[:es]
ESTUDIO BÍBLICO #3 – DOMINGO 14 DE JUNIO DE 2020
TEMA: EL ORIGEN DE LA DOCTRINA DEL SEÑOR JESUCRISTO
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 2 de mayo de 1999
(Segunda actividad)
Ciudad de México, México
SAN JUAN 7:16-17
16 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.
17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
LIBRO DE LAS EDADES SIN EDITAR
La Revelación de Jesucristo – Pág. 15
107. Ahora, el capítulo l, versículo l, le fue presentado a—a Juan. Ahora, ¿quién es el escritor? Juan. Juan. No fue una revelación de Juan, y sabemos que no lo fue, porque es la Revelación del Señor Jesucristo. Él era, él fue escogido como discípulo. Y el Libro mismo revela lo que era, que era Jesucristo a Quien Él estaba revelando.
108. Y le fue enviado al… “Y la declaró por medio de su ángel a Juan”. No sabemos quién era el ángel. La Biblia no declara quién era el ángel. Pero sí sabemos que era un profeta, porque la Biblia después dice: “Yo Jesús he enviado Mi ángel para daros testimonio de estas cosas, las cuales pronto acontecerán”.
109. Después encontramos que cuando Juan empezó a adorar al ángel, el ángel dijo: “Mira, no lo hagas”, Apocalipsis 22, creo que es. Y él dijo: “Porque soy consiervo tuyo, y de los profetas”. Pudo haber sido Elías; pudo haber sido uno de los profetas. Juan era un apóstol, pero este profeta fue enviado.
110. Y Juan siendo un apóstol, fíjense en la naturaleza de sus otras epístolas, prueba que no fue Juan quien lo escribió, porque no tiene la naturaleza de Juan. Fíjense en Primera de Juan, Segunda de Juan y lo demás, y léanlo. Y observen la naturaleza de eso, después observen la naturaleza de esto. Juan era un escritor y era un apóstol, pero este es el espíritu de un profeta. Es una persona completamente diferente. ¿Ven? No eran los escritos de Juan; no era la revelación de Juan; era la Revelación de Dios de Jesucristo a las iglesias. Y eso tenía… Juan era solo un escritor, el escriba, y—y el Libro declara lo mismo.
MI DOCTRINA ES DE AQUEL QUE ME ENVIÓ
(Reunión de Ministros)
Dr. William Soto Santiago
Lunes, 28 de noviembre de 2005
Cali, Colombia
Y a través de ese instrumento que Cristo tendrá, será que Él tendrá Su manifestación, Su revelación final; y la conoceremos porque estará Cristo en Espíritu Santo hablando a través de ese mensajero de acuerdo a la Palabra. Y entonces conoceremos que su doctrina no es de los hombres, sino de Dios, del Cielo.
Él estará en el centro de la Escritura, él será un profeta de la Escritura, él será un Cristo-céntrico. Mostrará, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, a Cristo, y todos los aspectos de Cristo velado y revelado en cada edad y en cada dispensación; y nos llevará desde el Apocalipsis hasta el Génesis, y desde el Génesis hasta el Apocalipsis por el centro de la Escritura.
Nos mostrará los tipos y figuras de Cristo del Antiguo Testamento, sin lugar a dudas, y nos mostrará las manifestaciones de Cristo en el Nuevo Testamento; y nos mostrará todas las cosas que estará haciendo en este tiempo final y lo que hará durante el Reino Milenial, y lo que hará después del Reino Milenial.
Por lo tanto, la doctrina que ese mensajero estará dando, enseñando, podrá ser examinada, y descubriremos que no es de él sino del que lo envió: Jesucristo.
La Restauración del Árbol Novia – Págs. 39 y 40
22 de abril de 1962
Jeffersonville, Indiana, EE.UU.
142 Así que entonces, ese mismo grupo de hombres enviaron a una dama a decirme: “Hermano Branham, si el Ángel del Señor te dijo…”. (El Ángel del Señor, ustedes saben, Su fotografía está allí, ¿ven ustedes?). “Si el Ángel del Señor te dijo eso, bien, lo creeremos”. Yo dije: “Cualquiera que… Un grupo ministerial así sin nada de espinazo… Si el Ángel del Señor dijo – si ese Ángel dijo algo contrario a esta Palabra, no sería el Ángel del Señor”. El Ángel del Señor vindicará la Palabra. Eso es exactamente lo que Él siempre hizo a través de cada edad. Él todavía hace la misma cosa. Él se queda con la Palabra. Y cualquier ministro ungido con el Espíritu Santo se quedará con la misma Palabra, porque la Biblia dijo que la Biblia entera fue escrita por el Espíritu Santo, y ¿cómo pueden ustedes tener el Espíritu Santo y negar lo que la Biblia dice? El mismo Espíritu en usted da testimonio que no está bien. Es credo. El revoltón ha estado comiéndose (eso es todo, ¿ven?), comiéndose las cosas verdaderas de Dios. Sí, señor.
143 Palabra sin autoridad, que es contraria a la doctrina de los apóstoles. Oh, señor. Esta es la doctrina apostólica; esta es la Biblia; este es el Espíritu Santo. Cada palabra en Ella es verdadera. Ustedes solamente crean y acéptenla, y no retrocedan de Ella, y vean cada promesa cumplirse. La manifestación de Dios está presente en estos momentos.
LA DOCTRINA DEL SEÑOR JESÚS
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 27 de mayo de 1984
Cayey Puerto Rico
El Señor Jesús, siendo el profeta enviado por Dios para aquel tiempo, para cumplir los planes y propósitos divinos para aquellos días, para aquella edad, para aquella dispensación, sabía quién Él era. Él conocía lo que Él estaba enseñando. Él sabía que Su doctrina no era de Él mismo, sino del que le había enviado. Su doctrina venía, entonces, de Su Padre celestial; por eso Él podía decir: “Mi doctrina, mi doctrina no es mía, sino del que me envió”i.
Porque cuando una persona es enviada para llevar a cabo una labor, es enviada con las instrucciones correspondientes a esa labor, tiene que conocer la labor que va a llevar a cabo. Y Jesús, siendo enviado para un propósito divino, tenía el conocimiento de la Obra que le correspondía hacer, y tenía el conocimiento de las cosas que Él debía enseñar en aquellos días.
¿Y qué otra cosa iba a enseñar sino aquello que Él iba a hacer? Por eso Jesús en Su ministerio enseñaba la Palabra de Dios, les hablaba a ellos las cosas correspondientes para aquel tiempo.
¿Y de dónde Él sacaba toda esa doctrina, toda esa enseñanza? Del que lo envió. Y el que lo envió le había mostrado a Moisés, y a los profetas anteriores a Jesús, las cosas que Él llevaría a cabo en aquellos días, y las cosas que correspondían ser enseñadas por la persona que habría de llevar a cabo esa labor.
Por eso usted encontrará a Jesús siempre utilizando la Palabra del que lo envió; por eso Él decía: “La Palabra que yo hablo no es mía, sino del que me envió.” Por eso en otra ocasión Él dijo: “La Palabra que me diste, les he dado, y ellos la recibieron”ii. Era la Palabra del que lo había enviado, era la enseñanza del Padre celestial, era la doctrina de Dios; porque la enseñanza es la doctrina; la doctrina del que lo envió. Y la doctrina del que lo envió vino a convertirse en la doctrina de Jesús, del Enviado.
Porque cuando el Enviado recibe esa doctrina, esa enseñanza, la come y se hace carne en él, entonces todo el mundo ve que es la enseñanza, la doctrina de ese hombre; pero él siempre dirá: “Mi doctrina no es mía, sino del que me envió”.
(…) Siempre que una porción o la plenitud de la Palabra de Dios se hace carne en la Tierra en una persona, la Palabra está al alcance de los seres humanos para poder comer esa Palabra; porque esa Palabra entonces se expresará, se manifestará a través de la persona en la cual está hecha carne. Esa persona entonces hablará esa Palabra, enseñará esa Palabra; y su doctrina entonces no será de él sino de Aquel que le envió. Y Aquel que lo envió hace en esa persona carne esa Palabra, para poderse expresar a los seres humanos y que los seres humanos puedan comer de esa Palabra que les dará vida eterna.
“Esa es mi doctrina (dijo Jesús), la que recibí del Padre, la cual no es mía sino del que me envió”.
Siempre el Enviado viene con la doctrina, con la enseñanza del que lo envió, y siempre se encuentra con el mismo problema: se encuentra con el problema que las gentes aquí en la Tierra han establecido sus propias doctrinas, y cuando viene la doctrina del Cielo, la doctrina de Dios tropieza con la doctrina de los hombres.
Por eso el Señor le decía a Sus discípulos: “Cuídense de la levadura, de la doctrina de los fariseos”. También el Señor Jesús decía: “Que por vuestras tradiciones invalidáis la Palabra de Dios”; por esas doctrinas humanas, establecidas por los hombres, invalidan la doctrina de Diosiii.
Y cuando viene la doctrina de Dios para una edad o una dispensación siempre acontece lo mismo: hay una lucha. Muchas personas no comprenden que se ha comenzado una nueva edad o una nueva dispensación en el Programa de Dios, y la gente cree que las cosas deben seguir caminando como estaban caminando primero, seguirse enseñando lo mismo que se estaba enseñando primero; y se quieren quedar estancados y no caminar hacia adelante a una nueva edad o una nueva dispensación.
Esto fue lo que aconteció en los días de Jesús. La gente tenía la Ley de Moisés, la enseñanza, la doctrina de Moisés; pero cuando apareció Jesús, la gente tenía que moverse de una dispensación a otra dispensación nueva que estaba comenzando: con un nuevo mensajero y con una doctrina traída por el Señor Jesús de parte del que lo había enviado; y el que lo envió a Él fue el mismo que envió a Moisés muchos cientos o miles de años atrás.
Pero la gente no comprende que hay nuevas edades y nuevas dispensaciones, y malinterpretan a los mensajeros que Dios envía en cada edad o cada dispensación; y piensan y dicen: “Esta es una nueva doctrina, una nueva enseñanza”, y comienzan a decir: “Nosotros nos quedamos con lo viejo, y lo nuevo no lo queremos”.
(…) Y así como podía decir Moisés: “Mi doctrina no es mía, sino del que me envió, porque Él ha puesto en mi corazón y en mi boca esa doctrina, esa enseñanza, para darla a ustedes”, también Jesús lo podía decir y lo decía; y también cada mensajero de cada edad o dispensación.
Y así también lo podrá hacer el Enviado que Dios tenga para el tiempo final, conforme a la promesa del tiempo final, en donde el Señor Jesucristo dice: “Yo Jesús he enviado a mi Ángel, para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”.
El Señor Jesús dice que envía Su Ángel, y Su Ángel vendrá para dar testimonio de estas cosas apocalípticas a todas las iglesias. Y la enseñanza, el testimonio, la doctrina del Enviado del Señor Jesús, no será una doctrina de él mismo sino del que lo envió: será la doctrina del Señor Jesucristo. Esa será la enseñanza que tendremos en el tiempo final.
Y él podrá decir como dijo Moisés o como dijo Jesús: “Mi doctrina no es mía, sino del que me envió, del Señor Jesús; y es para todas las iglesias, para todas las naciones, para todos los seres humanos y para todos los idiomas”.
Por lo tanto, en nuestro tiempo la doctrina del Señor Jesús será escuchada, será también recibida por aquellos que tendrán oídos para oír lo que el Señor tendrá para decirnos a través de Su mensajero, de Su Enviado; él no traerá nada de sí mismo. Y para asegurar que no traerá nada ni de sí mismo ni de ninguna doctrina terrenal de los hombres, acontecerá como con Jesús y con Moisés; porque con los mensajeros dispensacionales ocurre de esa manera.
(…) Así que el Señor Jesucristo tenía razón cuando dijo: “Mi doctrina no es mía, sino del que me envió. Mi doctrina no es de este mundo, no es de la Tierra, sino del Cielo”, por eso Él podía hablar de Su doctrina. Pero esa doctrina que era del Cielo, del Padre, vino a ser Su doctrina porque se hizo carne en Él; pero era de arriba, que bajó a un hombre que tenía las dos consciencias juntas y podía captar esa doctrina, esa enseñanza, y esa enseñanza podía hacerse carne en Él para darla a conocer a los demás seres humanos.
¿Qué cosa enseñó el Señor en Su doctrina? Pues todas las cosas que correspondían al Programa de Dios para ese tiempo; y profetizó de las cosas que estaban en el futuro.
Y hoy en día, la doctrina del Señor Jesús será dada a conocer a todas las iglesias. Ya no será la doctrina de la iglesia tal o la doctrina de la denominación tal, sino será la doctrina del Señor Jesús, la cual Él nos va a enviar a través de Su Ángel Mensajero para que dé testimonio de estas cosas en todas las iglesias.
El Apocalipsis será entendido conforme a la doctrina del Señor Jesús. El Apocalipsis es el libro traído, dado, dictado, revelado por el Señor Jesucristo a través de Su Ángel.
¿Quién mejor que el Ángel del Señor podrá entender ese libro? Si él es el comisionado para traer la revelación de Jesucristo, la revelación apocalíptica, ¿quién se podrá parar a su lado para decir: “Yo lo podré entender mejor que tú, o podré enseñarlo mejor que tú”? ¡Si no aparece ningún otro en el Apocalipsis enseñando ese libro, sino él!
Pues que el Señor Jesús, así como le envió a Juan Su Ángel para que le trajese la revelación divina, la revelación de Jesucristo, que lo envíe en este tiempo final para que nos traiga la revelación de Jesucristo, y nos dé la doctrina de Jesucristo en estos días finales, y nos enseñe las cosas que deseamos nosotros entender.
Porque ¿cómo entenderemos si no hay quién nos enseñe? ¿Y cómo entenderemos bien, si el Señor no nos envía a Su Ángel que Él tanto ha prometido enviarnos en este tiempo final? Pero Él no fallará. Él no fallará en enviarlo para que nos enseñe, para que nos dé testimonio de todas estas cosas apocalípticas que Él le dio a Juan.
No fallemos nosotros en verle cuando él venga con su doctrina del Cielo, con su doctrina (que no será su doctrina sino la doctrina del que le envió), no lo dejemos pasar por alto. Él vendrá dando testimonio de todo esto que le dijo a Juan el discípulo amado aquí en el libro del Apocalipsis; él será conocido por su doctrina, por su mensaje; porque él vendrá dando testimonio de todas estas cosas. Él entonces será la persona enviada por el Señor Jesús para hacernos entender los misterios del Reino de Dios, del Reino de los Cielos en estos días finales.
LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO
DE LAS COSAS QUE DEBEN SUCEDER
Parte I
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 27 de marzo de 1994
Santafé de Bogotá, Colombia
En la revelación apocalíptica está, en forma simbólica, las cosas que deben suceder en el fin del tiempo. Y para que no suceda con el pueblo y con las cosas que Dios estará realizando en el fin del tiempo, como ha sucedido con las cosas que Dios hizo en el pasado: que le han dado diferentes interpretaciones, y unos tienen una línea de interpretación diferente a otros, y cada secta religiosa interpreta estos eventos del pasado, estos eventos históricos, y también doctrinas de la Dispensación de la Ley y de la Dispensación de la Gracia, unos las interpretan en una forma y otros en otra forma, muchas de las doctrinas y enseñanzas…
Para que esto no suceda en el fin del tiempo en medio de los hijos de Dios, en medio de los escogidos, Jesucristo dice así (y esta es la única solución para que no haya diferentes interpretaciones): Apocalipsis 22, verso 6:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto”.
Jesús envía Su Ángel Mensajero para mostrar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto. Y en Apocalipsis 22, verso 16, dice Jesús:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”.
Aquí está la solución para todas las iglesias, para que no haya diferentes interpretaciones de las cosas que deben suceder en el fin del tiempo: Jesús envía Su Ángel Mensajero.
El mismo Ángel que le envió a Juan el apóstol en teofanía, lo envía en el fin del tiempo en carne humana con el espíritu y virtud de Elías y de Moisés, para dar testimonio de estas cosas en las iglesias, para dar testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto, para que así todos puedan entender las cosas que están aconteciendo en el fin del tiempo, conforme a la revelación de Jesucristo de las cosas que deben suceder, y así puedan ver el significado correcto de estos símbolos apocalípticos de las cosas que deben suceder en el fin del tiempo, cuando las edades de la Iglesia gentil han terminado.
FUNDAMENTADOS SOBRE LA ROCA
Dr. William Soto Santiago
Miércoles, 12 de julio del 2000
Xalapa, México
Es necesario que la persona se mantenga estudiando, leyendo la Biblia, leyendo los mensajes, escuchando así la Palabra de Dios, para que siga profundizando en las cosas de Dios, siga ahondando para que su casa esté bien fundada sobre la Roca.
Por lo tanto, se requiere que la persona crezca en el conocimiento de Jesucristo y todo Su Programa, conozca Sus doctrinas (las doctrinas de Cristo), conozca todas estas cosas de Cristo y Su Reino, para que así la persona esté bien fundada sobre la Roca.
No sea la persona un creyente pasajero, un creyente que solamente va los domingos a la Iglesia para que no digan que es un hereje sino que digan: “Ese es un cristiano”. No debe ser así, la persona debe profundizar en la Palabra de Dios, en todo el Programa de Cristo para nuestro tiempo, como también debe conocer el Programa que Cristo ha realizado en edades pasadas y en dispensaciones pasadas.
Y vean, cuando profundizamos, entonces podemos ver por qué Cristo podía decir: “Antes que Abraham fuese, yo soy”. Y podía decir: “Abraham deseó ver mí día; lo vio y se gozó”. ¿Cómo vamos a entender esto si no profundizamos en las Escrituras, no profundizamos en las cosas de Dios, en la Biblia? Entonces, cuando profundizamos entonces podemos ver que aquel Elohim que le pareció a Abraham con Sus Arcángeles Gabriel y Miguel, era Jesucristo en Su cuerpo teofánico.
¿Ven? Pero si uno no profundiza, entonces no entiende la Palabra, no comprende lo que Cristo ha hablado, no comprende lo que los apóstoles hablaron, y mucho menos comprenderán lo que el libro del Apocalipsis ha hablado.
UN PUEBLO QUE SIGUE LA COLUMNA DE FUEGO
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 19 de mayo de 2002
Cali, Colombia
Por lo tanto, un Mensaje dará lugar a otro Mensaje; o sea, se conectan un Mensaje con el otro Mensaje; y así es como estará sucediendo en este tiempo final.
Y ese Mensaje estará tomando a los escogidos del Día Postrero y los estará colocando en la edad correspondiente a este tiempo. No los puede dejar fuera de paso en una edad pasada, porque eso sería estar (el grupo de escogidos de Dios) fuera de edad, fuera de paso. Tienen que ser colocados en la edad correspondiente a este tiempo, que es la Edad de la Piedra Angular, la parte alta del Cuerpo Místico de Cristo, la Edad de la Piedra Angular.
Ahora, vean cómo un Mensaje está prometido para este tiempo final. Dice en la página 157, párrafo 1407, dice:
1407 – “Estoy solamente edificando. La hora está cerca, a la mano, cuando ustedes van a ver pasar algo, cuando algo va a tener lugar. Y todo este fundamento aquí solo ha sido colocando una base para un corto Mensaje rápido que sacudirá todas las naciones”.
Y ahora, todo lo que predicó nuestro hermano Branham, todo este Mensaje que él trajo fue poniendo el fundamento para un nuevo Mensaje que vendrá; y eso tenemos que entenderlo claramente para poder recibir un Mensaje nuevo. Si es un Mensaje nuevo, pues ese es para una nueva edad y para una nueva dispensación.
MI DOCTRINA ES DE AQUEL QUE ME ENVIÓ
(Reunión de Ministros)
Dr. William Soto Santiago
Lunes, 28 de noviembre de 2005
Cali, Colombia
Por lo tanto, para este tiempo final veremos en medio del cristianismo una manifestación grande de Dios, señalada por el reverendo William Branham como la manifestación de la Tercera Etapa; que será para la Iglesia-Novia, será también para la iglesia representada en las vírgenes insensatas, el cristianismo nominal; y también será esa manifestación para el mundo. Y por consiguiente también el pueblo hebreo la verá, y el pueblo hebreo recibirá bendición: aquellos que la vean en forma positiva y reconozcan que no es ni son doctrinas humanas, sino que es la Voz de Dios por medio de Su Espíritu Santo en un hombre del Día Postrero, de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Por lo tanto, la doctrina de Jesucristo allá, no era de Él mismo ni de los hombres sino del que estaba en Él: el Padre.
Y para el Día Postrero la doctrina del Ángel del Señor Jesucristo, de ese mensajero de Dios para el Día Postrero, no será de sí mismo sino de Jesucristo que estará en él en Espíritu Santo manifestándose y hablándonos todas estas cosas que deben suceder pronto; para lo cual todos tendremos la oportunidad de examinar su enseñanza con la Escritura, y examinar las promesas que hay para nuestro tiempo; y lo encontraremos a él en el centro de la Escritura, desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
Y entonces daremos gracias a Dios y diremos como dijeron en los días de la viuda de Naín cuando Cristo resucitó al hijo de la viuda de Naín, y todos se maravillaron y dijeron, y tuvieron gran temor y dijeron: “Dios ha visitado a Su pueblo, porque un gran profeta se ha levantado entre nosotros”iv; un profeta dispensacional.
Y para este tiempo final, cuando ocurra la resurrección de los muertos en Cristo, no habrá duda que van a decir en la misma forma; porque fue con una resurrección allá.
Por lo tanto, habrá un gran profeta dispensacional en este tiempo final en medio de la Iglesia, para hacer el entrelace de la Dispensación de la Gracia con la Dispensación del Reino; y el pueblo hebreo ser bendecido y entrar al Nuevo Pacto, y estar cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto, y obtener el perdón de sus pecados como nación, y también como individuos los 144.000 hebreos; y el Sacrificio de Expiación reconocerlo; pues ya no tienen sacrificio de expiación de un animalito, pero hay un Sacrificio de Expiación por Israel y por todo ser humano, y por todas las naciones: El Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario. Ese es el Sacrificio universal para Israel y para todas las naciones, para Israel y para todo hijo de Dios disperso por el mundo entero en las diferentes edades y dispensaciones.
“Mi doctrina es de Aquel que me envió”, así dijo Cristo y así dirá Su Ángel en el Día Postrero.
EL AÑO DEL JUBILEO
Dr. William Soto Santiago.
Domingo, 2 de enero de 2011
Cayey, Puerto Rico
Ahora, el Día de Pentecostés encontramos que trajo la venida del Espíritu Santo y produjo una transformación; pero observen una cosa: esas personas que recibieron el Espíritu Santo el Día de Pentecostés, el día 50 desde la partida de Cristo hasta el Día de Pentecostés, estuvieron con Cristo; o sea, eran creyentes en Cristo. Es para cristianos también, la transformación de los que estarán vivos y la resurrección de los muertos creyentes en Cristo.
Y luego que Cristo estuvo por unos 40 días con Sus discípulos ya resucitado apareciendo en diferentes ocasiones, no menos de ocho veces, no menos de ocho ocasiones, luego les dijo: “Permanezcan en Jerusalén hasta que sean llenos del Espíritu Santo, dentro de no muchos días”.
Sería dentro de unos 10 días, pero Él no les dijo a ellos cuántos días faltaban para llegar el Espíritu Santo, para recibir el Espíritu Santo.
Esas personas estaban unánimes juntas, orando y esperando la venida del Espíritu Santo en el aposento alto; y aun el mismo día 50 ellos estuvieron durante la tarde y la noche esperando el Espíritu Santo; y en la mañana llegó el Espíritu Santo, fue derramado el Espíritu Santo sobre 120 personas.
Estaban todos unánimes y juntos. No solamente juntos, sino unánimes también: pensando en la misma cosa, estaban de acuerdo en lo mismo que estaban esperando, no tenían interpretaciones diferentes de lo que estaban esperando, tenían un conocimiento claro de lo que estaban esperando; y no estaban en disputas en cuanto a asuntos doctrinales, sino que estaban esperando la venida del Espíritu Santo, que les fue dicho por el Señor Jesucristo.
Fue en la mañana, temprano en la mañana, bien temprano en la mañana, que vino el Espíritu Santo.
Hemos visto que para el Año de Pentecostés, en donde vendrán grandes bendiciones de parte de Dios, en el Día Postrero, desde la tarde y etapa de noche, estarán esperando esa transformación los vivos en Cristo; y los muertos pues esperando su regreso con Cristo a la Tierra para tener los cuerpos inmortales. Pues Cristo, cuando termine Su Obra de Intercesión en el Cielo, pasará por el Paraíso; como hizo cuando estuvo muerto: pasó por el Paraíso, donde estaba Abraham, Isaac y Jacob y todos los patriarcas, y los santos, los profetas y todas esas personas, y resucitaron con Cristo.
Impreso en Puerto Rico
i San Juan 7:16
ii San Juan 14:24 / 17:8
iii San Mateo 16:5-12 / San Marcos 7:6-9
iv San Lucas 7:16
[:en]
BIBLE STUDY #3 – SUNDAY, JUNE 14, 2020
TITLE: THE ORIGIN OF THE DOCTRINE OF JESUS CHRIST
Dr. William Soto Santiago
Sunday, May 2, 1999
(Second Activity)
Mexico City, Mexico
JOHN 7:16-17
16 Jesus answered them, and said, My doctrine is not mine, but his that sent me.
17 If any man will do his will, he shall know of the doctrine, whether it be of God, or whether I speak of myself.
BOOK OF THE AGES WITHOUT EDITING
The Revelation of Jesus Christ
Now, the 1st chapter, 1st verse, was introduced to—to John. Now, who is the writer? John. John. It was not a revelation of John, and we know that it wasn’t, because it was the Revelation of the Lord Jesus Christ. He was this, he was chosen for a disciple. And the Book Itself reveals the thing that it was, Jesus Christ, to who He was revealing.
And it was sent to the… “And signified this by his angel unto John.” We do not know who the angel was. The Bible doesn’t say who the angel was. But we know that it was a prophet, ’cause the Bible later said, that, “I Jesus have sent my angel to testify these things which must shortly come to pass.”
Then we find out that when John started to worship the angel, the angel said, “See that you do it not.” Revelation 22, I believe it is. And he said, “For I am of thy fellowservants and of the prophets.” It might have been Elijah. It might have been one of the prophets. John was an apostle. But this prophet was sent.
And John, being an apostle, look at the nature of the rest of his epistles, prove that it wasn’t John wrote it, because it has no nature like John. Take First John, Second John, so forth, and read it. And look at the nature of that, then look at the nature of this. John was a writer and was an apostle, but this is the spirit of a prophet. It’s a different person, altogether. See? Wasn’t John’s writing. Wasn’t John’s revelation. It was God’s Revelation of Jesus Christ to the churches. And it had… John was just a writer, the scribe, and—and the Book declares the same.
MY DOCTRINE IS FROM HIM WHO SENT ME
(Minister’s Meeting)
Dr. William Soto Santiago
Monday, November 28, 2005
Cali, Colombia
And through that instrument that Christ will have, will be that He will have His manifestation, His final revelation; and we will know it because Christ will be in Holy Spirit speaking through that messenger according to the Word. And then we will know that His doctrine is not of men, but of God, of Heaven.
He will be in the center of the Scripture, he will be a prophet of the Scripture, he will be Christ-centered. He will show, both in the Old Testament and in the New Testament, Christ, and all aspects of Christ veiled and revealed in every age and in every dispensation; and he will take us from Revelation to Genesis, and from Genesis to Revelation through the center of the Scripture.
He will show us the types and figures of Christ of the Old Testament, without a doubt, and he will show us the manifestations of Christ in the New Testament; and he will show us all the things that He will be doing in this end time and what He will do during the Millennial Kingdom, and what He will do after the Millennial Kingdom.
Therefore, the doctrine that that messenger will be giving, teaching, can be examined, and we will discover that it is not of him but of the One who sent him: Jesus Christ.
THE RESTORATION OF THE BRIDE TREE
April 22, 1962
Jeffersonville, Indiana, EE.UU.
So, then, that same group of men sent a lady down, said, “Brother Branham, if the Angel of the Lord told you.” The Angel of the Lord, you know, His—His picture is there, you see. “If the Angel of the Lord told you That, well, we’ll believe It.” I said, “Anybody, that a ministerial group that would be that weak, ‘If the Angel of the Lord said.’ If that Angel said something contrary to this Word, it wouldn’t be the Angel of the Lord.” The Angel of the Lord will vindicate the Word. That’s exactly what He’s always done through every age. He still does the same thing. He stays with the Word. And any minister anointed with the Holy Ghost will stay by the same Word, ’cause the Bible said that the entire Bible was wrote by the Holy Ghost. And how can you have the Holy Ghost and deny what the Bible says? The very spirit in you, it bears record that it’s not right. See? The cankerworm has been eating, that’s all, uh-huh, eating away the true things of God. Yes, sir.
Unauthoritative word is contrary to the Doctrine of the apostles. Oh, my! This is the apostolic Doctrine. This is the Bible. This is the Holy Spirit. Every Word in It is true. You just believe and accept It, and don’t take down on it, and watch every promise be fulfilled, the manifestation of God present right now.
THE DOCTRINE OF THE LORD JESUS
Dr. William Soto Santiago
Sunday, May 27, 1984
Cayey Puerto Rico
The Lord Jesus, being the prophet sent by God for that time, to fulfill the divine plans and purposes for those days, for that age, for that dispensation, knew who He was. He knew what He was teaching. He knew that His doctrine was not of Himself, but of the One who had sent Him. His doctrine was, then, from His heavenly Father; that is why He could say: “My doctrine, my doctrine is not mine, but of Him that sent Me.i”
Because when a person is sent to carry out a work, he is sent with the instructions relevant to that work, he has to know the work that he is going to carry out. And Jesus, being sent for a divine purpose, had the knowledge of the Work that He had to do, and He had the knowledge of the things that He had to teach in those days.
And what else was He going to teach but what He was going to do? That is why Jesus taught the Word of God in His ministry, spoke to them the things pertaining for that time.
And where did He get all that doctrine, all that teaching? From the One who sent Him. And the One who sent Him had shown Moses, and the prophets before Jesus, the things that He would carry out in those days, and the things that pertained to be taught by the person who would carry out that work.
That is why you will always find Jesus using the Word of the One who sent Him; that is why He said: “The Word that I speak is not mine, but of the One who sent Me.” That is why on another occasion He said: “The Word You gave me, I gave them, and they received it.ii” It was the Word of the One who sent Him, it was the teaching of the heavenly Father, it was God’s doctrine; because the teaching is the doctrine; the doctrine of the One who sent Him. And the doctrine of the One that sent Him, became the doctrine of Jesus, the Sent One.
Because when the Sent One receives that doctrine, that teaching, he eats it and it becomes flesh in him, then everyone sees that it is the teaching, the doctrine of that man; but he will always say: “My doctrine is not mine, but of the One who sent me.”
(…) Whenever a portion or the fullness of the Word of God becomes flesh on Earth in a person, the Word is within the reach of the human beings to be able to eat that Word; because that Word will then be expressed, it will be manifested through the person in whom it is made flesh. That person will then speak that Word, will teach that Word; and his doctrine will then not be his but of the One who sent him. And He who sent him makes that Word flesh in that person, so that it may be expressed to the human beings and the human beings may eat of that Word that will give them eternal life.
“This is my doctrine (Jesus said), which I received from the Father, which is not mine but of Him who sent me.”
The Sent One always comes with the doctrine, with the teaching of the One who sent him, and he always encounters the same problem: he encounters the problem that people here on Earth have established their own doctrines, and when the doctrine of Heaven comes, the doctrine of God stumbles with the doctrine of men.
That is why the Lord said to His disciples: “Beware of the leaven, the doctrine of the Pharisees.” The Lord Jesus also said: “Because of your traditions you invalidate the Word of God”; because of those human doctrines, established by men, they invalidate the doctrine of Godiii.
And when God’s doctrine for an age or a dispensation comes, the same thing always happens: there is a struggle. Many people don’t understand that a new age or a new dispensation has been started in the Program of God, and people believe that things should continue to walk as they were walking first, to continue teaching the same thing that was being taught first; and they want to remain stuck and not walk forward to a new age or a new dispensation.
This is what happened in Jesus’ days. The people had the Law of Moses, the teaching, the doctrine of Moses; but when Jesus appeared, the people had to move from one dispensation to another new dispensation that was beginning: with a new messenger and with a doctrine brought by the Lord Jesus from the One who had sent Him; and the One who sent Him was the same One who sent Moses many hundreds or thousands of years ago.
But people don’t understand that there are new ages and new dispensations and they misinterpret the messengers that God sends in every age or every dispensation; and they think and say: “This is a new doctrine, a new teaching,” and they begin to say: “We keep the old, and we don’t want the new.”
(…) And just as Moses could say: “My doctrine is not mine, but of the One that sent me, because He has put in my heart and in my mouth that doctrine, that teaching, to give it to you,” Jesus could also say it and He said it; and also every messenger of every age or dispensation.
And so can also the Sent One that God has for the end time, according to the promise of the end time, where the Lord Jesus Christ says: “I Jesus have sent my Angel, to testify unto you of these things in the churches.”
The Lord Jesus says He sends His Angel, and His Angel will come to testify of these apocalyptic things to all the churches. And the teaching, the testimony, the doctrine of the Sent One of the Lord Jesus, it will not be a doctrine of Himself but of the One who sent Him: it will be the doctrine of the Lord Jesus Christ. That will be the teaching that we will have in the end time.
And he will be able to say as Moses said or as Jesus said: “My doctrine is not mine, but of the One who sent me, the Lord Jesus; and it is for all the churches, for all nations, for all human beings and for all languages.”
Therefore, in our time the doctrine of the Lord Jesus will be heard, it will also be received by those who will have ears to hear what the Lord will have to say through His messenger, His Sent One; he will not bring anything of himself. And to ensure that he will not bring anything from himself or from any earthly doctrine of men, it will happen as with Jesus and Moses; because it happens that way with the dispensational messengers.
(…) So the Lord Jesus Christ was right when He said: “My doctrine is not mine, but of the One who sent me. My doctrine is not of this world, it is not of the Earth, but of Heaven,” that is why He could speak of His doctrine. But that doctrine that was from Heaven, from the Father, became His doctrine because it was made flesh in Him; but it was from above, it came down to a man who had both consciences together and could grasp that doctrine, that teaching, and that teaching could become flesh in Him to make it known to other human beings.
What did the Lord teach in His doctrine? Well, all the things that pertained to the Program of God for that time; and He prophesied of the things that were in the future.
And today, the doctrine of the Lord Jesus will be made known to all churches. It will no longer be the doctrine of the church as such or the doctrine of the denomination as such, but it will be the doctrine of the Lord Jesus, which He will send to us through His Angel Messenger to testify of these things in all the churches.
Revelation will be understood according to the doctrine of the Lord Jesus. Revelation is the book brought, given, dictated, revealed by the Lord Jesus Christ through His Angel.
Who better than the Angel of the Lord will be able to understand that book? If he is the one commissioned to bring the revelation of Jesus Christ, the apocalyptic revelation, who will be able to stand by his side to say: “I will be able to understand it better than you, or I will be able to teach it better than you”? If no one else appears in Revelation teaching that book, but him!
Well, the Lord Jesus, just as He sent John His Angel to bring him the divine revelation, the revelation of Jesus Christ, send him in this end time to bring us the revelation of Jesus Christ, and give us the doctrine of Jesus Christ in these final days, and teach us the things that we desire to understand.
Because how will we understand if there is no one to teach us? And how will we understand well, if the Lord doesn’t send us His Angel that He has promised so much to send us in this end time? But He will not fail. He will not fail to send him to teach us, to give us testimony of all these apocalyptic things that He gave John.
Let us not fail to see him when he comes with his doctrine from Heaven, with his doctrine (which will not be his doctrine but the doctrine of the One who sent him), let us not fail to see him. He will come testifying of all this that he said to John the beloved disciple here in the book of Revelation; he will be known by his doctrine, by his message; because he will come testifying of all these things. He will then be the person sent by the Lord Jesus to make us understand the mysteries of the Kingdom of God, of the Kingdom of the Heavens in these final days.
THE REVELATION OF JESUS CHRIST
OF THE THINGS THAT SHOULD HAPPEN
Part I
Dr. William Soto Santiago
Sunday, March 27, 1994
Santafé de Bogotá, Colombia
In the apocalyptic revelation there is, in symbolic form, the things that must happen at the end of time. And so that it doesn’t happen to the people and the things that God will be doing at the end of time, as it has happened with the things that God did in the past: that they have given different interpretations, and some have a different line of interpretation than others, and each religious sect interprets these events of the past, these historical events, and also doctrines of the Dispensation of the Law and the Dispensation of Grace, some interpret them in one way and others in another way, many of the doctrines and teachings…
In order for this not to happen at the end of time in the midst of the children of God, in the midst of the elect, Jesus Christ says this (and this is the only solution so that there are no different interpretations): Revelation 22, verse 6:
“And he said unto me, These sayings are faithful and true: and the Lord God of the holy prophets sent his angel to shew unto his servants the things which must shortly be done.”
Jesus sends His Angel Messenger to show His servants the things that must soon happen. And in Revelation 22, verse 16, Jesus says:
“I Jesus have sent mine angel to testify unto you these things in the churches.”
Here is the solution for all the churches, so that there will not be different interpretations of the things that must happen at the end of time: Jesus sends His Angel Messenger.
The same Angel He sent to John the apostle in theophany, He sends him at the end of time in human flesh with the spirit and power of Elijah and Moses, to testify of these things in the churches, to testify of all these things that must happen soon, so that everyone can understand the things that are happening at the end of time, according to the revelation of Jesus Christ of the things that must come to pass, and thus they can see the correct meaning of these apocalyptic symbols of the things that must come to pass at the end of time, when the ages of the gentile Church have ended.
FOUNDED ON THE ROCK
Dr. William Soto Santiago
Wednesday, July 12, 2000
Xalapa, Mexico
It is necessary that the person keeps studying, reading the Bible, reading the messages, listening to the Word of God, so that he keeps on deepening in the things of God, keeps on digging so that his house is well founded on the Rock.
Therefore, it is required that the person grows in the knowledge of Jesus Christ and His entire Program, knows His doctrines (the doctrines of Christ), knows all these things of Christ and His Kingdom, so that the person is well founded on the Rock.
Let the person not be a passing believer, a believer who only goes to church on Sundays so that they don’t say he is a heretic but rather say: “That is a Christian.” It should not be so, the person should deepen in the Word of God, in the entire Program of Christ for our time, as he should also know the Program that Christ has carried out in past ages and in past dispensations.
And notice, when we go in depth, then we can see why Christ could say: “Before Abraham was, I am.” And He could say: “Abraham wanted to see my day; he saw it and was glad.” How are we going to understand this if we don’t go deeper into the Scriptures, if we don’t go deeper into the things of God, in the Bible? Then, when we go into depth then we can see that the Elohim that appeared to Abraham with His Archangels Gabriel and Michael, was Jesus Christ in His theophanic body.
See? But if you don’t go into depth, then you don’t understand the Word, you don’t understand what Christ has spoken, you don’t understand what the apostles spoke, you will understand much less what the book of Revelation has spoken.
A PEOPLE WHO FOLLOW THE PILLAR OF FIRE
Dr. William Soto Santiago
Sunday, May 19, 2002
Cali, Colombia
Therefore, one Message will give way to another Message; in other words, you connect one Message with the other Message; and this is how it will be happening in this end time.
And that Message will be taking the elect of the Last Day and will be placing them in the age relevant to this time. You can’t leave them out of step in a past age, because that would be to be (the group of God’s elect) out of age, out of step. They must be placed in the age relevant to this time, which is the Age of the Cornerstone, the upper part of the Mystical Body of Christ, the Age of the Cornerstone.
Now, see how a Message is promised for this end time. It says on page 157, paragraph 1407, it saysiv:
“I’m only building. The hour is close at hand when you’re going to see something happen, when something is going to take place. And all this background here has only been laying a foundation for a short, quick Message that will shake the whole nations.”
And now, all that our brother Branham preached, all this Message that he brought was laying the foundation for a new Message to come; and we have to understand that clearly in order to receive a new Message. If it is a new Message, well that is for a new age and for a new dispensation.
MY DOCTRINE IS FROM HIM WHO SENT ME
(Ministers’ Meeting)
Dr. William Soto Santiago
Monday, November 28, 2005
Cali, Colombia
Therefore, we will see for this end time in the midst of Christianity a great manifestation of God, pointed out by the Reverend William Branham as the manifestation of the Third Pull; which will be for the Church-Bride, it will also be for the church represented in the foolish virgins, nominal Christianity; and that manifestation will also be for the world. And therefore the Hebrew people will also see it, and the Hebrew people will receive blessing: those who see it in a positive way and recognize that it is not and are not human doctrines, but it is the Voice of God through His Holy Spirit in a man of the Last Day, from the Church of the Lord Jesus Christ.
Therefore, the doctrine of Jesus Christ there, was not of Himself nor of men but of the One who was in Him: the Father.
And for the Last Day the doctrine of the Angel of the Lord Jesus Christ, of that messenger of God for the Last Day, will not be of himself but of Jesus Christ who will be in him in Holy Spirit manifesting Himself and speaking to us all these things that must shortly come to pass; for which we will all have the opportunity to examine his teaching with the Scripture, and examine the promises that are for our time; and we will find him in the center of the Scripture, from Genesis to Revelation.
And then we will thank God and say as they said in the days of the widow of Nain when Christ resurrected the son of the widow of Nain, and they all marveled and said, and were greatly afraid and said: “God has visited His people, for a great prophet has arisen among usv”; a dispensational prophet.
And for this end time, when the resurrection of the dead in Christ occurs, there will be no doubt that they will say in the same way; because it was with a resurrection back then.
Therefore, there will be a great dispensational prophet in this end time in the midst of the Church, to make the intertwining of the Dispensation of Grace with the Dispensation of the Kingdom; and the Hebrew people will be blessed and enter the New Covenant, and be covered with the Blood of the New Covenant, and obtain forgiveness of their sins as a nation, and the 144.000 Hebrews as individuals as well; and acknowledge the Sacrifice of Atonement; for they no longer have a sacrifice of atonement of a little animal, but there is a Sacrifice of Atonement for Israel and for every human being, and for all nations: The Sacrifice of Christ on Calvary’s Cross. That is the universal Sacrifice for Israel and for all nations, for Israel and for every child of God scattered throughout the world in different ages and dispensations.
“My doctrine is of Him who sent me,” so said Christ and so will His Angel say in the Last Day.
THE YEAR OF JUBILEE
Dr. William Soto Santiago.
Sunday, January 2, 2011
Cayey, Puerto Rico
Now, the Day of Pentecost we find that it brought the coming of the Holy Spirit and produced a transformation; but notice one thing: those people who received the Holy Spirit on the Day of Pentecost, on the 50th day from the departure of Christ until the Day of Pentecost, were with Christ; in other words, they were believers in Christ. It is for Christians also, the transformation of those who will be alive and the resurrection of the dead believers in Christ.
And after Christ was with His disciples for about 40 days already resurrected appearing on different occasions, no less than eight occasions, no less than eight times, then He told them: “Stay in Jerusalem until you are filled with the Holy Spirit, within not many days.”
It would be in about 10 days, but He didn’t tell them how many days were left for the Holy Spirit to arrive, to receive the Holy Spirit.
Those people were unanimous together, praying and waiting for the coming of the Holy Spirit in the upper room; and even the same 50th day they were waiting for the Holy Spirit during the afternoon and night; and in the morning the Holy Spirit came, the Holy Spirit was poured upon 120 people.
They were all unanimous and together. Not only together, but unanimous too: thinking of the same thing, they agreed on the same thing they were expecting, they had no different interpretations of what they were expecting, they had a clear knowledge of what they were expecting; and they were not in dispute over doctrinal matters, but they were waiting for the coming of the Holy Spirit, which was spoken to them by the Lord Jesus Christ.
It was in the morning, early in the morning, very early in the morning, that the Holy Spirit came.
We have seen that for the Year of Pentecost, where great blessings will come from God, in the Last Day, since the afternoon and evening stage, the living in Christ will be waiting for that transformation; and the dead will be waiting for their return with Christ to Earth to have immortal bodies. For Christ, when He finishes His Work of Intercession in Heaven, He will pass through Paradise; as He did when He was dead: He passed through Paradise, where Abraham, Isaac and Jacob and all the patriarchs were, and the saints, the prophets and all those people, and they resurrected with Christ.
Printed in Puerto Rico
i John 7:16
ii John 14:24 / 17:8
iii Matthew 16:5-12 / Mark 7:6-9
iv “And knoweth it not” – August 15, 1965
v Luke 7:16
[:pt]
ESTUDO BÍBLICO #3 – DOMINGO 14 DE JUNHO DE 2020
TEMA: A ORIGEM DA DOUTRINA DO SENHOR JESUS CRISTO
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 2 de maio de 1999
(Segunda atividade)
Cidade do México, México
São João 7:16-17
16. Jesus respondeu e disse-lhes: A minha doutrina não é minha, mas daquele que me enviou.
17. Se alguém quiser fazer a vontade dele, pela mesma doutrina, conhecerá se ela é de Deus ou se eu falo de mim mesmo.
LIVRO DAS ERAS SEM EDITAR
A Revelação de Jesus Cristo – Pág. 15
107. Agora, o capítulo l, versículo l, foi apresentado a João. Agora, quem é o escritor? João. João. Não foi uma revelação de João, e sabemos que não foi, porque é a Revelação do Senhor Jesus Cristo. Ele era; ele foi escolhido como discípulo. E o Livro mesmo revela o que era; que era Jesus Cristo a Quem Ele estava revelando.
108. E foi enviado ao… “E a declarou por meio do seu anjo a João”. Não sabemos quem era o anjo. A Bíblia não declara quem era o anjo. Mas sim sabemos que era um profeta, porque a Bíblia depois diz: “Eu Jesus enviei Meu anjo para vos testificar estas coisas, as quais em breve acontecerão”.
109. Depois encontramos que quando João começou a adorar o anjo, o anjo disse: “Olha, não o faça”, Apocalipse 22, creio que é. E ele disse: “Porque sou conservo teu, e dos profetas”. Pode ter sido Elias; pode ter sido um dos profetas. João era um apóstolo, mas este profeta foi enviado.
110. E João sendo um apóstolo, notem na natureza de suas outras epístolas, prova que não foi João quem o escreveu, porque não tem a natureza de João. Notem em Primeira de João, Segunda de João e o demais, e leiam-no. E observem a natureza disso, depois observem a natureza disto. João era um escritor e era um apóstolo, mas este é o espírito de um profeta. É uma pessoa completamente diferente. Veem? Não eram os escritos de João; não era a revelação de João; era a Revelação de Deus de Jesus Cristo às Igrejas. E isso tinha… João era somente um escritor, o escriba, e—e o Livro declara o mesmo.
MINHA DOUTRINA É DAQUELE QUE ME ENVIOU
(Reunião de Ministros)
Dr. William Soto Santiago
Segunda-feira, 28 de novembro de 2005
Cali, Colômbia
E através desse instrumento que Cristo terá, será que Ele terá Sua manifestação, Sua revelação final; e a conheceremos porque estará Cristo em Espírito Santo falando através desse mensageiro de acordo à Palavra. E então conheceremos que sua doutrina não é dos homens, mas de Deus, do Céu.
Ele estará no centro da Escritura, ele será um profeta da Escritura, ele será um Cristo-cêntrico. Mostrará, tanto no Antigo Testamento como no Novo Testamento, a Cristo, e todos os aspectos de Cristo velado e revelado em cada era e em cada dispensação; e nos levará desde o Apocalipse até o Gênesis, e desde o Gênesis até o Apocalipse pelo centro da Escritura.
Nos mostrará os tipos e figuras de Cristo do Antigo Testamento, sem lugar a dúvidas, e nos mostrará as manifestações de Cristo no Novo Testamento; e nos mostrará todas as coisas que estará fazendo neste tempo final e o que fará durante o Reino Milenial, e o que fará depois do Reino Milenial.
Portanto, a doutrina que esse mensageiro estará dando, ensinando, poderá ser examinada, e descobriremos que não é dele, mas de quem o enviou: Jesus Cristo.
A RESTAURAÇÃO DA ÁRVORE NOIVA – Págs. 39 e 40
22 de abril de 1962
Jeffersonville, Indiana, EUA
142 Assim então; esse mesmo grupo de homens enviou a uma dama a me dizer: “Irmão Branham, se o Anjo do Senhor te disse…”. (O Anjo do Senhor, vocês sabem, Sua fotografia está ali, veem vocês?). “Se o Anjo do Senhor te disse isso, bem, creremos”. Eu disse: “Qualquer que… Um grupo ministerial assim sem nada de coluna [vertebral]… Se o Anjo do Senhor disse – se esse Anjo disse algo contrário a esta Palavra, não seria o Anjo do Senhor”. O Anjo do Senhor vindicará a Palavra. Isso é exatamente o que Ele sempre fez através de cada era. Ele ainda faz a mesma coisa. Ele fica com a Palavra. E qualquer ministro ungido com o Espírito Santo ficará com a mesma Palavra, porque a Bíblia disse que a Bíblia inteira foi escrita pelo Espírito Santo, e como vocês podem ter o Espírito Santo e negar o que a Bíblia diz? O mesmo Espírito em você dá testemunho que não está bem. É crença. O destruidor [lagarta], esteve comendo (isso é tudo, veem?), comendo as coisas verdadeiras de Deus. Sim, senhor.
143 Palavra sem autoridade, que é contrária à doutrina dos apóstolos. Oh, senhor. Esta é a doutrina apostólica; esta é a Bíblia; este é o Espírito Santo. Cada palavra nela é verdadeira. Vocês somente creiam e aceitem, e não retrocedam d’Ela, e vejam cada promessa se cumprir. A manifestação de Deus está presente nestes momentos.
A DOUTRINA DO SENHOR JESUS
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 27 de maio de 1984
Cayey Porto Rico
O Senhor Jesus, sendo o profeta enviado por Deus para aquele tempo, para cumprir os planos e propósitos divinos para aqueles dias, para aquela era, para aquela dispensação, sabia quem Ele era. Ele conhecia o que Ele estava ensinando. Ele sabia que Sua doutrina não era d’Ele mesmo, mas daquele que o havia enviado. Sua doutrina vinha, então, do Seu Pai celestial; por isso Ele podia dizer: “Minha doutrina, minha doutrina não é minha, mas de quem me enviou”i.
Porque quando uma pessoa é enviada para realizar um trabalho, é enviada com as instruções correspondentes a esse trabalho, tem que conhecer o trabalho que vai realizar. E Jesus, sendo enviado para um propósito divino, tinha o conhecimento da Obra que lhe correspondia fazer, e tinha o conhecimento das coisas que Ele devia ensinar naqueles dias.
E que outra coisa ia ensinar a não ser aquilo que Ele ia fazer? Por isso Jesus em Seu ministério ensinava a Palavra de Deus, falava as coisas correspondentes para aquele tempo.
E de onde Ele tirava toda essa doutrina, todo esse ensinamento? De quem o enviou. E quem o enviou tinha mostrado a Moisés, e aos profetas anteriores a Jesus, as coisas que Ele realizaria naqueles dias, e as coisas que correspondiam ser ensinadas pela pessoa que que realizaria esse trabalho.
Por isso você encontrará Jesus sempre utilizando a Palavra daquele que o enviou; por isso Ele dizia: “A Palavra que eu falo não é minha, mas de quem me enviou”. Por isso em outra ocasião Ele disse: “A Palavra que me deste, lhes dei, e eles a receberam”ii. Era a Palavra de quem o tinha enviado, era o ensinamento do Pai celestial, era a doutrina de Deus; porque o ensinamento é a doutrina; a doutrina de quem o enviou. E a doutrina de quem o enviou veio se converter na doutrina de Jesus, do Enviado.
Porque quando o Enviado recebe essa doutrina, esse ensinamento, a come e se encarna nele, então todo mundo vê que é o ensinamento, a doutrina desse homem; mas ele sempre dirá: “Minha doutrina não é minha, mas sim de quem me enviou”.
(…) Sempre que uma porção ou a plenitude da Palavra de Deus se encarna na Terra em uma pessoa, a Palavra está ao alcance dos seres humanos para poder comer essa Palavra; porque essa Palavra então se expressará, se manifestará através da pessoa na qual está encarnada. Essa pessoa então falará essa Palavra, ensinará essa Palavra; e sua doutrina então não será dele, mas d’Aquele que o enviou. E Aquele que o enviou encarna essa Palavra nessa pessoa, para poder se expressar aos seres humanos e que os seres humanos possam comer dessa Palavra que lhes dará vida eterna.
“Essa é minha doutrina (disse Jesus), a que recebi do Pai, a qual não é minha, mas de quem me enviou”.
Sempre o Enviado vem com a doutrina, com o ensinamento de quem o enviou, e sempre se encontra com o mesmo problema: se encontra com o problema que as pessoas aqui na Terra estabeleceram suas próprias doutrinas, e quando vem a doutrina do Céu, a doutrina de Deus tropeça com a doutrina dos homens.
Por isso o Senhor dizia aos Seus discípulos: “Cuidem-se do fermento, da doutrina dos fariseus”. Também o Senhor Jesus dizia: “Que por vossas tradições invalidais a Palavra de Deus”; por essas doutrinas humanas, estabelecidas pelos homens, invalidam a doutrina de Deusiii.
E quando vem a doutrina de Deus para uma era ou uma dispensação sempre acontece o mesmo: há uma luta. Muitas pessoas não compreendem que começou uma nova era ou uma nova dispensação no Programa de Deus, e as pessoas creem que as coisas devem continuar caminhando como estavam caminhando primeiro, continuar ensinando o mesmo que estava ensinando primeiro; e querem ficar estancados [parados] e não caminhar em frente a uma nova era ou uma nova dispensação.
Isto foi o que aconteceu nos dias de Jesus. As pessoas tinham a Lei de Moisés, o ensinamento, a doutrina de Moisés; mas quando apareceu Jesus, as pessoas tinham que se mover de uma dispensação para outra dispensação nova que estava começando: com um novo mensageiro e com uma doutrina trazida pelo Senhor Jesus da parte de quem o tinha enviado; e quem o enviou foi o mesmo que enviou a Moisés muitas centenas ou milhares de anos atrás.
Mas as pessoas não compreendem que há novas eras e novas dispensações, e interpretam mal aos mensageiros que Deus envia em cada era ou cada dispensação; e pensam e dizem: “Esta é uma nova doutrina, um novo ensinamento”, e começam a dizer: “Nós ficamos com o velho, e o novo não o queremos”.
(…) E assim como podia dizer Moisés: “Minha doutrina não é minha, mas de quem me enviou, porque Ele pôs no meu coração e na minha boca essa doutrina, esse ensinamento, para dá-la a vocês”, também Jesus podia dizer e o dizia; e também cada mensageiro de cada era ou dispensação.
E assim também poderá fazer o Enviado que Deus tiver para o tempo final, conforme a promessa do tempo final, onde o Senhor Jesus Cristo diz: “Eu, Jesus, enviei o meu anjo, para vos testificar estas coisas nas igrejas”.
O Senhor Jesus diz que envia Seu Anjo, e Seu Anjo virá para dar testemunho destas coisas apocalípticas a todas as Igrejas. E o ensinamento, o testemunho, a doutrina do Enviado do Senhor Jesus, não será uma doutrina dele mesmo, mas de quem o enviou: será a doutrina do Senhor Jesus Cristo. Esse será o ensinamento que teremos no tempo final.
E ele poderá dizer como disse Moisés ou como disse Jesus: “Minha doutrina não é minha, mas de quem me enviou, do Senhor Jesus; e é para todas as Igrejas, para todas as nações, para todos os seres humanos e para todos os idiomas”.
Portanto, em nosso tempo a doutrina do Senhor Jesus será escutada, será também recebida por aqueles que terão ouvidos para ouvir o que o Senhor terá para nos dizer através de Seu mensageiro, de Seu Enviado; ele não trará nada de si mesmo. E para assegurar [garantir] que não trará nada nem de si mesmo nem de nenhuma doutrina terrena dos homens, acontecerá como com Jesus e com Moisés; porque com os mensageiros dispensacionais ocorre dessa maneira.
(…) Assim que o Senhor Jesus Cristo tinha razão quando disse: “Minha doutrina não é minha, mas de quem me enviou. Minha doutrina não é deste mundo, não é da Terra, mas do Céu”, por isso Ele podia falar de Sua doutrina. Mas essa doutrina que era do Céu, do Pai, se tornou Sua doutrina porque se fez carne n’Ele; mas era de cima, que desceu em um homem que tinha as duas consciências juntas e podia captar essa doutrina, esse ensinamento, e esse ensinamento podia se fazer carne n’Ele para revela-lo aos demais seres humanos.
Que coisa o Senhor ensinou em Sua doutrina? Pois todas as coisas que correspondiam ao Programa de Deus para esse tempo; e profetizou das coisas que estavam no futuro.
E hoje em dia, a doutrina do Senhor Jesus será revelada a todas as Igrejas. Já não será a doutrina da igreja tal ou a doutrina da denominação tal, mas será a doutrina do Senhor Jesus, a qual Ele nos vai enviar através de Seu Anjo Mensageiro para que dê testemunho destas coisas em todas as Igrejas.
O Apocalipse será entendido conforme a doutrina do Senhor Jesus. O Apocalipse é o livro trazido, dado, ditado, revelado pelo Senhor Jesus Cristo através do Seu Anjo.
Quem melhor que o Anjo do Senhor poderá entender esse livro? Se ele for o comissionado para trazer a revelação de Jesus Cristo, a revelação apocalíptica, quem poderá parar ao seu lado para dizer: “Eu poderei entender melhor que você, ou poderei ensinar melhor que você?” Se não aparece nenhum outro no Apocalipse ensinando esse livro, a não ser ele!
Porque o Senhor Jesus, assim como enviou a João Seu Anjo para que lhe trouxesse a revelação divina, a revelação de Jesus Cristo, que o envie neste tempo final para que nos traga a revelação de Jesus Cristo, e nos dê a doutrina de Jesus Cristo nestes dias finais, e nos ensine as coisas que nós desejamos entender.
Porque como entenderemos se não há quem nos ensine? E como entenderemos bem, se o Senhor não nos envia Seu Anjo que Ele tanto prometeu nos enviar neste tempo final? Mas Ele não falhará. Ele não falhará em enviá-lo para que nos ensine, para que nos dê testemunho de todas estas coisas apocalípticas que Ele deu a João.
Não falhemos em vê-lo quando ele vier com a sua doutrina do Céu, com a sua doutrina (que não será sua doutrina mas a doutrina daquele que o enviou), não o deixemos passar derpercebido. Ele virá dando testemunho de tudo isto que disse a João o discípulo amado aqui no livro do Apocalipse; ele será conhecido por sua doutrina, por sua mensagem; porque ele virá dando testemunho de todas estas coisas. Ele então será a pessoa enviada pelo Senhor Jesus para nos fazer entender os mistérios do Reino de Deus, do Reino dos Céus nestes dias finais.
A REVELAÇÃO DE JESUS CRISTO
DAS COISAS QUE DEVEM ACONTECER
Parte I
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 27 de março de 1994
Santafé de Bogotá, Colômbia
Na revelação apocalíptica estão, em forma simbólica, as coisas que devem acontecer no fim do tempo. E para que não aconteça com o povo e com as coisas que Deus estará realizando no fim do tempo, como aconteceu com as coisas que Deus fez no passado: que deram diferentes interpretações, e uns têm uma linha de interpretação diferente de outros, e cada seita religiosa interpreta estes eventos do passado, estes eventos históricos, e também doutrinas da Dispensação da Lei e da Dispensação da Graça, uns as interpretam em uma forma e outros em outra forma, muitas das doutrinas e ensinamentos…
Para que isto não aconteça no fim do tempo no meio dos filhos de Deus, no meio dos escolhidos, Jesus Cristo diz assim (e esta é a única solução para que não haja diferentes interpretações): Apocalipse 22, versículo 6:
“E disse-me: Estas palavras são fiéis e verdadeiras. O Senhor, o Deus dos espíritos dos profetas, enviou o seu anjo, para mostrar aos seus servos as coisas que em breve hão de acontecer”.
Jesus envia Seu Anjo Mensageiro para mostrar aos Seus servos as coisas que em breve devem acontecer. E em Apocalipse 22, versículo 16, diz Jesus:
“Eu, Jesus, enviei o meu anjo, para vos testificar estas coisas nas igrejas”.
Aqui está a solução para todas as Igrejas, para que não haja diferentes interpretações das coisas que devem acontecer no fim do tempo: Jesus envia Seu Anjo Mensageiro.
O mesmo Anjo que enviou a João o apóstolo em teofania, o envia no fim do tempo em carne humana com o espírito e virtude de Elias e de Moisés, para dar testemunho destas coisas nas Igrejas, para dar testemunho de todas estas coisas que em breve devem acontecer, para que assim todos possam entender as coisas que estão acontecendo no fim do tempo, conforme a revelação de Jesus Cristo das coisas que devem acontecer, e assim possam ver o significado correto destes símbolos apocalípticos das coisas que devem acontecer no fim do tempo, quando as eras da Igreja gentia terminaram.
FUNDAMENTADOS SOBRE A ROCHA
Dr. William Soto Santiago
Quarta-feira, 12 de julho de 2000
Xalapa, México
É necessário que a pessoa se mantenha estudando, lendo a Bíblia, lendo as mensagens, escutando assim a Palavra de Deus, para que continue aprofundando nas coisas de Deus, continue aprofundando para que sua casa esteja bem fundada sobre a Rocha.
Portanto, é necessário que a pessoa cresça no conhecimento de Jesus Cristo e todo Seu Programa, conheça Suas doutrinas (as doutrinas de Cristo), conheça todas estas coisas de Cristo e Seu Reino, para que assim a pessoa esteja bem fundada sobre a Rocha.
Não seja a pessoa um crente passageiro, um crente que somente vai aos domingos à Igreja para que não digam que é um herege, mas que digam: “Esse é um cristão”. Não deve ser assim, a pessoa deve aprofundar na Palavra de Deus, em todo o Programa de Cristo para nosso tempo, como também deve conhecer o Programa que Cristo realizou em eras passadas e em dispensações passadas.
E vejam, quando aprofundamos, então podemos ver por que Cristo podia dizer: “Antes que Abraão nascesse; eu sou”. E podia dizer: “Abraão desejou ver meu dia; o viu e se alegrou”. Como vamos entender isto se não aprofundarmos nas Escrituras, não aprofundarmos nas coisas de Deus, na Bíblia? Então, quando aprofundamos então podemos ver que aquele Elohim que apareceu a Abraão com Seus Arcanjos Gabriel e Miguel, era Jesus Cristo em Seu corpo teofânico.
Veem? Mas se a pessoa não aprofunda, então não entende a Palavra, não compreende o que Cristo falou, não compreende o que os apóstolos falaram, e muito menos compreenderão o que o livro do Apocalipse falou.
UM POVO QUE SEGUE A COLUNA DE FOGO
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 19 de maio de 2002
Cali, Colômbia
Portanto, uma Mensagem dará lugar a outra Mensagem; ou seja: conecta-se uma Mensagem com a outra Mensagem; e assim é como estará acontecendo neste tempo final.
E essa Mensagem estará tomando os escolhidos do Último Dia e os estará colocando na era correspondente a este tempo. Não os pode deixar fora de passo em uma era passada, porque isso seria estar (o grupo de escolhidos de Deus) fora da era, fora de passo. Têm que ser colocados na era correspondente a este tempo, que é a Era da Pedra Angular, a parte alta do Corpo Místico de Cristo, a Era da Pedra Angular.
Agora, vejam como uma Mensagem está prometida para este tempo final. Diz na página 157, parágrafo 1407, diz:
1407 – “Estou somente edificando. A hora está próxima, à mão, quando vocês verão algo acontecer, quando algo vai ter lugar. E todo este fundamento aqui, só foi colocando uma base, para uma curta Mensagem rápida, que sacudirá todas as nações”.
E agora, tudo o que nosso irmão Branham pregou, toda esta Mensagem que ele trouxe foi pondo o fundamento para uma nova Mensagem que virá; e isso temos que entendê-lo claramente para poder receber uma Mensagem nova. Se é uma Mensagem nova, pois essa é para uma nova era e para uma nova dispensação.
MINHA DOUTRINA É DAQUELE QUE ME ENVIOU
(Reunião de Ministros)
Dr. William Soto Santiago
Segunda-feira, 28 de novembro de 2005
Cali, Colômbia
Portanto, para este tempo final veremos no meio do cristianismo uma manifestação grande de Deus, assinalada pelo reverendo William Branham como a manifestação da Terceira Etapa; que será para a Igreja-noiva, será também para a igreja representada nas virgens insensatas, o cristianismo nominal; e também essa manifestação será para o mundo. E, consequentemente, também o povo hebreu a verá, e o povo hebreu receberá bênção: aqueles que a virem em forma positiva e reconheçam que não é nem são doutrinas humanas, mas é a Voz de Deus por meio do Seu Espírito Santo em um homem do Último Dia, da Igreja do Senhor Jesus Cristo.
Portanto, a doutrina de Jesus Cristo lá, não era d’Ele mesmo nem dos homens mas de quem estava n’Ele: o Pai.
E para o Último Dia a doutrina do Anjo do Senhor Jesus Cristo, desse mensageiro de Deus para o Último Dia, não será de si mesmo, mas de Jesus Cristo que estará nele em Espírito Santo se manifestando e nos falando todas estas coisas que em breve devem acontecer; para o qual todos teremos a oportunidade de examinar seu ensinamento com a Escritura, e examinar as promessas que há para nosso tempo; e o encontraremos no centro da Escritura, desde Gênesis até Apocalipse.
E então daremos graças a Deus e diremos como disseram nos dias da viúva de Naim quando Cristo ressuscitou o filho da viúva de Naim, e todos se maravilharam e disseram, e tiveram grande temor e disseram: “Deus visitou o seu povo, porque um grande profeta se levantou entre nós”iv; um profeta dispensacional.
E para este tempo final, quando ocorrer a ressurreição dos mortos em Cristo, não haverá dúvida que vão dizer da mesma forma; porque foi com uma ressurreição lá.
Portanto, haverá um grande profeta dispensacional neste tempo final no meio da Igreja, para fazer o entrelace da Dispensação da Graça com a Dispensação do Reino; e o povo hebreu ser abençoado e entrar no Novo Pacto, e estar coberto com o Sangue do Novo Pacto, e obter o perdão dos seus pecados como nação, e também como indivíduos os 144.000 hebreus; e o Sacrifício de Expiação reconhecê-lo; pois já não têm sacrifício de expiação de um animalzinho, mas há um Sacrifício de Expiação por Israel e por todo ser humano, e por todas as nações: O Sacrifício de Cristo na Cruz do Calvário. Esse é o Sacrifício universal para Israel e para todas as nações, para Israel e para todo filho de Deus disperso pelo mundo inteiro nas diferentes eras e dispensações.
“Minha doutrina é daquele que me enviou”, assim disse Cristo e assim dirá Seu Anjo no Último Dia.
O ANO DO JUBILEU
Dr. William Soto Santiago.
Domingo, 2 de janeiro de 2011
Cayey, Porto Rico
Agora, o Dia de Pentecoste, encontramos que trouxe a vinda do Espírito Santo e produziu uma transformação; mas observem uma coisa: essas pessoas que receberam o Espírito Santo no Dia de Pentecoste, no dia 50 desde a partida de Cristo até o Dia de Pentecoste, estiveram com Cristo; ou seja: eram crentes em Cristo. É para cristãos também, a transformação dos que estarão vivos e a ressurreição dos mortos crentes em Cristo.
E depois que Cristo esteve por uns 40 dias com Seus discípulos; já ressuscitado, aparecendo em diferentes ocasiões, não menos que oito vezes, não menos que oito ocasiões, em seguida lhes disse: “Permaneçam em Jerusalém até que sejam cheios do Espírito Santo, dentro de não muitos dias”.
Seria dentro de uns 10 dias, mas Ele não disse quantos dias faltavam para chegar o Espírito Santo, para receber o Espírito Santo.
Essas pessoas estavam unânimes juntas, orando e esperando a vinda do Espírito Santo no aposento alto; e ainda o mesmo dia 50 eles estiveram durante a tarde e a noite esperando o Espírito Santo; e na manhã chegou o Espírito Santo, foi derramado o Espírito Santo sobre 120 pessoas.
Estavam todos unânimes e juntos. Não somente juntos, mas unânimes também: pensando na mesma coisa, estavam de acordo no mesmo que estavam esperando, não tinham interpretações diferentes do que estavam esperando, tinham um conhecimento claro do que estavam esperando; e não estavam em disputas quanto a assuntos doutrinais, mas que estavam esperando a vinda do Espírito Santo, que foi dito pelo Senhor Jesus Cristo.
Foi na manhã, cedo na manhã, bem cedo na manhã, que veio o Espírito Santo.
Vimos que para o Ano de Pentecoste, onde virão grandes bênçãos da parte de Deus, no Último Dia, desde a tarde e etapa da noite, estarão esperando essa transformação os vivos em Cristo; e os mortos, pois esperando seu regresso com Cristo à Terra para ter os corpos imortais. Pois Cristo, quando terminar Sua Obra de Intercessão no Céu, passará pelo Paraíso; como fez quando esteve morto: passou pelo Paraíso, onde estava Abraão, Isaque e Jacó e todos os patriarcas, e os Santos, os profetas e todas essas pessoas, e ressuscitaram com Cristo.
Impresso em Porto Rico
i São João 7:16
ii São João 14:24 / 17:8
iii São Mateus 16:5-12 / São Marcos 7:6-9
iv São Lucas 7:16
[:]