[:es]
ESTUDIO BÍBLICO #18 – VIERNES, 7 DE AGOSTO DE 2020
TEMA: TIEMPO DE COMER DEL MANÁ ESCONDIDO
Dr. William Soto Santiago
Miércoles, 10 de marzo de 1999
Vedia, Buenos Aires, Argentina
Escritura base Apocalipsis 2:17
LIBRO DE LAS EDADES
La Edad de Éfeso – Pág. 102
Rev. William M. Branham
100. Ahora, aquel Árbol allá en el Edén, aquel Árbol que era el origen de Vida, era Jesús. En San Juan, capítulos 6 al 8, Jesús se presenta como el origen de Vida Eterna. Él mismo dijo que era el Pan del Cielo. Él habló del ofrecimiento de Sí mismo diciendo que si algún hombre comiere de Él, nunca moriría. Él proclamó que conocía a Abraham, y que antes de que Abraham fuera, Él era. Él profetizó que Él mismo les daría agua viva y que todo aquel que bebiere de esta agua, nunca jamás tendría sed, sino que viviría eternamente. Él se mostró como el Gran “Yo Soy”. Él es el Pan de Vida, el Pozo de Vida, el Ser Eterno, el Árbol de la Vida. Él estuvo allá en medio del Huerto del Edén así como también estará en medio del Paraíso de Dios.
LIBRO DE LAS EDADES
La Edad de Pérgamo – Pág. 229
Rev. William M. Branham
191. Ahora, con esta idea en la mente, vea el versículo de nuevo: “Daré a comer del maná escondido”. Todos sabemos que el maná era alimento angelical, fue lo que Dios envió sobre la tierra para Israel durante el tiempo de su peregrinación. Era alimento perfecto. Es asombroso cómo era que aquel alimento los mantenía en perfecta salud. Nadie se enfermó. Era todo lo que necesitaban. Cuando el arca fue construida, pusieron una cierta cantidad de maná en ella. Entonces el arca fue colocada detrás del velo, y solo el pontífice se atrevía a acercarse a ella, y tenía que llevar la sangre del sacrificio. El Pan del Cielo, simbolizado por el maná, un día bajó del Cielo y llegó a ser Vida para todos los que creen en Él. Él dijo:
Yo soy el pan de vida.
Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre.
Juan 6:48-51
Cuando Él se fue, nos dejó Su Palabra:
No con solo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale de la boca de Dios.
Mateo 4:4
192. Su Palabra fue pan. Fue el maná perfecto, el cual, si un hombre viviere por él, nunca morirá. Pero inmediatamente después de la muerte de los padres, nadie parecía conocer exactamente bien la verdad, y en poco tiempo este maná parecía estar escondido de la gente. Pero en cada edad Dios empezó a dar de nuevo, por revelación, aquello que estaba escondido, hasta que en este último día, según Apocalipsis 10:7, un profeta vendrá y revelará todos los misterios; y entonces regresará el Señor. Ahora, le digo que en cada edad, los mensajeros recibieron el maná escondido, pero no lo recibieron solamente para ellos, sino más bien fue como cuando a los discípulos les ordenaron servir pan y pescado a las multitudes; Jesús les dio a ellos el alimento partido, y ellos a su vez lo dieron al pueblo. Dios da Su maná escondido al vencedor. No puede ser de otra manera. Él no abrirá Sus tesoros a aquellos que rechazan lo que ya está revelado.
LIBRO DE CITAS – Pág. 1
Yo no fui desobediente a la visión celestial
Rev. William M. Branham
1 – “Yo fui entonces traído a un llano donde una plataforma fue erigida. Aparentemente, estaba bajo una gran carpa o auditorio. Allí había cortinas extendidas detrás de la plataforma. El Señor entonces me dijo que tirara hacia atrás las cortinas, y cuando lo hice yo vi una gran montaña del Pan de Vida. Él entonces dijo: ‘Alimenta a estos’. Y volteándome alrededor yo vi personas vestidas de blanco viniendo de dondequiera, formando una gran audiencia”.
LIBRO DE LAS EDADES
La Edad de Pérgamo – Pág. 230
Rev. William M. Branham
194. Ahora, también hay el pensamiento de la participación futura del maná escondido. Yo pienso que será la participación eterna de la revelación de Jesucristo en las eternas edades venideras. ¿De qué otra manera podríamos empezar a conocer las riquezas inescrutables de Su propio Ser? Todo lo que hemos anhelado conocer, todas nuestras preguntas no contestadas, todo eso será revelado. Será de Cristo, Quien es nuestra vida, que lo recibiremos. ¡Oh, a veces pensamos cuán rico es cuando aquí empezamos a aprender un poco acerca de Él y de Su Palabra, y nos hace regocijar; pero algún día cuando nuestra carne sea cambiada, aquella Palabra y Él llegarán a ser lo que nosotros nunca pensábamos posible!
195. También dice aquí que Él va a dar al vencedor una piedrecita blanca y en (no sobre) la piedra un nombre nuevo, el cual solamente el dueño conoce. Ahora, la idea de un nombre nuevo es una idea bien conocida. Abram fue cambiado a Abraham, Sarai a Sara, Jacob a Israel, Simón a Pedro, y Saulo a Pablo. Estos nombres trajeron un cambio o fueron dados por causa de un cambio. Fue solamente después que los nombres de Abram y Sarai fueron cambiados por el Señor, que llegaron a estar listos para recibir al hijo prometido. En el caso de Jacob, él tenía que vencer, y después fue llamado príncipe. En el caso de Simón y de Saulo, su cambio vino cuando ellos recibieron al Señor. Y hoy día, cada uno de nosotros, los verdaderos creyentes, hemos tenido un cambio de nombre. Somos cristianos. Es un nombre que es común entre nosotros. Pero algún día tendremos otro cambio; ciertamente recibiremos un nombre nuevo. Muy bien puede ser que ese nombre sea nuestro nombre original y verdadero, escrito en el Libro de la Vida del Cordero desde la fundación del mundo. Él conoce nuestro nombre pero nosotros no. Algún día, según Su buena voluntad, nosotros también lo conoceremos.
LA OBRA DEL SÉPTIMO SELLO EN TODAS LAS DIMENSIONES
VOL. I
Pág. 49-50
Una brecha de veinte años
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 17 de marzo de 1985
Cayey, Puerto Rico
Como dice la Escritura, el proverbista [Eclesiastés 11:1-2]: “Echa tu pan sobre las aguas, que después de muchos días la hallarás, la encontrarás; reparte a siete (ya fue repartido a siete en las edades del pasado, a través de cada mensajero de cada edad) y reparte también a ocho”. Porque somos del ocho nosotros.
A siete les fue repartido Maná, Palabra de Dios que descendió del Cielo, la revelación divina para cada edad; y nos preguntábamos: “¿Y no habrá dejado el Señor Jesucristo algo para nosotros?; porque ya a cada mensajero le dio el Mensaje de cada edad, ¿y nos ha dejado a nosotros sin Mensaje?”. Él dijo: “A los que venzan, a los vencedores, yo les daré del Maná escondido; tengo algo escondido para vosotros. No se preocupen que hayan terminado las siete edades donde yo repartí Maná del Cielo; yo escondí Maná, tengo Maná escondido, para repartirle a ocho también”.
QUÉDESE CON LA PALABRA – PARTE X
Pág. 39-40
EL HIJO DE LA MANO DERECHA
Dr. William Soto Santiago
Miércoles, 12 de agosto de 1998
(Tercera actividad)
Reynosa, Tamaulipas, México
Ahora, vean ustedes, dice que le dará a comer del Maná escondido, o sea, de la revelación de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.
Para las siete edades de la Iglesia gentil que ya han transcurrido, la revelación era la revelación de la Primera Venida de Cristo como el Cordero de Dios quitando el pecado del mundo allá en la Cruz del Calvario.
Y esa revelación también nosotros la tenemos en este tiempo final; pero durante las siete etapas o edades de la Iglesia gentil, durante estos dos mil años que han transcurrido, no tenían la revelación de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá; porque esa revelación, que es el Maná escondido que estaría en el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular, sería dado a comer a los hijos e hijas de Dios con el Ángel Mensajero del Día Postrero, el cual es el siervo fiel y prudente que estaría dando ese alimento espiritual a todos los hijos de Dios, ¿dónde? En la Casa de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y ahora, dice [Apocalipsis 2:17]:
“… y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”.
Ese nombre nuevo de la Piedrecita blanca, siendo que la Piedrecita blanca es la Segunda Venida de Cristo, el nombre nuevo de esa Piedrecita blanca es el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo, y ese es el Nombre Eterno de Dios.
Impreso en Puerto Rico
[:en]
BIBLE STUDY #18 – FRIDAY, AUGUST 7, 2020
TITLE: TIME TO EAT OF THE HIDDEN MANNA
Dr. William Soto Santiago
Wednesday, March 10, 1999
Vedia, Buenos Aires, Argentina
Source scripture Revelation 2:17
BOOK OF THE AGES
The Ephesian Age – Page 98
Rev. William M. Branham
Now that Tree back there in Eden, that Tree which was the source of life, was Jesus. In John, chapters 6 through 8, Jesus sets Himself forth as the source of eternal life. He called Himself the Bread from heaven. He spoke of giving Himself and that if a man ate of Him he would never die. He proclaimed that He knew Abraham, and that before Abraham, He WAS. He prophesied that He Himself would give them living waters that if man drank he would never thirst again, but would live eternally. He showed Himself as the GREAT I AM. He is the Bread Of Life, the Well Of Life, the Eternal One, the TREE OF LIFE. He was back there in Eden in the midst of the garden even as He will be in the midst of the paradise of God.
BOOK OF THE AGES
The Pergamean Age – Page 210
Rev. William M. Branham
Now with this thought in mind, look at the verse again. “I will give him the hidden manna.” We all know that the manna was angel food; it was what God sent down upon the grass for Israel at the time of their wanderings. It was perfect food. It was amazing how those little pellets of food kept them in perfect health. No one got sick. It was all they needed. When the ark was made they put some of that manna into it. Then the ark was put behind the veil and only the high priest would dare approach unto it and then he had to have the sacrificial blood. The Bread from heaven, symbolized by manna, one day came down from heaven and became Life for all who believe on Him. He said:
“I am the bread of life. I am the living bread that came down from heaven, if any man shall eat of this bread he shall live forever.”
When He went away He left us His Word, “Man shall not live by bread alone, but by every Word that proceeds out of the mouth of God.”
His Word was bread. It was the perfect manna, which, if a man live by, he shall never die. But right after the death of the fathers, no one seemed to know the exact truth and in a short while this manna seemed to have become hidden to the people. But in every age God began to give back by revelation that which was hidden until in this last day according to Revelation 10:7, a prophet will come and reveal all the mysteries and then the Lord will come. Now in each age, I say, the messengers received hidden truth. But they did not receive it for themselves only. But it is as it was when the disciples were asked to serve the multitudes loaves and fishes; Jesus gave them the broken food, but they in turn gave it to the people. God gives His hidden manna to the overcomer. It cannot be otherwise. He would not open His treasures to those who spurn what is already revealed.
BOOK OF QUOTATIONS (in Spanish) – Page 1
Excerpt from a booklet
Rev. William M. Branham
1 – “I was then brought to a plain where a platform was erected. Apparently, it was under a large tent or auditorium. There were curtains stretched behind the platform. The Lord then told me to pull back the curtains, and when I did so I saw a great mountain of the Bread of Life. He then said: ‘Feed these.’ And turning around I saw people dressed in white coming from everywhere, forming a large audience.”
BOOK OF THE AGES
The Pergamean Age – Page 211
Rev. William M. Branham
Now then, there is also the thought of the future partaking of the hidden manna. I think it will be the eternal partaking of the revelation of Jesus Christ in the eternal ages to come. How else could we begin to know the unsearchable riches of His own Being? All that we have longed to know, all our unanswered questions, all that will be revealed. It will be from Christ Who is our life that we receive it. Oh, sometimes we think we get to know a little of Him and His Word down here, and it is so good, it makes us rejoice; but one day when our flesh changes, that Word and He will become what we had never dreamed possible.
It also says here that He is going to give the overcomer a white stone and in (not on) the stone a new name, which the owner alone knows. Now the idea of a new name is a familiar one. Abram was changed to Abraham, Sarai to Sarah, Jacob to Israel, Simon to Peter, and Saul to Paul. These names either brought about a change, or were given because of a change. It was only after Abram and Sarai had their names changed by the Lord that they were made ready to receive the coming son. In Jacob’s case, he had to overcome and then he was called a prince. In the case of Simon and Saul, when they had received the Lord, their change came. And today each one of us true believers has had a change in name. We are Christians. It is a name common to all of us. But one day we will have another change; we will of a certainty receive a new name. It could well be that name was our true and original name written in the Lamb’s Book of Life from the foundation of the world. He knows the name, but we do not. One day at His good pleasure, we will know also.
THE WORK OF THE SEVENTH SEAL IN ALL DIMENSIONS
VOL. I
P. 49-50
A twenty-year gap
Dr. William Soto Santiago
Sunday, March 17, 1985
Cayey, Puerto Rico
As the Scripture says, the proverbist [Ecclesiastes 11:1-2]: “Cast thy bread upon the waters, that after many days thou mayest find it, thou shalt find it: divide it unto seven (it was already distributed to seven in the ages of the past, through each messenger of each age) and divide it also unto eight.” For we are of the number eight.
Manna was given to seven of them, the Word of God that descended from Heaven, the divine revelation for each age; and we asked ourselves: “Has not the Lord Jesus Christ left something for us?; because He already gave the Message of each age to each messenger, and He has left us without a Message?” He said: “To those who overcome, to the overcomers, I will give of the hidden Manna; I have something hidden for you. Do not worry that the seven ages are over where I gave out Manna from Heaven; I hid Manna, I have hidden Manna, to give to the eight as well.”
STAY WITH THE WORD – PART X
Page 39-40
THE SON OF THE RIGHT HAND
Dr. William Soto Santiago
Wednesday, August 12, 1998
(Third activity)
Reynosa, Tamaulipas, Mexico
Now, notice, it says that He will give him to eat of the hidden Manna, in other words, of the revelation of the Second Coming of Christ, as the Lion of the tribe of Judah, as King of kings and Lord of lords in His Reclaiming Work.
For the seven ages of the gentile Church that have already passed, the revelation was the revelation of the First Coming of Christ as the Lamb of God taking away the sin of the world there on Calvary’s Cross.
And we also have that revelation in this end time; but during the seven stages or ages of the gentile Church, during these two thousand years that have passed, they did not have the revelation of the Second Coming of Christ as the Lion of the tribe of Judah; because that revelation, which is the hidden Manna that would be in the Most Holy Place of the spiritual Temple of Christ, in the Age of the Cornerstone, would be given to eat to the sons and daughters of God with the Angel Messenger of the Last Day, which is the faithful and wise servant who would be giving that spiritual food to all the children of God where? In the House of God, which is the Church of the Lord Jesus Christ.
And now, it says [Revelation 2:17]:
“…and will give him a white stone, and in the stone a new name written, which no man knoweth saving he that receiveth it.”
That New Name of the little white Stone, being that the little white Stone is the Second Coming of Christ, the New Name of that little white Stone is the New Name of the Lord Jesus Christ, and that is the Eternal Name of God.
Printed in Puerto Rico
[:pt]
ESTUDO BÍBLICO #18 – SEXTA-FEIRA, 7 DE AGOSTO DE 2020
TEMA: TEMPO DE COMER DO MANÁ ESCONDIDO
Dr. William Soto Santiago
Quarta-feira, 10 de março de 1999
Vedia, Buenos Aires, Argentina
Escritura base Apocalipse 2:17
LIVRO DAS ERAS
A Era de Éfeso – Pág. 102
Rev. William M. Branham
100. Agora, aquela Árvore lá no Éden, aquela Árvore que era a origem de Vida, era Jesus. Em San João, capítulos 6 ao 8, Jesus se apresenta como a origem de Vida Eterna. Ele mesmo disse que era o Pão do Céu. Ele falou do oferecimento de Si mesmo dizendo que se algum homem comer d’Ele, nunca morreria. Ele proclamou que conhecia Abraão, e que antes que Abraão existisse; Ele era. Ele profetizou que Ele mesmo lhes daria água viva e que todo aquele que beber desta água, nunca, jamais teria sede, mas que viveria eternamente. Ele se mostrou como o Grande “Eu Sou”. Ele é o Pão de Vida, o Poço de Vida, o Ser Eterno, a Árvore da Vida. Ele esteve lá no meio do Jardim do Éden assim como também estará no meio do Paraíso de Deus.
LIVRO DAS ERAS
A Era de Pérgamo – Pág. 229
Rev. William M. Branham
191. Agora, com esta ideia na mente, veja o versículo de novo: “Darei a comer do maná escondido”. Todos sabemos que o maná era alimento angelical, foi o que Deus enviou sobre a terra para Israel durante o tempo da sua peregrinação. Era alimento perfeito. É assombroso como era que aquele alimento os mantinha em perfeita saúde. Ninguém adoeceu. Era tudo o que necessitavam. Quando a arca foi construída, puseram certa quantidade de maná nela. Então a arca foi colocada atrás do véu, e só o pontífice se atrevia a se aproximar dela, e tinha que levar o sangue do sacrifício. O Pão do Céu, simbolizado pelo maná, um dia desceu do Céu e se tornou Vida para todos os que creem n’Ele. Ele disse:
Eu sou o pão da Vida.
Eu sou o pão vivo que desceu do céu, se alguém comer desse pão, viverá para sempre;…
João 6:48-51
Quando Ele se foi, deixou-nos Sua Palavra:
Nem só de pão viverá o homem, mas de toda palavra que sai da boca de Deus.
Mateus 4:4
192. Sua Palavra foi pão. Foi o maná perfeito, o qual, se um homem viver por ele, nunca morrerá. Mas imediatamente depois da morte dos pais, ninguém parecia conhecer exatamente bem a verdade, e em pouco tempo, este maná parecia estar escondido das pessoas. Mas em cada era Deus começou a dar de novo, por revelação, aquilo que estava escondido, até que neste último dia, segundo Apocalipse 10:7, um profeta virá e revelará todos os mistérios; e então o Senhor regressará. Agora, lhe digo que em cada era, os mensageiros receberam o maná escondido, mas não o receberam somente para eles, mas, o melhor, foi como quando aos discípulos ordenaram servir pão e peixe às multidões; Jesus deu o alimento partido, e eles por sua vez o deram ao povo. Deus dá Seu maná escondido ao vencedor. Não pode ser de outra maneira. Ele não abrirá Seus tesouros àqueles que rejeitam o que já está revelado.
LIVRO DE CITAÇÕES – Pág. 1
Eu não fui desobediente à visão celestial
Rev. William M. Branham
1 – “Eu fui então trazido a uma planície onde uma plataforma foi erigida. Aparentemente, estava sob uma grande carpa [tenda] ou auditório. Ali havia cortinas estendidas atrás da plataforma. O Senhor então me disse que tirasse para trás as cortinas, e quando o fiz eu vi uma grande montanha do Pão de Vida. Ele então disse: ‘Alimenta a estes’. E me virando em torno eu vi pessoas vestidas de branco, vindo de onde quer que fosse, formando uma grande audiência”.
LIVRO DAS ERAS
A Era de Pérgamo – Pág. 230
Rev. William M. Branham
194. Agora, também há o pensamento da participação futura do maná escondido. Eu penso que será a participação eterna da revelação de Jesus Cristo nas eternas eras vindouras. De que outra maneira poderíamos começar a conhecer as riquezas inescrutáveis de o Seu próprio Ser? Tudo o que desejamos conhecer, todas nossas perguntas não respondidas, todo isso será revelado. Será de Cristo, quem é nossa vida, que o receberemos. Oh, às vezes pensamos quão rico é quando aqui começamos a aprender um pouco sobre Ele e de Sua Palavra, e nos faz regozijar; mas algum dia quando nossa carne for mudada, aquela Palavra e Ele se tornarão o que nós nunca pensávamos possível!
195. Também diz aqui que Ele vai dar ao vencedor uma pedrinha branca e em (não sobre) a pedra um nome novo, o qual somente o dono conhece. Agora, a ideia de um nome novo é uma ideia bem conhecida. Abrão foi mudado a Abraão, Sarai a Sara, Jacó a Israel, Simão a Pedro, e Saulo a Paulo. Estes nomes trouxeram uma mudança ou foram dados por causa de uma mudança. Foi somente depois que os nomes de Abrão e Sarai foram mudados pelo Senhor, que chegaram a estar preparados para receberem o filho prometido. No caso de Jacó, ele tinha que vencer, e depois foi chamado príncipe. No caso de Simão e de Saulo, sua mudança veio quando eles receberam ao Senhor. E hoje em dia, cada um de nós, os verdadeiros crentes, tivemos uma mudança de nome. Somos cristãos. É um nome que é comum entre nós. Mas algum dia teremos outra mudança; certamente receberemos um nome novo. Muito bem, pode ser que esse nome seja nosso nome original e verdadeiro, escrito no Livro da Vida do Cordeiro desde a fundação do mundo. Ele conhece nosso nome, mas nós não. Algum dia, segundo Sua boa vontade, nós também o conheceremos.
A OBRA DO SÉTIMO SELO EM TODAS AS DIMENSÕES
VOL. I
Pág. 49-50
Uma brecha de vinte anos
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 17 de março de 1985
Cayey, Porto Rico
Como diz a Escritura, o proverbista [Eclesiastes 11:1-2]: “Lança o teu pão sobre as águas, porque, depois de muitos dias, o acharás. Reparte com sete (já foi repartido a sete nas eras do passado, através de cada mensageiro de cada era) e reparte também a oito”. Porque nós somos do oito.
A sete, foi repartido Maná, Palavra de Deus que desceu do Céu, a revelação divina para cada era; e nos perguntávamos: “E o Senhor Jesus Cristo não terá deixado algo para nós? Porque a cada mensageiro, já deu a Mensagem de cada era, e nos deixou sem Mensagem?” Ele disse: “Aos que vençam; aos vencedores, eu lhes darei do Maná escondido; tenho algo escondido para vós. Não se preocupem que tenha terminado as sete eras onde eu reparti Maná do Céu; eu escondi Maná, tenho Maná escondido, para repartir a oito também”.
FIQUE COM A PALAVRA – PARTE X
Pág. 39-40
O FILHO DA MÃO DIREITA
Dr. William Soto Santiago
Quarta-feira, 12 de agosto de 1998
(Terceira atividade)
Reynosa, Tamaulipas, México
Agora, vejam vocês, diz que dará a comer do Maná escondido, ou seja, da revelação da Segunda Vinda de Cristo como o Leão da tribo de Judá, como Rei dos reis e Senhor dos senhores em Sua Obra de Reclamação.
Para as sete eras da Igreja gentia que já transcorreram; a revelação era a revelação da Primeira Vinda de Cristo como o Cordeiro de Deus tirando o pecado do mundo lá na Cruz do Calvário.
E essa revelação também nós a temos neste tempo final; mas durante as sete etapas ou eras da Igreja gentia, durante estes dois mil anos que transcorreram, não tinham a revelação da Segunda Vinda de Cristo como o Leão da tribo de Judá; porque essa revelação, que é o Maná escondido que estaria no Lugar Santíssimo do Templo espiritual de Cristo, na Era da Pedra Angular, seria dado a comer aos filhos e filhas de Deus com o Anjo Mensageiro do Último Dia, o qual é o servo fiel e prudente que estaria dando esse alimento espiritual a todos os filhos de Deus, onde? Na Casa de Deus, que é a Igreja do Senhor Jesus Cristo.
E agora, diz [Apocalipse 2:17]:
“… e dar-lhe-ei uma pedra branca, e na pedra um novo nome escrito, o qual ninguém conhece senão aquele que o recebe”.
Esse nome novo da Pedrinha branca, sendo que a Pedrinha branca é a Segunda Vinda de Cristo, o nome novo dessa Pedrinha branca é o Nome Novo do Senhor Jesus Cristo; e esse é o Nome Eterno de Deus.
Impresso em Porto Rico
[:]