ESTUDIO BÍBLICO #224
VIERNES, 29 DE JULIO DE 2022
TEMA: EL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN DE LA PALABRA
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 14 de septiembre de 1997
Choluteca, Honduras
Escritura: San Juan 1:1-18
LOS HECHOS DEL ESPÍRITU SANTO EN EL MOVIMIENTO MILENIAL
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 24 de noviembre de 1991
Monterrey, Nuevo León, México
En la Dispensación del Reino, siendo la Dispensación del Espíritu Santo, es la dispensación en donde todo escogido tiene la promesa de recibir su cuerpo teofánico; ese espíritu teofánico, el cual, para la Dispensación del Reino, tiene la promesa de ser manifestado en carne humana en cada escogido.
El espíritu teofánico de cada escogido se encarnará, así como el Espíritu Santo se encarnará en esta tercera dispensación, conforme a la promesa divina. Siendo la Dispensación del Espíritu, eso nos da la promesa a todo hijo de Dios de la encarnación del espíritu teofánico en cada escogido.
Ahora, los Hechos del Espíritu Santo en la Dispensación del Espíritu, serán nada menos que el cumplimiento de toda promesa que Él ha hecho para la Dispensación del Reino. En cada ocasión que veamos una promesa cumplida por el Señor, podemos decir: “Estamos viendo los Hechos del Espíritu Santo en esta tercera dispensación”.
LAS RECOMPENSAS DEL SÉPTIMO SELLO
(Reunión de Ministros)
Dr. William Soto Santiago
Miércoles, 22 de abril de 1998
Monterrey, Nuevo León, México
Y ahora, hablando del otro jinete, el del caballo amarillo, que comenzó en Apocalipsis, capítulo 6, versos… del 1 en adelante, apareció primero en un caballo blanco, después pasó y fue cambiando de color su caballo: caballo blanco, después caballo (¿qué, Miguel?, ¿negro?) rojo y después negro, y después amarillo [Los Sellos, pág. 146]:
“[191]. Ese jinete del caballo blanco ha estado en la Tierra todo el tiempo; él cambiará de anticristo, y cuando lo haga será el falso profeta.
192. Primero fue el anticristo, el espíritu; luego fue el falso profeta; después, cuando el diablo sea echado, se encarnará en él. Son tres etapas: primero es un diablo, o sea, el espíritu del diablo, luego es el falso profeta: maestro de doctrina falsa; luego será el diablo mismo encarnado. ¿Ve usted? Y al mismo tiempo que el diablo cae del Cielo y se encarna en un hombre, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre”.
Y ahí vamos a dejarlo quietecito, porque esto tiene muchas cosas ahí que…, que yo he tratado de mantenerlas lo más… (vamos a decir) lo más tranquilas posible, esas cosas; no alborotar mucho el… (¿como dicen?) el hormiguero, antes de tiempo; sino dejar todito quietecito ahí. Y cuando llegue el momento, todo eso que ha sido profetizado que va a suceder, va a estar siendo visto.
Va a estar siendo visto manifestado el espíritu del anticristo, el diablo, va a ser visto encarnado en un hombre; y por otro lado, va a ser visto el Espíritu Santo, Jesucristo, el Espíritu Santo encarnado en otro hombre, el cual será el Ángel del Señor Jesucristo.
Y ahí pues estarán…, los que en el Cielo tuvieron esa lucha, estarán aquí en la Tierra. Esa es la lucha de Apocalipsis, capítulo 17, versos 8 al 18, donde, vean ustedes… Dice, vamos a ver [verso 11]:
“La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición.
Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia.
Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia.
Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles”.
Ahora, vean ustedes, esa batalla que es vista en el Cielo, en Apocalipsis 12, luego se materializará aquí en la Tierra, donde estarán…: por un lado estará el diablo encarnado en un hombre, que será el anticristo, el hombre de pecado, la bestia; y por otro lado estará Cristo encarnado en otro hombre: en Su Ángel Mensajero, en el Día Postrero; será la Palabra encarnada en un hombre, o sea, en Su Ángel Mensajero.
Y ahí habrá una lucha, una batalla, como la hubo en el Cielo. Y la batalla, la lucha, que hubo en el Cielo, luego será la lucha entre los seres humanos.
Y detrás de esa lucha o batalla estarán huestes de otra dimensión manifestados: de parte del enemigo de Dios estará su ejército, el diablo estará con su ejército; pero Cristo estará con Su Ejército también. Y estarán los Arcángeles Gabriel y Miguel ahí, con Sus Ejércitos.
Y la victoria es de Cristo: “El Cordero los vencerá, porque Él es Rey de reyes y Señor de señores”.
Pero las personas van a estar viendo la parte física a través de la cual se estarán manifestando esas huestes celestiales. O sea, las de parte de Dios, vemos que estarán con el ministerio de Jesús, Moisés y Elías en la Venida del Hijo del Hombre. Y las huestes del mal, el ejército del diablo, estará donde esté la manifestación del diablo encarnado en un hombre, que será el anticristo, la bestia; y con él estará el ejército del diablo, que se rebeló en contra de Dios hace millones de años atrás (vamos a decir “millones de años” para poner ahí un más o menos).
Y ahora, podemos ver cómo la lucha aquí estará manifestada.
Durante todas estas edades han habido muchas luchas; pero para el Reino de Dios ser establecido en la Tierra, ese glorioso Reino Milenial de Cristo, habrá una lucha grande. Pero la victoria será de Cristo y Sus huestes celestiales; y el Reino de Dios será establecido en este planeta Tierra. Y el diablo será atado por mil años, como dice la Escritura en Apocalipsis, capítulo 20, verso 1 en adelante.
Y entonces nosotros reinaremos con Cristo, nos sentaremos en tronos con Él, y reinaremos con Cristo por mil años y luego por toda la eternidad.
Impreso en Puerto Rico