ESTUDIO BÍBLICO #208
VIERNES, 3 DE JUNIO DE 2022
TEMA: EL MISTERIO DEL MANÁ ESCONDIDO
Dr. William Soto Santiago
Martes, 26 de agosto de 1997
Cancún, Quintana Roo, México
Escritura: Apocalipsis 2:17
DE AQUÍ ADELANTE VERÁS EL CIELO ABIERTO
Dr. William Soto Santiago
Viernes, 17 de diciembre de 2004
Villahermosa, Tabasco, México
El maná, en el templo, fue escondido en el lugar santísimo; y el maná escondido tipifica a Cristo en Su Segunda Venida. Y el Mensaje que revela a Cristo en Su Segunda Venida es el Mensaje del Evangelio del Reino.
Ese Mensaje es Cristo en la forma de Mensaje; y por consiguiente es el Maná escondido, para comer todos los escogidos de Dios, comenzando por el mensajero del Día Postrero; y él lo da a todos los escogidos de Dios en la Casa de Dios, en la Iglesia de Jesucristo, en el Lugar Santísimo de ese Templo espiritual.
Porque ese es el siervo fiel y prudente del Día Postrero; así como los siete mensajeros de las siete edades fueron los siervos fieles y prudentes de las edades en donde ellos vivieron; pero ahora, para este tiempo final, tenemos la promesa del siervo fiel y prudente para la Edad de la Piedra Angular, para darnos del Maná escondido que Cristo le dará a él.
Y ese Maná escondido es la revelación divina del Séptimo Sello, la revelación divina de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, en Su Obra de Reclamo.
Por lo tanto, en este tiempo final en el cual vivimos nosotros, es el tiempo en que los Cielos estarán abiertos, y estaremos viendo el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo, en donde se estarán materializando todas las cosas que están en el Lugar Santísimo del Templo celestial de Cristo; así como las cosas que están en el Lugar Santo del Templo celestial, se han materializado en la Iglesia de Jesucristo, en la etapa del Lugar Santo, de las siete edades de la Iglesia y del tiempo de los apóstoles.
LA ÚNICA ESPERANZA DE LOS ELEGIDOS
Dr. William Soto Santiago
Lunes, 7 de octubre de 1985
Cayey, Puerto Rico
Así que Dios les bendiga, Dios les guarde, muchas gracias por vuestra amable atención; y ya el domingo próximo estaré de nuevo hablándoles. Y como les dije: me escucharéis aunque no me veréis. Pero lo importante es el Mensaje.
Muchas veces se tropieza menos viendo menos a la persona que Dios tenga para hablarnos y para cumplir Sus promesas; porque entonces no lo vemos a él como individuo, como ser humano, sino que vemos el ministerio operando, y oímos la Voz del Señor a través de ese ministerio; y sabemos que es la Voz del Señor porque estará hablándonos la Palabra.
Así que, sin nosotros darnos cuenta, es de mucho beneficio que Dios mantenga siempre, en cada edad o dispensación, al mensajero que Él tiene para ese tiempo, lo más retirado del pueblo (de la vista del pueblo) como individuo; y solo aparecer delante del pueblo como mensajero, para el pueblo ver y oír: oír el Mensaje que es para ese pueblo y ver el cumplimiento de las promesas para este tiempo; y no ver ni saber de esa persona como individuo.
Yo pienso que esa es la mejor forma; porque así no hay lugar para tropezar la gente; porque siempre la gente ha tropezado en el velo de carne que Dios ha usado. Y han estado tropezando en la Piedra de escándalo, la Piedra de tropiezo, que siempre ha sido el velo de carne que Dios usa.
Como en el tiempo del Señor: estaba en cumplimiento las promesas mesiánicas para aquel tiempo, y la gente decían: “¿Pero y no es este Jesús? (Tropezando en Él como hombre). ¿No es este el hijo del carpintero? ¿No es este de Nazaret?”.
Decían: “Cuando Él venga (el Mesías), no hemos de saber de dónde vendrá (los que no sabían o no conocían bien la Escritura)”. Así que es mejor que ni sepan de dónde viene, pero que sepan dónde las promesas tienen que ser cumplidas; y vean esas promesas cumpliéndose, aunque no conozcan personalmente al instrumento que Dios utiliza.
Y cuando lo vean: pues sea a través de películas, de retratos; y oigan a través de las películas y las cintas grabadas, y los folletos, lo que él está hablando de parte de Dios.
Así que creo que Dios nos está bendiciendo acá en Puerto Rico, para que así veamos más lo que debemos ver, y nuestros ojos estén puestos en la única esperanza bíblica de los hijos de Dios.
Bueno, Dios les siga bendiciendo a todos y que pasen muy pero que muy buenas tardes.
Y recuerden, estas cosas que les digo se las digo porque les amo. Y yo no quiero que nadie tropiece en mí, sino que todos tengan la única esperanza que hay para el ser humano, y la disfruten, y puedan recibir la transformación de sus cuerpos.
Yo prefiero quitarme de la vista de ustedes y dejar ante la vista de ustedes solamente el ministerio; y que solamente vean o me vean cuando estoy ministrando ese Mensaje, esa Palabra, de parte del Señor Jesucristo para ustedes.
Así que eso lo pienso así y trato de hacerlo así, porque les amo; y no deseo que nadie tropiece en un tiempo que no se debe tropezar; porque el que tropieza y se cae en este tiempo, difícil para levantarse, porque se golpea demasiado.
Así que no esperamos ver mucho la parte humana, sino el ministerio, el cumplimiento de las promesas divinas, y el Mensaje que nos dé a conocer estas cosas.
Impreso en Puerto Rico