[:es]
ESTUDIO BÍBLICO #94 – VIERNES, 30 DE ABRIL DE 2021
TEMA: DADLE VOSOTROS DE COMER
Dr. William Soto Santiago
Miércoles, 3 de noviembre de 1999
Talcahuano, Biobío, Chile
Escritura base: San Mateo 14:13-21
LIBRO DE CITAS – Pág. 1
Yo no fui desobediente a la visión celestial
Rev. William M. Branham
1 – “Fue en el mes de marzo de 1945, una mañana como a las 3:00 A.M., que nuestro Señor Jesucristo me dio una visión. Él ha hecho esto muchas veces, y yo muy humildemente le alabo por ello. Al principio de esta visión, aparentemente yo estaba caminando al noreste en un camino, cuando el Espíritu me volteó y me apuntó hacia el oeste. Yo estaba frente a una gran montaña. ¡Parecía que era la montaña del Señor! Tenía una torre de iglesia alta y elevada en la cúspide de ella. Se me pidió entonces que fuera al oeste, hacia la montaña. Yo entré a la montaña por una puerta, y adentro fui recibido por una mujer que tenía puesta una vestidura que podría haber sido blanca como la nieve en algún tiempo. Ahora la vestidura estaba bastante manchada. Ella me preguntó si yo era el hermano Billy Branham, y yo respondí: ‘Yo soy’. Ella entonces introdújose a sí misma como la Sra. Metodista. Yo le pregunté a ella por qué las manchas en ese hermoso vestido blanco. Ella respondió: ‘Yo he estado tan ocupada’. Yo entonces le dije a ella: ‘Eso es correcto; ustedes metodistas, tienen tantas organizaciones y sociedades en su iglesia, ustedes no han tenido mucho tiempo para el Señor’. Entonces ella dijo: ‘Me fue dicho que usted sería siendo enviado a mí. ¡Tal vez debería despertar a mi marido!’. Entonces ella desapareció. Mirando hacia mi izquierda, yo miré a un pequeño montón de suave pan cocido. Allí había aves blancas paradas cerca de ello, pero ellas no comían mucho de ello. Entonces el Señor me dijo: ‘¿Los conoces?’. Yo dije: ‘No’. Entonces Él dijo: ‘Ese es tu tabernáculo, y ellos no comen ya más el Pan de Vida. Yo te estoy enviando por este camino’. Entonces yo viajé hacia el oeste. Yo fui entonces traído a un llano donde una plataforma fue erigida. Aparentemente, estaba bajo una gran carpa o auditorio. Allí había cortinas extendidas detrás de la plataforma. El Señor entonces me dijo que tirara hacia atrás las cortinas, y cuando lo hice yo vi una gran montaña del Pan de Vida. Él entonces dijo: ‘Alimenta a estos’. Y volteándome alrededor yo vi personas vestidas de blanco viniendo de dondequiera, formando una gran audiencia”.
LIBRO DE CITAS – Pág. 63
La batalla más grande jamás peleada
Jeffersonville, Ind., 3-11-62
Rev. William M. Branham
550 – “Ahora, esto es, lo que yo estoy diciendo esta mañana, es almacenando comida. Almacenando comida, para que ustedes tengan alguna cosa para comer, para que ustedes tengan algo para hacer un banquete. Obténganlo en sus cintas. Siéntense en lo fresco del cuarto. Quizá cuando yo esté ausente a una larga distancia, ustedes aún se acuerden que estas cosas son verdaderas. Siéntese en su cuarto y escuche. ¿Ven? Y esta es comida, almacenándola en el almacén. Yo no sé a dónde será el viaje. Pero a dondequiera que sea, Él sabe para dónde Él está guiando; yo no. Yo solo sigo”.
LA PROFECÍA ACTUALIZADA
Dr. William Soto Santiago
Lunes, 15 de agosto de 1983
Tizayuca, Hidalgo, México
Ahora, ¿cómo conoceremos nosotros a una persona que se haya comido algo, que se haya comido algo que está escrito; y ese ‘algo’ es la Palabra de Dios, es el Libro de Dios, el Libro de la Redención, es el Título de Propiedad? Él lo convertirá en Palabra, en Mensaje, eso que se comió. Cuando lo saca para afuera, cuando lo manifiesta hacia afuera, lo manifiesta en Mensaje, en Palabra de Dios.
Así será, entonces, que la gente conocerá lo que estaba escrito en ese Librito abierto que trajo el Ángel Fuerte: lo conocerán a medida que lo saque para afuera —con su Mensaje— el que se lo comió. Él no sacará otra cosa, sino el contenido del Librito abierto, del Librito de la Redención, del Título de Propiedad. Y la manera en que serán hechos participantes de ese Libro, del contenido de ese Libro, de las bendiciones de ese Libro, será recibiendo lo que traiga – el Mensaje que traiga el Ángel, el mensajero que se comió ese Librito.
Así también, lo mismo que aconteció con él, acontecerá con aquellos que reciban su Mensaje; pues él les dirá: “Esto es el contenido de ese Librito abierto, esto es la Palabra de Dios. ¡Cómelo!, y endulzará tu boca, será dulce en tu boca; aunque será amargo en tu vientre. Pasarás amargura por comerte el Mensaje Final de Dios; pues está anunciado que habrá un tiempo de apretura”. Esas serán amarguras en el vientre, para aquellos que se hayan comido el contenido de ese Librito.
EL ENVIADO DE JESÚS Y SU OBRA
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 29 de junio de 1986
Bogotá, Colombia
Estamos esperando la transformación de nuestros cuerpos, y ella no puede venir sin la Gran Voz de Trompeta en el fin del siglo, que tocan el ministerio de los Ángeles del Señor, el ministerio de Moisés y Elías, manifestados esos ministerios en el Ángel del Señor Jesucristo, el Benjamín de los profetas, el Enviado del Señor Jesucristo.
Después de esta plática, de esta conferencia, en confianza: El que se quiera ir, se puede ir… Pero yo sé que estarán los representados en Pedro, que dirán: “¿Y a quién iremos?”. ¿A San Pablo? “No”. ¿A la Edad de San Pablo? “No”. ¿A algunas de las edades de la Ley? “Menos…”. ¿A cuál de las siete edades de la Iglesia quiere usted ir en esta mañana?
Sabiendo usted —igual que yo— que estamos en una nueva dispensación, y que solamente hay Palabra de vida eterna en esa nueva dispensación, solamente podemos decir, podemos preguntar: “¿Y a quién iremos? ¡Si solamente en el Ángel del Señor Jesucristo, en el Enviado de Jesús, hay palabras de vida eterna colocadas en su boca por el Señor Jesucristo!”.
Nadie más en esta Tierra tiene el testimonio para todas las iglesias, sino el Ángel del Señor Jesucristo.
LA VERDAD LIBERTADORA
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 6 de julio de 1986
Villavicencio, Colombia
Queremos el Mensaje del Ángel del Señor Jesucristo; y queremos que cada ministro lo reciba y lo dé a conocer a su congregación, sin añadirle ni quitarle.
Por eso el Ángel del Señor, aquí en Apocalipsis, dice: “Porque yo protesto a cualquiera que le quite o que le añada…” (y dice la sentencia que viene para el ministro que se atreva a quitarle o añadirle a ese Mensaje).
Porque ese Mensaje, siendo un Mensaje eterno, siendo un Mensaje perfecto, siendo la Verdad libertadora que necesitan todos los escogidos, los que están vivos y también los que están muertos, para la resurrección de los muertos y para la transformación de los vivos, no se le puede añadir.
Por lo tanto, es necesario que cada ministro lo dé tal y como es; y si no lo entiende muy bien, entonces tenga un televisor y coloque las películas de video para que lo escuchen directamente del mensajero que estará proclamando la Verdad libertadora para el fin del tiempo.
Nosotros no queremos ser unos religiosos más. Nosotros no queremos estar aquí en la Tierra esperando muchísimo tiempo, sino que queremos ser transformados antes de morir; y solamente la Verdad libertadora, la Gran Voz de Trompeta, es la que hará ese trabajo.
Así que no queremos que otra persona meta sus manos, no queremos que otra persona meta su lengua para hablar otra cosa que no sea lo que le es colocado en la boca y el corazón del Ángel Mensajero del Señor Jesucristo, por el mismo Señor Jesucristo.
Que sea eso lo que sea colocado en la boca de todos los predicadores, para que lo proclamen de esa forma. Fuera de eso, no deseamos otro mensaje.
Si alguien nos dice que nos vayamos con él para otro lugar, entonces podemos decirle: “¿Y a quién iremos? Si solamente en el Ángel Mensajero del Señor Jesucristo hay palabras de vida eterna; solamente en el Ángel del Señor Jesucristo estará la Verdad libertadora para el fin del tiempo”.
Que se vaya solo el que se quiera ir; pero a nosotros nadie nos apartará de la Verdad libertadora del Ángel del Señor Jesucristo. Por lo tanto, estemos apercibidos.
(…) Por lo tanto, mantenga usted su fe en la Gran Voz de Trompeta, que viene de parte del Señor en el tiempo del fin del siglo, a través de Su Ángel Mensajero. Mantenga usted su fe en la Verdad libertadora para el fin del tiempo.
No escuche a nadie que le trate de sacar de la Verdad libertadora que el Señor Jesucristo le ha enviado para el fin del siglo a través de Su Ángel Mensajero.
No podemos creer, a la misma vez, en dos cosas distintas. Tenemos que creer solamente en la Verdad libertadora, y permanecer ahí hasta que seamos transformados.
A medida que pasa el tiempo, la Verdad libertadora va abriendo nuestro entendimiento y dándonos a conocer los demás misterios que faltan por ser conocidos; y así es que queremos nosotros conocer los misterios del Reino de los Cielos.
Dios no tiene otra forma para dar a conocer Sus misterios; por lo tanto, cualquier otra forma es una mentira que el diablo trata de hacerle creer a los elegidos, a través de los falsos profetas, que engañarán, si es posible, aun a los escogidos; pero no será posible, porque los escogidos estarán escuchando la Verdad libertadora para el fin del tiempo.
Impreso en Puerto Rico
[:en]
BIBLE STUDY #94 – FRIDAY, APRIL 30, 2021
TITLE: GIVE YE THEM TO EAT
Dr. William Soto Santiago
Wednesday, November 3, 1999
Talcahuano, Biobio, Chile
Source Scripture: Matthew 14:13-21
BOOK OF QUOTATIONS (in Spanish) – Page 1
I was not disobedient to the heavenly vision (booklet)
Rev. William M. Branham
1 – “It was in the month of March, 1945, one morning about 3:00 A.M. that our Lord Jesus Christ gave a vision. This He has done many times and I humbly praise Him for it. At the beginning of this vision, seemingly, I was walking Northeast on a road when the Spirit turned me and pointed me toward the West. I was facing a great mountain. It seemed to be the mountain of the Lord! It had a towering, high church steeple on the top of it. I was then asked to go West toward the mountain. I entered the mountain through a door and on the inside I was met by a woman who had on a garment that might have been snow white at one time. Now the garment was very soiled. She asked me if I was brother Billy Branham and I replied, ‘I am.’ She then introduced herself as Mrs. Methodist. I asked her why the spots on that lovely white garment. She replied, ‘I have been so busy.’ I then said to her, ‘That’s right; you Methodists have so many organizations and societies in your church, you haven’t had much time for the Lord.’ Then she said, ‘I was told that you were being sent to me. Maybe I should awaken my husband!’ Then she disappeared. Looking to my left I saw a small heap of smooth-baked bread. There were white fowls standing near it, but they would not eat much of it. Then the Lord said to me, ‘Did you know them?’ I said, ‘No.’ Then He said, ‘That is your Tabernacle and they won’t eat the bread of life anymore. I am sending you this way.’ Then I journeyed on Westward. I was then brought to a plain where a platform was erected. Seemingly, it was under a large tent or auditorium. There were curtains drawn in back of the platform. The Lord then told me to pull back the curtains and when I did I saw a great mountain of the bread of life. He then said, ‘Feed these,’ and turning around I saw white-robed people coming from everywhere, making up a large audience.”
BOOK OF QUOTATIONS (in Spanish) – Page 63
The greatest battle ever fought
Jeffersonville, IN, 3-11-1962
Rev. William M. Branham
550 – “Now, this is what I’m saying this morning, is storing Food. Storing Food, so that you’ll have something to eat, so that you’ll have something to feast upon. Get It on your tapes. Set in the cool of the room. Maybe, when I’m long ways away, you’ll still remember these things are true. Set in your room and listen. See? And this is Food, storing in, in the storehouse. I don’t know where the trip is. But, wherever it is, He knows where He’s leading; I don’t. I just follow.”
THE UPDATED PROPHECY
Dr. William Soto Santiago
Monday, August 15, 1983
Tizayuca, Hidalgo, Mexico
Now, how will we know a person who has eaten something, who has eaten something that is written; and that ‘something’ is the Word of God, the Book of God, the Book of Redemption, the Title Deed? He will turn it into a Word, into a Message, that which he has eaten. When he brings it out, when he manifests it outward, he manifests it into a Message, into the Word of God.
So it will be, then, that people will know what was written in that open little Book that the Mighty Angel brought: they will know it as he brings it out —with his Message— the one who ate it. He will not bring out anything else, but the content of the open little Book, of the little Book of Redemption, of the Title Deed. And the way you will be made partakers of that Book, of the contents of that Book, of the blessings of that Book, will be by receiving what he brings – the Message brought by the Angel, the messenger who ate that little Book.
So also, the same thing that happened to him will happen to those who receive his Message; for he will say to them: “This is the content of that little open Book, this is the Word of God. Eat it!, and it will sweeten your mouth, it will be sweet in your mouth, though it will be bitter in your belly. You will suffer bitterness for eating the Final Message of God; for it is foretold that there will be a time of squeeze.” Those will be bitterness in the belly, for those who have eaten the content of that little Book.
THE SENT ON OF JESUS AND HIS WORK
Dr. William Soto Santiago
Sunday, June 29, 1986
Bogota, Colombia
We are awaiting the transformation of our bodies, and it can’t come without the Great Voice of Trumpet at the end of the world, that the ministry of the Angels of the Lord sound, the ministry of Moses and Elijah, those ministries manifested in the Angel of the Lord Jesus Christ, the Benjamin of the prophets, the Sent One of the Lord Jesus Christ.
After this talk, after this conference, in all honesty: Whoever wants to go, can go… But I know that there will be those represented in Peter, who will say: “And to whom shall we go?” To Saint Paul? “No.” To the Age of Saint Paul? “No.” To some of the ages of the Law? “Much less…” To which of the seven Church ages do you want to go this morning?
You, knowing —as I do— that we are in a new dispensation, and that there is only the Word of eternal life in that new dispensation, we can only say, we can only ask: “And to whom shall we go, if only in the Angel of the Lord Jesus Christ, in the Sent One of Jesus Christ, there are words of eternal life placed in his mouth by the Lord Jesus Christ!”
No one else on this Earth has the testimony for all the churches, but the Angel of the Lord Jesus Christ.
THE LIBERATING TRUTH
Dr. William Soto Santiago
Sunday, July 6, 1986
Villavicencio, Colombia
We want the Message of the Angel of the Lord Jesus Christ; and we want every minister to receive it and make it known to his congregation, without adding to it or taking away from it.
That is why the Angel of the Lord, here in Revelation, says: “For I protest anyone who takes away from it or adds to it…” (and says the sentence that is coming for the minister who dares to take away or add to that Message).
Because that Message, being an eternal Message, being a perfect Message, being the liberating Truth needed by all the elect, those who are alive and also those who are dead, for the resurrection of the dead and for the transformation of the living, it can’t be added to it.
Therefore, it is necessary for every minister to give it as it is; and if he doesn’t understand it very well, then have a television and put on the video films so that they can hear it directly from the messenger who will be proclaiming the liberating Truth for the end of time.
We don’t want to be just another religious person. We don’t want to be here on Earth waiting a very long time, but we want to be transformed before we die; and it is only the liberating Truth, the Great Voice of Trumpet, that will do that job.
So we don’t want another person to stick his hands in, we don’t want another person to stick his mouth to speak anything other than what is placed in the mouth and heart of the Angel Messenger of the Lord Jesus Christ, by the Lord Jesus Christ Himself.
Let that be what is placed in the mouth of all preachers, so that they proclaim it in that way. Other than that, we desire no other message.
If someone tells us to go with him to another place, then we can say to him: “And to whom shall we go? If only in the Angel Messenger of the Lord Jesus Christ, there are words of eternal life; only in the Angel of the Lord Jesus Christ will be the liberating Truth for the end of time.”
Whoever wants to go, let him go alone; but no one will turn us away from the liberating Truth of the Angel of the Lord Jesus Christ. Therefore, let us be on our guard.
(…) Therefore, keep your faith in the Great Voice of Trumpet, which comes from the Lord at the time of the end of the world, through His Angel Messenger. Keep your faith in the liberating Truth for the end time.
Don’t listen to anyone who tries to pull you out of the liberating Truth that the Lord Jesus Christ has sent you for the end of the world through His Angel Messenger.
We can’t believe, at the same time, in two different things. We must believe only in the liberating Truth, and remain there until we are transformed.
As time goes on, the liberating Truth opens our understanding and makes known to us the other mysteries that remain to be known; and that is how we want to know the mysteries of the Kingdom of Heaven.
God has no other way to make known His mysteries; therefore, any other way is a lie which the devil tries to make the elect believe, through the false prophets, who will deceive, if possible, even the elect; but it will not be possible, because the elect will be hearing the liberating Truth for the end of time.
Printed in Puerto Rico
[:pt]
ESTUDO BÍBLICO #94 – SEXTA-FEIRA, 30 DE ABRIL DE 2021
TEMA: DAI-LHES VÓS DE COMER
Dr. William Soto Santiago
Quarta-feira, 3 de novembro de 1999
Talcahuano, Biobío, Chile
Escritura base: São Mateus 14:13-21
LIVRO DE CITAÇÕES – Pág. 1
Eu não fui desobediente à visão celestial
Rev. William M. Branham
1 – “Foi no mês de março de 1945, uma manhã como às 15h., que nosso Senhor Jesus Cristo me deu uma visão. Ele fez isto muitas vezes, e eu muito humildemente o louvo por isso. No princípio desta visão, aparentemente eu estava caminhando para o nordeste em um caminho, quando o Espírito me virou e me apontou para o oeste. Eu estava diante de uma grande montanha. Parecia que era a montanha do Senhor! Tinha uma torre de igreja alta e elevada no topo dela. Me pediu então que fosse para o oeste, para a montanha. Eu entrei na montanha por uma porta, e dentro fui recebido por uma mulher que tinha posta uma vestimenta que poderia ter sido branca como a neve em algum tempo. Agora a vestimenta estava bastante manchada. Ela me perguntou se eu era o irmão Billy Branham, e eu respondi: ‘Eu sou’. Ela então apresentou a si mesma como a Sra. Metodista. Eu perguntei a ela por que as manchas nesse formoso vestido branco. Ela respondeu: ‘Eu estive tão ocupada’. Eu então disse a ela: ‘Isso é correto; vocês metodistas, têm tantas organizações e sociedades em sua igreja, vocês não tiveram muito tempo para o Senhor’. Então ela disse: ‘Foi dito que você estaria sendo enviado a mim. Talvez deveria despertar o meu marido!’ Então ela desapareceu. Olhando para minha esquerda, eu olhei um pequeno montão de suave pão cozido. Ali havia aves brancas paradas perto dele, mas elas não comiam muito dele. Então o Senhor me disse: ‘Você os conhece?’. Eu disse: ‘Não’. Então Ele disse: ‘Esse é seu tabernáculo, e eles já não comem mais o Pão de Vida. Eu estou te enviando por este caminho’. Então eu viajei para o oeste. Eu fui então trazido a um plano onde uma plataforma foi erguida. Aparentemente, estava sob uma grande carpa [tenda] ou auditório. Ali havia cortinas estendidas atrás da plataforma. O Senhor então me disse que atirasse para trás as cortinas, e quando o fiz eu vi uma grande montanha do Pão de Vida. Ele então disse: ‘Alimenta a estes’. E me virando, ao redor eu vi pessoas vestidas de branco vindo de onde quer que fosse, formando uma grande audiência”.
LIVRO DE CITAÇÕES – Pág. 63
A maior batalha jamais pelejada
Jeffersonville, Ind., 11-3-62
Rev. William M. Branham
550 – “Agora, isto é, o que eu estou dizendo esta manhã, é armazenando comida. Armazenando comida, para que vocês tenham alguma coisa para comer, para que vocês tenham algo para fazer um banquete. Obtenham em suas fitas. Sentem-se no frescor do quarto. Talvez quando eu estiver ausente a uma longa distância, vocês ainda se lembrem que estas coisas são verdadeiras. Sente-se em seu quarto e escute. Veem? E esta é comida, armazenando-a no armazém. Eu não sei para onde será a viagem. Mas a onde quer que for, Ele sabe para onde Ele está guiando; eu não. Eu só sigo”.
A PROFECIA ATUALIZADA
Dr. William Soto Santiago
Segunda-feira, 15 de agosto de 1983
Tizayuca, Fidalgo, México
Agora, como nós conheceremos uma pessoa que tenha comido algo, que tenha comido algo que está escrito; e esse ‘algo’ é a Palavra de Deus, é o Livro de Deus, o Livro da Redenção, é o Título de Propriedade? Ele o converterá em Palavra, em Mensagem, isso que comeu. Quando o tira para fora, quando o manifesta para fora, o manifesta em Mensagem, em Palavra de Deus.
Assim será, então, que as pessoas conhecerão o que estava escrito nesse Livrinho aberto que o Anjo Forte trouxe: o conhecerão à medida que o tirar para fora — com sua Mensagem — o que comeu. Ele não tirará outra coisa, a não ser o conteúdo do Livrinho aberto, do Livrinho da Redenção, do Título de Propriedade. E a maneira em que serão feitos participantes desse Livro, do conteúdo desse Livro, das bênçãos desse Livro, será recebendo quem trouxer – a Mensagem que o Anjo traz, o mensageiro que comeu esse Livrinho.
Assim também, o mesmo que aconteceu com ele, acontecerá com aqueles que recebam sua Mensagem; pois ele dirá: “Isto é o conteúdo desse Livrinho aberto, isto é a Palavra de Deus. Come-o! E adoçará sua boca, será doce na sua boca; mesmo que será amargo no seu ventre. Passarás amargura por comer a Mensagem Final de Deus; pois está anunciado que haverá um tempo desse aperto serão amarguras no ventre, para aqueles que comeram o conteúdo desse Livrinho.
O ENVIADO DE JESUS E SUA OBRA
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 29 de junho de 1986
Bogotá, Colômbia
Estamos esperando a transformação dos nossos corpos, e ela não pode vir sem a Grande Voz de Trombeta no fim do século, que tocam o ministério dos Anjos do Senhor, o ministério de Moisés e Elias, manifestados esses ministérios no Anjo do Senhor Jesus Cristo, o Benjamim dos profetas, o Enviado do Senhor Jesus Cristo.
Depois desta conversa, desta conferência, em confiança: quem quiser ir, pode ir… Mas eu sei que estarão os representados em Pedro, que dirão: “E a quem iremos?” A São Paulo? “Não”. À Era de São Paulo? “Não”. A algumas das eras da Lei? “Menos…”. A qual das sete eras da Igreja quer você ir nesta manhã?
Sabendo você — igual a mim — que estamos em uma nova dispensação, e que somente há Palavra de vida eterna nessa nova dispensação, somente podemos dizer, podemos perguntar: “E a quem iremos? Se somente no Anjo do Senhor Jesus Cristo, no Enviado de Jesus, há palavras de vida eterna colocadas na sua boca pelo Senhor Jesus Cristo!”
Ninguém mais nesta Terra tem o testemunho para todas as Igrejas, a não ser o Anjo do Senhor Jesus Cristo.
A VERDADE LIBERTADORA
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 6 de julho de 1986
Villavicencio, Colômbia
Queremos a Mensagem do Anjo do Senhor Jesus Cristo; e queremos que cada ministro a receba e a dê a conhecer à sua congregação, sem acrescentar nem tirar.
Por isso o Anjo do Senhor, aqui em Apocalipse, diz: “Porque eu protesto qualquer um que tirar ou que acrescentar…” (e diz a sentença que vem para o ministro que se atreva a tirar ou acrescentar a essa Mensagem).
Porque essa Mensagem, sendo uma Mensagem eterna, sendo uma Mensagem perfeita, sendo a Verdade libertadora que todos os escolhidos necessitam, os que estão vivos e também os que estão mortos, para a ressurreição dos mortos e para a transformação dos vivos, não lhe pode acrescentar.
Portanto, é necessário que cada ministro a dê tal e como é; e se não o entende muito bem, então tenha um televisor e coloque as fitas de vídeo para que a escutem diretamente do mensageiro que estará proclamando a Verdade libertadora para o fim do tempo.
Nós não queremos ser uns religiosos a mais. Nós não queremos estar aqui na Terra esperando muitíssimo tempo, mas que queremos ser transformados antes de morrer; e somente a Verdade libertadora, a Grande Voz de Trombeta, é a que fará esse trabalho.
Assim não queremos que outra pessoa coloque suas mãos, não queremos que outra pessoa coloque sua língua para falar outra coisa que não seja o que é colocado na boca e o coração do Anjo Mensageiro do Senhor Jesus Cristo, pelo mesmo Senhor Jesus Cristo.
Que seja isso o que for colocado na boca de todos os pregadores, para que o proclamem dessa forma. Fora disso, não desejamos outra mensagem.
Se alguém nos disser que vamos com ele para outro lugar, então podemos dizer: “E a quem iremos? Se somente no Anjo Mensageiro do Senhor Jesus Cristo há palavras de vida eterna; somente no Anjo do Senhor Jesus Cristo estará a Verdade libertadora para o fim do tempo”.
Que vá sozinho aquele que quiser ir; mas a nós ninguém separará da Verdade libertadora do Anjo do Senhor Jesus Cristo. Portanto, estejamos preparados.
(…) Portanto, você mantenha sua fé na Grande Voz de Trombeta, que vem da parte do Senhor no tempo do fim do século, através do Seu Anjo Mensageiro. Mantenha você sua fé na Verdade libertadora para o fim do tempo.
Não escute ninguém que tente tirar da Verdade libertadora que o Senhor Jesus Cristo lhe enviou para o fim do século através do Seu Anjo Mensageiro.
Não podemos crer, ao mesmo tempo, em duas coisas distintas. Temos que crer somente na Verdade libertadora, e permanecer aí até que sejamos transformados.
À medida que o tempo passa, a Verdade libertadora vai abrindo nosso entendimento e nos revelando outros mistérios que faltam para serem conhecidos; e assim é que nós queremos conhecer os mistérios do Reino dos Céus.
Deus não tem outra forma para revelar Seus mistérios; portanto, qualquer outra forma é uma mentira que o diabo trata de fazer crer os escolhidos, através dos falsos profetas, que enganarão, se for possível, até os escolhidos; mas não será possível, porque os escolhidos estarão escutando a Verdade libertadora para o fim do tempo.
Impresso em Porto Rico
[:]