ESTUDIO BÍBLICO #244
VIERNES, 7 DE OCTUBRE DE 2022
TEMA: LA FUENTE DEL AGUA DE LA VIDA
Dr. William Soto Santiago
Martes, 28 de octubre de 1997
(Segunda actividad)
Valparaíso, Chile
Escritura: Apocalipsis 21:1-7
EL LEGISLADOR
Dr. William Soto Santiago
Sábado, 5 de junio de 1982
Cayey, Puerto Rico
Y tenemos que ver una cosa: El aceite que el candelabro usaba, el aceite que usaba el candelabro, era el aceite que salía de los dos olivos o las dos olivas, que vertían aceite por dos tubos de oro; pero cada lámpara usaba una porción.
¿De dónde salió el Mensaje de cada mensajero? Llegó a ellos, pero recuerde, ¿de dónde salió el Mensaje de Moisés? Recuerde que la cosa está más alta, y baja a una dispensación que va a pasar; pero la Fuente está arriba. Por eso, aunque pase esa dispensación con las cosas que fueron para esa dispensación, como la Fuente sigue fluyendo, entonces abre una nueva dispensación. Por eso lo que llegó a una dispensación vino de otra dispensación que está más alta, pero que todavía no estaba manifestada al público.
Vamos a decirlo de la siguiente manera: Se comienza a correr el tiempo abajo, y ahí se corre una dispensación, y en esa dispensación se corren siete edades; después de eso, se sube un poco más y se comienza una nueva dispensación. Pero eso está ahí; lo único, que no ha llegado el tiempo; y como no ha llegado, pues, cuando le toca el tiempo para una dispensación —aunque la otra está ahí—, no puede manifestarse, porque su tiempo no ha llegado. Solamente lo que ocurre es un reflejo de esta acá, en este momento, que es el presente para esa gente; porque se vive el presente.
El futuro solamente puede reflejarse en el presente; y el presente es un reflejo del futuro.
UN CLAMOR CELESTIAL
Dr. William Soto Santiago
Martes, 6 de julio de 2010
Quito, Pichincha, Ecuador
Vean, para el tiempo de Moisés, la construcción del tabernáculo fue por medio de la labor que Moisés y el pueblo llevó a cabo. Y también en el tiempo del rey Salomón, el proyecto de la construcción del templo para Dios se llevó a cabo por medio del rey Salomón y el pueblo que se unió a él para esa construcción.
Así será en este tiempo final, en donde el pueblo se unirá en este proyecto divino, del cual ya tiene conocimiento que está prometido, que está profetizado, y que la presencia de Dios va a estar manifestándose en toda Su plenitud.
Y eso será una Gran Carpa Catedral para Dios manifestarse en toda Su plenitud, y en donde se estará hablando el contenido del Libro sellado con siete Sellos; se estarán hablando las Trompetas, o sea, dándose a conocer las Trompetas (lo que hablaron las Trompetas); y también las Copas; y las Plagas contenidas en esas Copas, y derramadas sobre la Tierra.
Por lo tanto, habrá Palabra de Dios para el pueblo en el cumplimiento de La Gran Carpa Catedral.
Y la presencia de Dios, la Columna de Fuego, estará allí; aun el Ángel que acompañaba al reverendo William Branham también va a estar allí. Por lo tanto, el Ángel que acompañaba al profeta Moisés y al pueblo hebreo, al cual libertó de la esclavitud en Egipto, va a estar allí. O sea que va a haber una presencia y manifestación de ángeles divinos, ángeles de Dios, en el cumplimiento de La Gran Carpa Catedral. Allí se cumplirá la Tercera Etapa, esa manifestación grande de parte de Dios.
Recuerden que la Tercera Etapa es parte de dos etapas anteriores. Le fueron mostradas al reverendo William Branham en un lugar donde vio mucha agua, un lago, y donde vio muchos peces, truchas (que son ricas), y vio peces pequeños y también allí estaban peces muy grandes.
Le fue dicho, el Ángel le dijo al reverendo William Branham: “Te voy a enseñar a pescar”. Recuerden que todo eso, la pesca física, es tipo y figura de la pesca espiritual: la pesca de almas para el Reino de Cristo en el mar de naciones, pueblos y lenguas.
Y en la primera etapa tenía que tirar el anzuelo, con la línea o el hilo, y luego de eso darle un halón suave, poco a poco, y los peces lo seguirían, peces pequeños; y luego los peces grandes, al ver los peces pequeños siguiéndolo, vendrían también. Recuerden que los peces grandes, en los ríos y en el mar, buscan a los peces pequeños para comérselos.
Y le fue dicho: “Y cuando tú veas a los peces pequeños… (ya esa era la Primera Etapa, y después la Segunda Etapa), cuando veas a los peces pequeños siguiendo la carnada, van a venir los peces grandes. Tú vas a dar un halón (no muy fuerte), y entonces van a venir los peces grandes al ver a los peces pequeños; porque cuando se dé el haloncito, entonces nadan más rápido los peces pequeños para ir a tomar la carnada”. Y luego, más adelante, entonces corresponde el halón más grande, porque va a pescar los peces grandes. Casi nadie va al río o a un lago o al mar para pescar peces pequeños; siempre quieren pescar peces grandes.
Y entonces para la Tercera Etapa era que iba a pescar los peces grandes, peces escogidos.
Pero cuando le tocó dar el halón en esa Segunda Etapa, lo dio muy fuerte; y pescó, pero pescó uno de los pececitos pequeños; y era tan pequeño que parecía la carnada que estaba en el anzuelo. Y luego se enredó todo el hilo de pescar, y ya el Ángel pues le llamó la atención, y le dice: “Yo te dije que dieras un halón suave”. Y entonces no lo hizo así; dio un halón muy fuerte, y se salió también del agua el anzuelo con el pescadito pequeño (o sea, salió a flote).
Todo eso es tipo y figura de la pesca de almas.
Y ahí se detuvo, y entonces pasó a otra visión. La Tercera Etapa ahí no fue cumplida.
Es pasado a otra visión donde también sucede lo mismo: cuando está con un zapatito de bebé, coloca el hilo (no sé cómo le llaman acá) para colocarlo por el agujero del zapatito, y toma la parte que no entra; y el Ángel le dice: “Lo tienes mal, el hilo”. Y entonces mira al otro lado, y entonces el otro lado tenía algo de metal para que pudiera entrar.
Todo eso fue tipo y figura de las cosas que sucedieron en su ministerio, tratando de enseñar cosas sobrenaturales a niños de la séptima edad, de la edad pentecostal; y causó muchas imitaciones, muchos imitándolo; y entonces ponían su mirada en esas otras personas, en vez de permanecer mirando la manifestación del Espíritu Santo a través del reverendo William Branham.
Luego fue subido a una dimensión más alta y fue llevado a una Gran Carpa Catedral, y allí vio todo lo que estaba sucediendo.
No era suya, porque estaba en operación esa Carpa, estaban llevándose a cabo actividades y llamamiento al altar; predicación y llamamiento al altar y todas estas cosas. Y vio que era una Carpa Catedral, y vio a muchas personas, llamamiento al altar; y luego vio que hicieron una línea de oración para orar por los enfermos.
Y vio un cuartito pequeño; y en el cuartito: personas allí frente, que estaban a cargo de recibir las personas que eran traídas para orar por ellas; y entraban por una puerta a ese cuartito pequeño, y salían por la otra puerta dando testimonio de que habían sido sanados. Pero cuando se les preguntaba: “¿Qué sucedió?, ¿cómo sucedió?”, ellos decían: “No sé cómo sucedió, pero sucedió”.
Y entonces el reverendo William Branham pregunta: “¿Por qué en ese lugar, en ese cuartito pequeño?”. Le fue dicho: “¿No dijo el Señor: ‘Cuando oras, no seas como los hipócritas (o sea, que oran en alta voz y para que todo el mundo los vea, y digan y piensen que son gente espirituales), sino entra en tu cámara secreta, ora a tu Padre que te ve en secreto; y tu Padre celestial te recompensará en público’?”1.
Vean dónde se cumplen plenamente esas palabras de Cristo. Porque son palabras que se cumplen en individuos cuando oran en sus hogares, y también en este Programa Divino de Cristo con Su Iglesia.
Por lo tanto, ese lugarcito va a ser una cámara secreta para el que le corresponde orar en ese lugar; y Cristo lo va a recompensar públicamente. Y saldrán dando testimonio de la bendición que han recibido: la sanidad de su cuerpo.
Y le fue dicho: “Eso será la Tercera Etapa”.
Por lo tanto, el Ángel que lo acompañaba, y la Columna de Fuego, van a estar dentro de ese cuartito pequeño también. Por lo tanto, habrá una Carpa Catedral donde estará un cuartito pequeño y donde estará la presencia del Señor; y eso será en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, en la edad que corresponde a nuestro tiempo, que es la Edad de la Piedra Angular.
No puede ser para la séptima edad de la Iglesia, la séptima edad que corresponde a la edad pentecostal, porque ya esa edad pasó, ya el mensajero de ella terminó su labor. Por lo tanto, viene otra etapa en el Programa Divino, donde se va a cumplir la Tercera Etapa y en donde los peces grandes van a ser pescados.
Será una manifestación grande la que Dios tiene para llevar a cabo en el cumplimiento de esa Visión de la Carpa.
Por lo tanto, habrá personas de fe, que estarán creyendo en esas promesas divinas; y no solamente creyendo, sino trabajando para hacerla una realidad, porque “la fe sin obras es muerta”2.
Por lo tanto, habrá personas que dirán: “Yo creo la Visión de la Carpa”; pero si no hacen nada, de nada les sirve decir que creen.
Habrá personas que dirán: “Yo creo y trabajo para que se haga realidad la promesa de la Visión de la Carpa. Por lo tanto, muéstrame tu fe por tus obras. ¿Qué estás haciendo?, que yo te mostraré mi fe por las obras, el trabajo que estoy haciendo en pro del cumplimiento de esa Visión de la Carpa”.
Así va a culminar la Iglesia del Señor Jesucristo, para luego ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Dios va a estremecer este mundo con la Tercera Etapa, con Su presencia en medio de Su Iglesia, cumpliendo esa etapa que está prometida y que se manifestará cuando venga una apretura para la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo.
Pero la persecución completa vendrá en la gran tribulación. Por lo tanto, en el tiempo de la apretura vendrá la manifestación plena del Señor, vendrá la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos; y luego unos diítas más: estrenando el cuerpo aquí en la Tierra; y vamos a ver que funcionará muy bien ese cuerpo nuevo, a tal grado que levantaremos vuelo, como Jesucristo cuando subió al Cielo y se fue a la Casa del Padre celestial.
SALUDO A LOS VALIENTES DEL HIJO DE DAVID
Dr. William Soto Santiago
Miércoles, 11 de marzo de 1998
Encarnación, Itapúa, Paraguay
Ahora, miren ustedes cómo tres valientes de David fueron a la fuente que estaba junto a la puerta de la entrada de Belén, tomaron agua de allí y la llevaron al rey David en el tiempo de la siega, o sea, tiempo de la cosecha. Y vean cómo en el tiempo de la cosecha la muerte también estaba suelta allí: los filisteos estaban allí en guerra contra el pueblo hebreo. Y ahora vean cómo estos valientes llevaron agua de la fuente de David al rey.
Ahora, vean cómo David derramará sobre la tierra el agua: tipifica a Cristo derramando Su Sangre sobre la Tierra allí, en la Cruz del Calvario, para redimir a cada persona que tiene su nombre escrito en el Libro de la Vida del Cordero.
Y ahora, vean cómo en esos valientes de David están representados todos los valientes de Jesucristo de las edades pasadas y también los valientes de Jesucristo, del Hijo de David, en este tiempo final; y ahí también están representados los tres valientes del Hijo de David.
¿Cuáles son los tres valientes del Hijo de David? Los tres valientes del Hijo de David son los ministerios de Moisés, Elías y Jesús.
Vean cómo esos tres ministerios valientes, que fueron manifestados en otro tiempo, estarán manifestados nuevamente para traer el Agua que el pueblo hebreo tomará y el Agua que también nosotros tomamos en este tiempo final.
Dijo el precursor de la Segunda Venida de Cristo que quería que hombres valientes se pararan a su lado para traer esa Agua; y vean, eran los ministerios de Moisés y Elías los ministerios valientes que traerían esa Agua para este tiempo final.
Impreso en Puerto Rico
1 San Mateo 6:6
2 Santiago 2:17