRO DE CITAS – Pág. 59
Una señal verdadera que es pasada por alto
Jeffersonville, Ind., 11-12-61
Rev. William M. Branham
519 – “En Malaquías, el capítulo 4, y también en Apocalipsis, el capítulo 3, nos dice que estará aquí en los últimos días, ese mismo que se parará en la brecha por la gente con un rebaño pequeño que Dios le dará. Él vendrá en los últimos días, Dios lo dijo. Él será una señal a esta nación Gentil, que su tiempo ya no es. Y acuérdense, cuando él aparece en la escena, el tiempo está a la mano. Oremos que Dios lo mande. El tiempo está a la mano. Tan pronto como su ministerio fue acabado, el Mesías se presentó Él mismo. Tan pronto como esta gran persona que vendrá en los últimos días acabará su ministerio, el Mesías se presentará Él mismo”.
PARADO EN LA BRECHA1
Págs. 33-34, párrs. 157-158
Rev. William M. Branham
157 Pero que esta iglesia y la iglesia que está por venir, sepan que: si Dios empuja a un hombre por un tubo, y éste no se mueve para nada hasta que Dios le dice, no hay nada de fe relacionado a eso. Es Dios empujándolo a algo. Y ha llevado el ministerio al lugar en donde nadie puede decir ni una sola palabra en contra. Pero de aquí en adelante, permítanme hablarles primero en el Nombre del Señor, antes de que escuchen, porque yo tengo que salir por fe. Yo lo debo hacer por fe, si pienso que es correcto o errado, o lo que sea. Hago lo mejor que puedo al escoger, y luego prosigo para ponerlo por obra. La razón de que no ha sido errado, es porque yo he esperado hasta que Él me dijera que lo hiciera. Yo he esperado en Él. Así que no era yo; era Él.
158 Pero ¿ven?, aun el gran San Pablo se encontró en un apuro en una ocasión. Y muchas veces Dios ha hecho cosas o ha permitido que las hagan Sus siervos, las cuales eran errores, para así probar estas cosas. Ahora, sabemos que los seres humanos pueden cometer errores, pero Dios no puede cometer errores. Pero ahora, si yo entro al campo de la predicación, y haciendo lo que hago, entonces tengo que fijar las reuniones de antemano y alinear las cosas. Y quizás este sea ese gran tiempo por venir que todos hemos estado esperando. Y seguramente si “Esto en sí mismo es una cosa tremenda que traerá a cumplimiento, y hará que se cumpla, la tremenda victoria en el Amor Divino”, y ese es el verbo antes del adverbio, entonces es Divino Amor, lo cual es Dios. ¿Ven? Y se necesita el amor de Dios para ponerse uno directamente en la línea del frente y pararse en la brecha a favor del pueblo”.
LIBRO DE LOS SELLOS
El Segundo Sello – Pág. 155
Rev. William M. Branham
25. Cada hombre es diferente, tiene su propio carácter. Si Dios tan sólo puede conseguir una sola persona que se ponga en Sus manos, eso será todo lo que Él necesita; entonces puede hacer lo que Él quiere. Solamente necesita uno. En los días de Noé, en los días de Elías, en los días de Moisés… Muchos se levantaron en los días de Moisés y dijeron: “Pues tú no eres el único hombre santo entre nosotros”. Y allí estaban Coré y Dathán. Y Dios le dijo a Moisés: “Sepárate y abriré la tierra y acabaré con esta gente”. Luego la gente empezó a quejarse, y Dios dijo: “Pues acabaré con todos completamente”. Entonces en esa ocasión Moisés tomó el lugar de Cristo tirándose en la brecha, dijo: “No lo hagas Señor”. Desde luego, siendo que Dios había ordenado a Moisés que hiciera esto, Él no podía ignorar a Moisés porque él estaba tomando el lugar de Cristo en ese momento. Fue Cristo en Moisés absolutamente.
26. Estamos agradecidos hoy que Dios se está revelando a nosotros. Y yo creo que el gran día está comenzando a amanecer; las luces están comenzando a brillar; las aves del Paraíso están comenzando a cantar también, y saben que ahora ya no falta mucho. Algo va a suceder; tiene que ser.
EL ENVIADO DEL SEÑOR JESUCRISTO Y SU OBRA
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 29 de junio de 1986
Bogotá, Colombia
En nuestro tiempo es necesario que entendamos estas cosas para que así sepamos dónde, cuándo y quién tendrá en su boca la Palabra de Dios para nuestro tiempo.
Si le preguntamos a Jesús quién estará con la Palabra de vida eterna en su boca para el pueblo, y le pedimos a Jesús que nos envíe, que nos dé Su Palabra de vida eterna en el fin del tiempo, y que nos identifique por Su Palabra —en la Escritura— a quién Él enviará para traer la Palabra de vida eterna, Él nos dice: “He aquí, yo Jesús he enviado mi Ángel para dar testimonio de estas cosas en las iglesias”:
La Palabra de vida eterna, la Palabra del Señor Jesucristo en la boca del Enviado del Señor Jesucristo, el Ángel del Señor Jesucristo con el ministerio que llamará con Gran Voz de Trompeta y juntará a todos los escogidos, conforme a la promesa del Señor Jesucristo2: “Y enviará el Hijo del Hombre a Sus Ángeles, con Gran Voz de Trompeta, y juntarán a todos los escogidos”.
Ese es el ministerio del Ángel del Señor Jesucristo para el fin del siglo. Es el ministerio que llama, que recoge con Gran Voz de Trompeta, con la Trompeta del Año del Jubileo, con la Trompeta Final, que antecede a la resurrección de los muertos y la transformación de los vivos. Es el Ángel del Señor llevando a cabo en el fin del siglo la Obra del Señor Jesucristo.
Por eso él en cualquier momento podrá decir lo mismo que dijo el Señor Jesucristo: “La Palabra que os he hablado no es mía, sino del que me envió; porque Él ha puesto Su Palabra en mi boca”. Eso era lo que decía Jesús.
EL MINISTERIO DEL FIN DEL SIGLO
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 18 de mayo de 1986
Cayey, Puerto Rico
La Voz que estará en la Gran Voz de Trompeta, en el ministerio del fin del siglo de los Ángeles del Señor, será la Voz del Buen Pastor, la Voz del Señor Jesucristo a través de Su Ángel Mensajero, el cual enviará para todas las iglesias. En Apocalipsis 22:16 dice: “He aquí yo Jesús he enviado mi Ángel para daros testimonio de estas cosas…”.
Ese Mensaje, ese Testimonio, que Él estará dando, es la Gran Voz de Trompeta llamando y juntando a todos los elegidos. Ese es el ministerio del fin del siglo. Y los que escuchen Su Voz, Su Mensaje, y estén bajo el ministerio del fin del siglo, serán los escogidos del fin del siglo en el tiempo en que vivimos; los cuales están siendo preparados para la transformación, si permanecen vivos; pero si mueren, o duermen (porque los santos no mueren), entonces han sido preparados para la resurrección.
Así que bajo el ministerio del fin del siglo tendremos las grandes promesas de la transformación de nuestros cuerpos después de la resurrección de los muertos; los cuales aparecerán en el occidente, conforme a la promesa divina.
Porque es en el continente donde se esté llevando a cabo el ministerio del fin del siglo, en donde ese ministerio esté tocando la Gran Voz de Trompeta, en donde aparecerán todos los elegidos de las edades del pasado. Si están tocando la Gran Voz de Trompeta en el occidente, no van a aparecer en el oriente.
Porque si alguien le está llamando a usted para que se levante y vaya donde está él, entonces usted no va a levantarse para irse a otro lugar; porque usted quiere ir a aquel que lo está llamando.
La Gran Voz de Trompeta estará llamando en el fin del siglo a todos los elegidos que estarán viviendo en esta Tierra; y así como ellos irán directamente adonde esté la Gran Voz de Trompeta haciendo el llamado, y estarán siendo recogidos en donde Él los esté colocando (porque Él los estará colocando y preparando para la transformación de sus cuerpos); así también sucederá con los que resuciten: ellos no querrán ir para Alemania, en donde estuvo Lutero, porque a Lutero ellos lo tuvieron aquí en la Tierra cuando les ministró la Palabra y les recogió; y después le han tenido por cientos de años allá en el Paraíso; y así mismo a los demás mensajeros.
Si le preguntamos al séptimo mensajero adonde desea irse en la resurrección: “¿Deseas irte con el quinto mensajero de la edad de la Iglesia gentil?”, él contestaría: “¿Y para qué con el quinto?, si yo fui el séptimo mensajero, y en revelación tuve más que él”.
De seguro que el séptimo mensajero nos dirá: “Yo quiero ir adonde esté alguien que haya traído al pueblo más de lo que yo he traído; alguien que le haya traído al pueblo todo lo que yo dije que le iba a ser traído al pueblo después que yo me fuera; alguien que haya cumplido lo que yo dije que cumpliría el ministerio que viniera después de mí. Y donde esté ese mensajero, ahí yo quiero estar”.
Y el idioma no será inconveniente; porque en el otro cuerpo no hay problemas. Allí se saben todas las cosas. De modo que los que resuciten entenderán todos los idiomas, porque no hay limitaciones. Y los que sean transformados entenderán igual que nosotros entendemos.
Así que todos quieren ir adonde esté la Gran Voz de Trompeta, en donde esté el ministerio del fin del siglo; porque es el único ministerio que llevará a cabo la labor que corresponde al fin del siglo. Es el único ministerio que, al terminar su Mensaje, ocasionará la resurrección de los muertos y la transformación de los vivos; porque es el Mensaje de Gran Voz de Trompeta, es la Trompeta Final.
Y San Pablo dijo3: “Todos ciertamente no dormiremos, mas todos seremos transformados. A la final trompeta; porque será tocada la trompeta de Dios, y los muertos resucitarán primero, y luego (los que vivimos) seremos transformados”. ¿Quiénes? Los que hayan escuchado la Gran Voz de Trompeta. Eso no lo puede eludir ninguna persona. Para estar en la transformación, tiene que escuchar la Gran Voz de Trompeta bajo el ministerio del fin del siglo.
Cualquier otra cosa fuera del ministerio del fin del siglo, es sectarismo religioso, religiones, imaginaciones de las gentes, fanatismo y todas esas cosas. Lo único real es lo que dijo el Señor Jesucristo que sería el ministerio del fin del siglo para llamar y juntar a todos los escogidos, y para hacer la separación del trigo y de la cizaña.
Cualquier otra persona que aparezca en esta Tierra, que no tenga el ministerio doble de los Dos Olivos, el ministerio doble de los Dos Candeleros, el ministerio doble de los Ángeles del Señor enviados para llevar a cabo la gran cosecha; cualquier otra persona que aparezca, será cualquier otra cosa, menos la persona enviada con el ministerio del fin del siglo.
Y nosotros queremos lo que ha sido prometido en la Escritura. Fuera de eso no estamos interesados en ser religiosos, ni en pertenecer a alguna secta religiosa o a alguna religión; porque lo que realmente tiene valor para llamar y recoger a los escogidos, es el ministerio del fin del siglo. Lo que realmente tiene valor ante la presencia de Dios, para la resurrección de los muertos y la transformación de los vivos, es el ministerio del fin del siglo llamando con Gran Voz de Trompeta a todos los elegidos.
Fuera de ese ministerio, lo demás, aunque sea bueno humanamente, ante Dios pierde todo su valor comparado con lo que Él prometió para el fin del siglo, comparado con el ministerio del fin del siglo, el ministerio del Ángel Mensajero del Señor Jesucristo, que envía para todas las Iglesias, para darles testimonio de estas cosas; para con Gran Voz de Trompeta dar a conocer estos misterios del Reino de los Cielos que corresponden al fin del siglo.
(…) Por eso es que amamos mucho el ministerio que dice el Señor Jesucristo que nos enviará para que escuchemos —a través de ese ministerio— todo el Programa Divino del fin del siglo; para que escuchemos la Voz del Señor Jesucristo, y de esa manera seamos llamados, recogidos y preparados para la transformación. Es el ministerio que nos prepara para la transformación, para entrar a la eternidad. ¿Y cómo no lo vamos a apreciar? ¿Y cómo no vamos a amar ese ministerio?
Y ahora les digo a ustedes: Repítanse ustedes mismos, en su mente y en su corazón, aquellas palabras que dijo el Señor Jesucristo: “Aunque no me creáis a mí, creed a las obras”. Crean al Mensaje, crean a la Palabra, crean a la Obra que ha sido prometida para el fin del siglo, crean el ministerio que ha sido prometido para el fin del siglo; porque eso es lo que traerá la transformación de nuestros cuerpos y la resurrección de los vivos, y también traerá lo que le corresponde a la cizaña.
Así que algo tenemos que recibir de ese ministerio: la parte buena, la bendición que traerá, o el juicio que traerá para la gran tribulación. Así que todos decimos: “Nos quedamos con lo primero, porque eso es lo que estamos nosotros esperando”.
Impreso en Puerto Rico
1 SPN63-0623M (traducción oficial) / (Citas, pág. 102, párr. 880)
2 San Mateo 24:31
3 1 Corintios 15:51-52
[:en]
BIBLE STUDY #89 – SUNDAY, APRIL 11, 2021
TITLE: MOSES STANDING IN THE GAP BETWEEN
GOD AND THE PEOPLE
Dr. William Soto Santiago
Tuesday, September 8, 1998
San Bartolome Milpas Altas, Sacatepequez, Guatemala
Source Scripture: Exodus 33:11-23 and 34:1-10
BOOK OF QUOTATIONS (in Spanish) – Page 59
A true sign that’s overlooked
Jeffersonville, IN, 11-12-61
Rev. William M. Branham
519 – “In Malachi the 4th chapter, in Revelation also, the 3rd chapter, tells us that he will be here in the last days. That same one, that’ll stand in the breach for the people, with a little flock that God will give him, he’ll come in the last days. God said so. He’ll be a sign to this Gentile nation, that her time is no more. And, remember, when he appears on the scene, the time is at hand. Let’s pray for God to send him. Time is at hand. As soon as his ministry was finished, Messiah showed Himself. As soon as this great one will come in the last days, will finish his ministry, the Messiah will show Himself.”
STANDING IN THE GAP1
Rev. William M. Branham
But be it known to the church here and to the church hereafter: if God pushes a man through a pipe, and he don’t move at all until God tells him, there is no faith connected with it. It’s God pushing you to something. And it’s built the ministry to a place to where there is nobody can say one word against it. But from henceforth, let me first speak to you in the Name of the Lord, before you listen, because I must go out by faith. I must do it by faith, whether I think it’s right or wrong, or what. I do the best of my choosing, and then go do it. Because it hasn’t been wrong, is because I’ve waited till He told me to go do it. I’ve waited for Him. So it wasn’t me; it was Him.
But, you see, even the great Saint Paul got between the straits one time. And many times that God has did things or let His servants do it, that was mistakes, in order to prove these things. Now, we know that human beings can make mistakes, but God can make no mistake. But now if I get into the field of preaching, and going the way I—I do, then I have to set up meetings ahead and—and get things lined up. And perhaps this is that great time coming that we been looking for. And surely if “This in itself is a tremendous thing that will bring to pass, and make come to pass, the tremendous victory in the love Divine,” and that’s the verb before adverb, then it’s Divine love, which is God. See? And then it takes the love of God to dash out there on the front line and stand in the gap for the people.
BOOK OF THE SEALS
The Second Seal – Pages 184-185
Rev. William M. Branham
[55] See, every man is different, he’s got a different make-up. If God could get one person, that’s all He has to have, right in His hand, He can do what He wants to. He just has to have one. In the days of Noah; days of Elijah; days of Moses.
56 Many rose up, in time of Moses. You know how they did, and wanted to say, “Well, you’re not the only holy one in the bunch,” and—and Dathan and—and Korah.
57 And God said, “Just separate yourself. I’ll just open up the earth and swallow them away.” You see? And—and so…
58 And then the people got to complaining. He said, “I’ll just—I’ll just take the whole thing away.”
59 And there Moses took the place of Christ, then, to throw hisself in the breach, and say, “Don’t do it, Lord.” See? And, course, he…After He had ordained Moses to do this, He didn’t come over Moses, ’cause he was acting like Christ in that time. It was Christ in Moses. Absolutely.
60 Now, we’re so glad today that God is revealing Hisself to us. And I believe the great Day is just begin dawning, breaking. The Lights are begin to flash. The birds of paradise has begin to sing in the saints’ heart. They know that it isn’t long now. Something is going to happen, just got to.
THE SENT ONE OF THE LORD JESUS CHRIST AND HIS WORK
Dr. William Soto Santiago
Sunday, June 29, 1986
Bogota, Colombia
In our time it is necessary that we understand these things so that we may know where, when and who will have in his mouth the Word of God for our time.
If we ask Jesus who will be with the Word of eternal life in his mouth for the people, and we ask Jesus to send us, to give us His Word of eternal life at the end of time, and to identify by His Word —in the Scripture— whom He will send to bring the Word of eternal life, He tells us: “Behold, I Jesus have sent my Angel to testify these things in the churches”:
The Word of eternal life, the Word of the Lord Jesus Christ in the mouth of the Sent One of the Lord Jesus Christ, the Angel of the Lord Jesus Christ with the ministry who will call all the elect with a Great Voice of Trumpet and gather them, according to the promise of the Lord Jesus Christ:2 “And the Son of Man shall send forth His Angels with a Great Voice of Trumpet, and they shall gather together all the elect.”
That is the ministry of the Angel of the Lord Jesus Christ for the end of the world. It is the ministry that calls, that gathers with the Great Voice of Trumpet, with the Trumpet of the Year of Jubilee, with the Last Trumpet, which precedes the resurrection of the dead and the transformation of the living. It is the Angel of the Lord carrying out at the end of the world the Work of the Lord Jesus Christ.
That is why at any moment he will be able to say the same thing that the Lord Jesus Christ said: “The Word that I have spoken to you is not mine, but His who sent me; for He has put His Word in my mouth.” That is what Jesus said.
THE MINISTRY OF THE END OF THE WORLD
Dr. William Soto Santiago
Sunday, May 18, 1986 – Cayey, Puerto Rico
The Voice that will be in the Great Voice of Trumpet, in the ministry of the end of the world of the Angels of the Lord, will be the Voice of the Good Shepherd, the Voice of the Lord Jesus Christ through His Angel Messenger, which He will send to all the churches. In Revelation 22:16 it says: “Behold, I Jesus have sent my Angel to testify to you these things…”
That Message, that Testimony, that He will be giving, is the Great Voice of Trumpet calling and gathering all the elect. That is the ministry of the end of the world. And those who hear His Voice, His Message, and are under the ministry of the end of the world, will be the elect of the end of the world in the time in which we live; who are being prepared for the transformation, if they remain alive; but if they die, or sleep (because the saints don’t die), then they have been prepared for the resurrection.
So under the ministry of the end of the world we will have the great promises of the transformation of our bodies after the resurrection of the dead; which will appear in the West, according to the divine promise.
For it is in the continent where the ministry of the end of the world is being carried out, where that ministry is sounding the Great Voice of Trumpet, that all the elect of past ages will appear. If the Great Voice of Trumpet is being sounded in the West, they will not appear in the East.
Because if someone is calling you to get up and go where he is, then you are not going to get up and go somewhere else; because you want to go to the one who is calling you.
The Great Voice of Trumpet will be calling at the end of the world all the elect that will be living on this Earth; and just as they will go directly to where the Great Voice of Trumpet is calling, and they will be gathered where He is placing them (because He will be placing them and preparing them for the transformation of their bodies); so will it be with those who will be resurrected: they will not want to go to Germany, where Luther was, because they had Luther here on Earth when he ministered the Word to them and gathered them; and then they have had him for hundreds of years there in Paradise; and likewise the other messengers.
If we ask the seventh messenger where he wishes to go in the resurrection: “Do you wish to go with the fifth messenger of the gentile Church age?”, he would answer: “And why with the fifth one?, if I was the seventh messenger, and in revelation I had more than him.”
Surely the seventh messenger will say to us: “I want to go where there is someone who has brought to the people more than what I have brought; someone who has brought to the people all that I said would be brought to the people after I am gone; someone who has fulfilled what I said would be fulfilled by the ministry that would come after me. And where that messenger is, that is where I want to be.”
And the language will not be an inconvenience; because there are no problems in the other body. All things are known there. So that those who are resurrected will understand all languages, because there are no limitations. And those who are transformed will understand just as we understand.
So everyone wants to go where the Great Voice of Trumpet is, where the ministry of the end of the world is; because it is the only ministry that will carry out the work that pertains to the end of the world. It is the only ministry that, at the end of his Message, will bring about the resurrection of the dead and the transformation of the living; because it is the Message of the Great Voice of Trumpet, it is the Last Trumpet.
And Saint Paul said:3 “We shall not all sleep, but we shall all be transformed. At the last trumpet: for the trumpet of God shall sound, and the dead shall rise first, and then (we who are alive) shall be transformed.” Who? Those who have heard the Great Voice of Trumpet. No person can avoid that. In order to be in the transformation, you have to hear the Great Voice of Trumpet under the ministry of the end of the world.
Anything else outside of the ministry of the end of the world is religious sectarianism, religions, people’s imaginations, fanaticism and all those things. The only real thing is what the Lord Jesus Christ said would be the ministry of the end of the world to call and gather all the elect, and to make the separation of the wheat from the tares.
Any other person appearing on this Earth, who doesn’t have the twofold ministry of the Two Olive Trees, the twofold ministry of the Two Candlesticks, the twofold ministry of the Angels of the Lord sent to carry out the great harvest; any other person appearing, will be anything but the person sent with the ministry of the end of the world.
And we want what has been promised in Scripture. Other than that we are not interested in being religious, nor in belonging to any religious sect or any religion; because what really has value in calling and gathering the elect, is the ministry of the end of the world. What really has value before the presence of God, for the resurrection of the dead and the transformation of the living, is the ministry of the end of the world calling all the elect with a Great Voice of Trumpet.
Outside of that ministry, everything else, even if it is humanly good, before God loses all its value compared to what He promised for the end of the world, compared to the ministry of the end of the world, the ministry of the Angel Messenger of the Lord Jesus Christ, that He sends to all the churches, to testify unto them these things; to make known with a Great Voice of Trumpet these mysteries of the Kingdom of the Heavens that pertain to the end of the world.
(…) That is why we love very much the ministry that the Lord Jesus Christ says He will send us so that we may hear —through that ministry— all the Divine Program of the end of the world; so that we may hear the Voice of the Lord Jesus Christ, and in that way we are called, gathered and prepared for the transformation. It is the ministry that prepares us for the transformation, to enter eternity. And how can we not appreciate it? And how can we not love that ministry?
And now I say to you: Repeat to yourselves, in your mind and in your heart, those words that the Lord Jesus Christ said: “Even if you believe not in me, believe the works.” Believe the Message, believe the Word, believe the Work that has been promised for the end of the world, believe the ministry that has been promised for the end of the world; for that is what will bring about the transformation of our bodies and the resurrection of the living, and it will also bring about what is due to the tares.
So we have to receive something from that ministry: The good part, the blessing he will bring, or the judgment he will bring for the great tribulation. So we all say: “We will stay with the first one, because that is what we are waiting for.”
Printed in Puerto Rico
1 June 23, 1963
2 Matthew 24:31
3 First Corinthians 15:51-52
[:pt]
ESTUDO BÍBLICO #89 – DOMINGO, 11 DE ABRIL DE 2021
TEMA: MOISÉS PARADO NA BRECHA ENTRE DEUS E O POVO
Dr. William Soto Santiago
Terça-feira, 8 de setembro de 1998
São Bartolomé Milpas Altas, Sacatepéquez, Guatemala
Escritura base: Êxodo 33:11-23 e 34:1-10
LIVRO DE CITAÇÕES – Pág. 59
Um sinal verdadeiro que é passado despercebido
Jeffersonville, Ind., 12-11-61
Rev. William M. Branham
519 – “Em Malaquias, o capítulo 4, e também em Apocalipse, o capítulo 3, nos diz que estará aqui nos últimos dias, esse mesmo que se parará na brecha pelas pessoas com um rebanho pequeno que Deus lhe dará. Ele virá nos últimos dias, Deus disse. Ele será um sinal a esta nação Gentia, que seu tempo já não é. E lembrem-se, quando ele aparece na cena, o tempo está à mão. Oremos que Deus o mande. O tempo está à mão. Assim que seu ministério acabou, o Messias se apresentou, Ele mesmo. Assim como esta grande pessoa que virá nos últimos dias acabará seu ministério, o Messias se apresentará Ele mesmo”.
PARADO NA BRECHA1
Págs. 33-34, parágs. 157-158
Rev. William M. Branham
157 Mas seja isto conhecido à igreja aqui e à igreja do futuro: se Deus impulsiona um homem através de um cano, e ele não move de maneira alguma até que Deus o tenha mandado, não há nenhuma fé relacionada a isto. É Deus o impulsionando a algo. E isto eleva o ministério a um lugar onde não há ninguém que possa dizer uma só palavra contra ele. Mas de agora em diante, deixe-me primeiro falar com vocês no Nome do Senhor, antes que vocês ouçam, porque eu devo sair pela fé. Eu devo fazer isto pela fé, quer eu pense que esteja certo ou errado, ou o que for. Eu faço o melhor de minha escolha, e então vou e faço isto. Porque isto não tem sido errado, é porque eu tenho esperado até que Ele me dissesse para ir e fazê-lo. Tenho esperado por Ele. Então isto não fui eu; foi Ele.
158 Porém, vê você, mesmo o grande São Paulo ficou em um dilema certa vez. E muitas vezes que Deus tem feito coisas ou deixou Seus servos fazê-las, que foram enganos, a fim de provar estas coisas. Agora, nós sabemos que os seres humanos podem cometer enganos, porém Deus não pode cometer nenhum engano. Mas agora se eu for para o campo pregar, e for da maneira que eu—eu faço, então eu tenho de designar reuniões para o futuro e—e colocar as coisas em ordem. E talvez este seja aquele grande tempo que está vindo o qual estamos buscando. E certamente se “Isto em si mesmo é uma coisa tremenda que fará acontecer, e fará acontecer, a tremenda vitória no Divino amor,” e este é o verbo antes do advérbio, então é o amor Divino, o qual é Deus. Estão vendo? E isto toma o amor de Deus para correr lá na linha de combate e parar na brecha a favor do povo.
LIVRO DOS SELOS
O Segundo Selo – Pág. 155
Rev. William M. Branham
25. Cada homem é diferente, tem seu próprio caráter. Se Deus tão somente pode conseguir uma só pessoa que fique em Suas mãos, isso será tudo o que Ele necessita; então pode fazer o que Ele quer. Somente necessita um. Nos dias de Noé, nos dias de Elias, nos dias de Moisés… Muitos se levantaram nos dias de Moisés e disseram: “Pois você não é o único homem santo entre nós”. E ali estavam Coré e Datã. E Deus disse a Moisés: “Separa-te e abrirei a terra e acabarei com esta gente”. Depois as pessoas começaram a se queixarem, e Deus disse: “Pois acabarei com todos completamente”. Então nessa ocasião Moisés tomou o lugar de Cristo atirando-se na brecha, disse: “Não faça Senhor”. Certamente, sendo que Deus tinha ordenado a Moisés que fizesse isto, Ele não podia ignorar Moisés porque ele estava tomando o lugar de Cristo nesse momento. Foi Cristo em Moisés absolutamente.
26. Estamos agradecidos hoje que Deus está se revelando a nós. E eu creio que o grande dia está começando a amanhecer; as luzes estão começando a brilhar; as aves do Paraíso estão começando a cantar também, e sabem que agora já não falta muito. Algo vai acontecer; tem que ser.
O ENVIADO DO SENHOR JESUS CRISTO E SUA OBRA
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 29 de junho de 1986
Bogotá, Colômbia
Em nosso tempo é necessário que entendamos estas coisas para que assim saibamos onde, quando e quem terá em sua boca a Palavra de Deus para nosso tempo.
Se perguntarmos a Jesus quem estará com a Palavra de vida eterna em sua boca para o povo, e pedimos a Jesus que nos envie, que nos dê Sua Palavra de vida eterna no fim do tempo, e que nos identifique por Sua Palavra — na Escritura — a quem Ele enviará para trazer a Palavra de vida eterna, Ele nos diz: “Eis aqui, eu Jesus enviei meu Anjo para dar testemunho destas coisas nas Igrejas”:
A Palavra de vida eterna, a Palavra do Senhor Jesus Cristo na boca do Enviado do Senhor Jesus Cristo, o Anjo do Senhor Jesus Cristo com o ministério que chamará com Grande Voz de Trombeta e juntará todos os escolhidos, conforme a promessa do Senhor Jesus Cristo2: “E enviará o Filho do Homem Seus Anjos, com Grande Voz de Trombeta, e juntarão todos os escolhidos”.
Esse é o ministério do Anjo do Senhor Jesus Cristo para o fim do século. É o ministério que chama, que recolhe com Grande Voz de Trombeta, com a Trombeta do Ano do Jubileu, com a Trombeta Final, que antecede à ressurreição dos mortos e a transformação dos vivos. É o Anjo do Senhor realizando no fim do século a Obra do Senhor Jesus Cristo.
Por isso ele em qualquer momento poderá dizer o mesmo que disse o Senhor Jesus Cristo: “A Palavra que lhes falei não é minha, mas de quem me enviou; porque Ele pôs Sua Palavra em minha boca. Isso era o que dizia Jesus.
O MINISTÉRIO DO FIM DO SÉCULO
Dr. William Soto Santiago
18 de maio de 1986
Cayey, Porto Rico
A Voz que estará na Grande Voz de Trombeta, no ministério do fim do século dos Anjos do Senhor, será a Voz do Bom Pastor, a Voz do Senhor Jesus Cristo através do Seu Anjo Mensageiro, o qual enviará para todas as Igrejas. Em Apocalipse 22:16 diz: “Eu, Jesus, enviei o meu anjo, para vos testificar estas coisas…”
Essa Mensagem, esse Testemunho, que Ele estará dando, é a Grande Voz de Trombeta chamando e juntando todos os escolhidos. Esse é o ministério do fim do século. E os que escutarem Sua Voz, Sua Mensagem, e estiverem sob o ministério do fim do século, serão os escolhidos do fim do século no tempo em que vivemos; os quais estão sendo preparados para a transformação, se permanecerem vivos; mas se morrerem, ou dormirem (porque os Santos não morrem), então foram preparados para a ressurreição.
Assim sob o ministério do fim do século teremos as grandes promessas da transformação dos nossos corpos depois da ressurreição dos mortos; os quais aparecerão no ocidente, conforme a promessa divina.
Porque é no continente onde estiver se realizando o ministério do fim do século, onde esse ministério estiver tocando a Grande Voz de Trombeta, onde aparecerão todos os escolhidos das eras do passado. Se estão tocando a Grande Voz de Trombeta no ocidente, não vão aparecer no oriente.
Porque se alguém está chamando você para que se levante e vá onde ele está, então você não vai se levantar para ir a outro lugar; porque você quer ir àquele que o está chamando.
A Grande Voz de Trombeta estará chamando no fim do século todos os escolhidos que estarão vivendo nesta Terra; e assim como eles irão diretamente onde estiver a Grande Voz de Trombeta fazendo o chamado, e estarão sendo recolhidos onde Ele os estiver colocando (porque Ele os estará colocando e preparando para a transformação dos seus corpos); assim também acontecerá com os que ressuscitarem: eles não quererão ir para a Alemanha, onde esteve Lutero, porque Lutero eles o tiveram aqui na Terra quando lhes ministrou a Palavra e os recolheu; e depois o tiveram por centenas de anos lá no Paraíso; e assim mesmo a outros mensageiros.
Se perguntarmos ao sétimo mensageiro onde deseja ir na ressurreição: “Desejas ir com o quinto mensageiro da era da Igreja gentia?” Ele responderia: “E para que com o quinto? Se eu fui o sétimo mensageiro, e em revelação tive mais que ele”.
Seguramente que o sétimo mensageiro nos dirá: “Eu quero ir onde estiver alguém que tenha trazido ao povo mais do que eu trouxe; alguém que tenha trazido ao povo tudo o que eu disse que ia ser trazido ao povo depois que eu fui; alguém que tenha cumprido o que eu disse que cumpriria o ministério que viesse depois de mim. E onde estiver esse mensageiro, aí eu quero estar”.
E o idioma não será inconveniente; porque no outro corpo não há problemas. Ali se sabem todas as coisas. De modo que os que ressuscitarem entenderão todos os idiomas, porque não há limitações. E os que forem transformados entenderão igual a nós entendemos.
Assim que todos querem ir aonde estiver a Grande Voz de Trombeta, onde estiver o ministério do fim do século; porque é o único ministério que realizará o trabalho que corresponde ao fim do século. É o único ministério que, ao terminar sua Mensagem, ocasionará a ressurreição dos mortos e a transformação dos vivos; porque é a Mensagem da Grande Voz de Trombeta, é a Trombeta Final.
E São Paulo disse3: “Todos certamente não dormiremos, mas todos seremos transformados. À final trombeta; porque será tocada a trombeta de Deus, e os mortos ressuscitarão primeiro, e depois (os que vivemos) seremos transformados”. Quem? Os que tiverem escutado a Grande Voz de Trombeta. Nenhuma pessoa pode evitar isso. Para estar na transformação, tem que escutar a Grande Voz de Trombeta sob o ministério do fim do século.
Qualquer outra coisa fora do ministério do fim do século, é sectarismo religioso, religiões, imaginações das pessoas, fanatismo e todas essas coisas. O único real é o que disse o Senhor Jesus Cristo que seria o ministério do fim do século para chamar e juntar todos os escolhidos, e para fazer a separação do trigo e do joio.
Qualquer outra pessoa que aparecer nesta Terra, que não tiver o ministério duplo das Duas Oliveiras, o ministério duplo dos Dois Castiçais, o ministério duplo dos Anjos do Senhor enviados para realizar a grande colheita; qualquer outra pessoa que aparecer, será qualquer outra coisa, menos a pessoa enviada com o ministério do fim do século.
E nós queremos o que foi prometido na Escritura. Fora disso não estamos interessados em ser religiosos, nem em pertencer a alguma seita religiosa ou a alguma religião; porque o que realmente tem valor para chamar e recolher os escolhidos, é o ministério do fim do século. O que realmente tem valor diante da presença de Deus, para a ressurreição dos mortos e a transformação dos vivos, é o ministério do fim do século chamando com Grande Voz de Trombeta todos os escolhidos.
Fora desse ministério, o resto, mesmo que seja bom humanamente, diante de Deus perde todo seu valor comparado com o que Ele prometeu para o fim do século, comparado com o ministério do fim do século, o ministério do Anjo Mensageiro do Senhor Jesus Cristo, que envia para todas as Igrejas, para dar testemunho destas coisas; para com Grande Voz de Trombeta revelar estes mistérios do Reino dos Céus que correspondem ao fim do século.
(…) Por isso é que amamos muito o ministério que diz o Senhor Jesus Cristo que nos enviará para que escutemos — através desse ministério — todo o Programa Divino do fim do século; para que escutemos a Voz do Senhor Jesus Cristo, e dessa maneira sejamos chamados, recolhidos e preparados para a transformação. É o ministério que nos prepara para a transformação, para entrar na eternidade. E como não o vamos apreciar? E como não vamos amar esse ministério?
E agora digo a vocês: vocês repitam vocês mesmos, em sua mente e em seu coração, aquelas palavras que disse o Senhor Jesus Cristo: “Mesmo que não creiam em mim, creiam nas obras”. Creiam na Mensagem, creiam na Palavra, creiam na Obra que foi prometida para o fim do século, creiam no ministério que foi prometido para o fim do século; porque isso é o que trará a transformação dos nossos corpos e a ressurreição dos vivos, e também trará o que corresponde ao joio.
Assim que temos algo que receber desse ministério: a parte boa, a bênção que trará, ou o juízo que trará para a grande tribulação. Assim que todos dizemos: “Ficamos com o primeiro, porque isso é o que nós estamos esperando”.
Impresso em Porto Rico
1 SPN63-0623M (tradução oficial) / (Citações, pág. 102, párr. 880)
2 São Mateus 24:31
3 1 Coríntios 15:51-52
[:]