[:es]
ESTUDIO BÍBLICO #173
DOMINGO, 30 DE ENERO DE 2022
TEMA: EL MISTERIO DEL FIN DEL SIGLO
Y LAS COSAS QUE SUCEDERÁN
EN EL DÍA POSTRERO
Dr. William Soto Santiago
Miércoles, 17 de diciembre de 1997
San Antonio, Texas, Estados Unidos
Escritura base: San Mateo 24:1-3
EL SÉPTIMO SELLO Y EL DÍA Y LA HORA DE SU VENIDA
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 31 de mayo de 1998
(Segunda actividad)
Cayey, Puerto Rico
Y ahora, para el Día Postrero, encontramos que antes de comenzar el séptimo milenio… ya la señal del Hijo del Hombre en el cielo. Así como la señal del Hijo del Hombre en el cielo estuvo antes de comenzar el quinto milenio, estuvo la Estrella de Belén apareciendo por dos años aproximadamente.
Y ahora, vean ustedes cómo luego del precursor de la Primera Venida de Cristo, el próximo profeta que vendría sería ¿quién? El precursado, en el cumplimiento de la Venida del Ángel del Pacto velado en carne humana, en un joven carpintero de Nazaret llamado Jesús.
El problema que tuvo, no Dios, ni Jesús, sino los sabios y entendidos en asuntos teológicos de la religión hebrea de aquel tiempo, ¿el problema estuvo dónde? El problema lo tuvieron con el velo de carne; ahí fue donde ellos tropezaron.
Porque esa es la Piedra del Ángulo, la Piedra de tropiezo para los grandes sabios y entendidos de aquel tiempo; y esa será la misma Piedra donde tropezarán los sabios y entendidos de este tiempo final; tropezarán tanto la bestia como los diez reyes, tropezarán con esa Piedra no cortada de manos.
O sea, el reino de los gentiles en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido tropezará con esa Piedra, con la Piedra de la Segunda Venida de Cristo. Y tropezarán por causa del velo de carne; tropezarán por causa de que la Palabra, el Verbo, el Ángel del Pacto, que es el Verbo, la Palabra, vendrá hecho carne, encarnado en el Día Postrero, en un hombre del Día Postrero, que será el Ángel del Señor Jesucristo.
LA VICTORIA DEFINITIVA DEL SÉPTIMO SELLO SOBRE SATANÁS
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 19 de abril de 1998
(Segunda actividad)
Monterrey, Nuevo León, México
Y ahora, vean ustedes cómo nos dice el precursor de la Segunda Venida de Cristo. Dice [Citas, pág. 136]:
1208 – “… eso es cuando Elías y Moisés… Allí es donde los milagros tienen lugar. Las cosas que la gente ha estado buscando, los pentecostales, por milagros, pero donde eso tendrá lugar, será bajo Elías y Moisés. (…) Solo debemos esperar la venida del Señor”.
O sea, la apertura del Séptimo Sello, el cumplimiento del Séptimo Sello, el cual es el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, que viene ¿de dónde? Del occidente. Así como la Primera Venida de Cristo fue cumplida en un velo de carne del oriente, de la tierra de Israel, la Segunda Venida de Cristo, la Venida del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, viene siendo cumplida en un hombre del occidente; ahí es donde viene Jesucristo en Espíritu Santo manifestado en carne humana, ahí es donde viene el Verbo, la Palabra encarnada en un hombre. ¿En un hombre de dónde? Del occidente, del continente occidental.
(…) Por medio de esa manifestación de Cristo en Su Ángel Mensajero, la raza humana ha de saber estos juicios divinos que han de venir para la Tierra, para los seres humanos, durante la gran tribulación; así como por medio de la radio y de la televisión, cuando hay mal tiempo podemos saber las condiciones del tiempo, y podemos saber la tormenta que viene y por dónde viene esa tormenta y a cuántas millas o kilómetros viene esa tormenta; así también por medio del televisor de Dios, que será el Ángel de Jesucristo, los seres humanos podrán saber las tempestades que vendrán durante la gran tribulación, y así tendrán la oportunidad de saber esos juicios divinos que han de venir sobre la Tierra, porque serán comunicados a la raza humana a través de los ministerios de los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías manifestados en la Tierra.
Ahora, vean ustedes, estos ministerios son los que estarán en el Ángel de Jesucristo manifestados por el Espíritu Santo, y también estará el ministerio de Jesús siendo manifestado; y el pueblo hebreo verá esta manifestación poderosa de la Tercera Etapa, esta manifestación poderosa de Cristo, el cual en este Día Postrero estará viniendo en carne humana.
Será la Venida del Verbo, de la Palabra encarnada en un hombre; y por medio de ese hombre estará abriéndonos todos estos misterios; y después, por medio de ese hombre, Cristo estará llevando a cabo grandes maravillas, señales y prodigios a nivel mundial. Pero primero viene la Palabra siendo hablada, y después esas señales y maravillas serán una confirmación o reconfirmación de parte de Dios para ese Ángel Mensajero; Dios estará confirmándolo o vindicándolo como Su Mensajero prometido para el Día Postrero a nivel mundial.
O sea, ante el mundo y ante la Iglesia, las vírgenes fatuas, Cristo estará confirmando, o sea, vindicando quién es Su Ángel Mensajero prometido para el Día Postrero; pero ya para ese tiempo no habrá oportunidad de salvación, porque ya la Puerta estará cerrada, la Puerta de la Misericordia, que es Cristo como Cordero de Dios; ya estará esa etapa terminada, y ya habrá salido del Trono de Intercesión en el Cielo; y ya lo que le espera a esta humanidad, al planeta Tierra completo, será el juicio divino; pero antes los escogidos de Dios habrán alcanzado la misericordia de Dios y habrán recibido la transformación de sus cuerpos, y los muertos en Cristo la resurrección en cuerpos eternos.
Ahora, podemos ver el misterio que estará siendo abierto durante el tiempo de la apretura, y podemos ver también la victoria definitiva del Séptimo Sello, que es la Segunda Venida de Cristo, sobre Satanás.
Vean cómo Cristo vencerá al enemigo de Dios, al diablo; en el capítulo 12 de Apocalipsis, y también en el capítulo 19 tenemos ahí esa batalla, y tenemos también el resultado de esa batalla, que es la victoria de Cristo contra el anticristo, es la victoria de Cristo contra el diablo en el Día Postrero.
LA PALABRA PROFÉTICA DADA POR EL ESPÍRITU DE LA PROFECÍA
Dr. William Soto Santiago
Lunes, 30 de diciembre de 2002
Cayey, Puerto Rico
Ahora, encontramos los tipos y figuras de las cosas que sucederán en el Nuevo Testamento, las encontramos ¿dónde? En el Antiguo Testamento. No tenemos que irnos fuera de la Escritura, sino en la misma Escritura, porque la Escritura viene en una forma progresiva trayendo la revelación de Dios, la Palabra profética dada por el Espíritu de la profecía, que es el Espíritu Santo.
Ahora, encontramos que en los apóstoles está reflejado lo que Dios hará en este tiempo y también en los siete ángeles mensajeros.
En el reverendo William Branham y en San Pablo y San Pedro son las personas en las cuales más Dios ha reflejado lo que Él estará haciendo en este tiempo final. Y ahora, hay muchas cosas que fueron manifestadas en el reverendo William Branham, y fueron habladas también muchas cosas, pero que solamente se cumplieron en él parcialmente, porque Dios estaba reflejando en él cosas que Él hará más adelante.
La Tercera Etapa se manifestó en él temporalmente, pero él dice que la Tercera Etapa va a ser manifestada plenamente cuando venga la apretura. Por lo tanto, Dios está reflejando en él lo que va a hacer más adelante; y eso será la plenitud de Cristo en Su Iglesia, cuando Cristo termine Su Obra de Intercesión en el Cielo y complete Su Iglesia.
RECORDANDO LA LEY DE MOISÉS
La Gavilla Mecida
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 19 de junio de 1983
Valencia, Venezuela
Y cuando el pueblo está buscando un líder, aparecen muchísimos líderes; pero Dios solamente tiene uno para cada tiempo.
Y no importa que Moisés se hubiera desaparecido de ellos y se hubiera ido para la cima del monte allá; no importa que ellos pensaran: “Este Moisés se ha ido de vacaciones”, o “este Moisés con tanta candela que le hemos dado, este nos ha dejado y se ha ido…”; porque eso fue lo que pensaron…; o por lo menos los que quisieron guiar al pueblo a su manera, lo que trataron de enseñarle al pueblo: “Este Moisés, que nos sacó de Egipto, no sabemos qué ha pasado con él; así que este nos dejó ya. Ya son 40 días que no aparece entre nosotros”.
Pero no importaba el tiempo que él estuviera ausente; la ausencia no era motivo para buscarse otro líder; sino que la ausencia de Moisés era motivo para estar más en comunión con Dios. Porque si ellos perdían a Moisés, lo perdían todo; porque era el Enviado de Dios.
Así que lo que ellos tenían que hacer era estar orando, a la expectativa, sabiendo que Moisés había subido para hablar con Dios; y estar esperando que Moisés descendiera con esas grandes noticias que vendrían del Cielo, las cuales le serían dadas a Moisés. Pero el pueblo se desesperó y quiso hacer a su manera.
Eso es lo que algunas veces nos sucede a nosotros. Algunas veces se sabe, o se ha dicho: “Se va a hacer tal cosa, o hay tales y tales cosas que Dios va a hacer”. Pero… Algunas personas dicen: “Pero, oye, pasa el tiempo y no hacen nada; pasa un día, una semana, un mes, dos meses, tres meses, cuatro meses, seis meses, un año, ¡y no hacen nada! Y eso pues se va a hacer; así que yo me voy y lo hago; o busco otra persona para hacerlo con otra persona”.
Pero no se debe hacer de esa manera, sino se debe hacer de acuerdo a lo que está programado, de acuerdo al Plan de Dios. Porque el que se va por su cuenta, o se busca otro, u otras personas, para hacerlo: está haciendo lo mismo que hizo el pueblo de Israel: ellos no esperaron a que Moisés descendiera, y pensaron que podían seguir adelante. Y Dios, por lo que ellos hicieron, Dios dijo a Moisés: “Déjame raerlos a todos, y Yo te pongo a ti sobre un pueblo mejor, sobre un pueblo más grande, sobre un pueblo más poderoso”. Y Moisés ahí fue que intercedió por el pueblo de Israel.
Miren, aun habiendo el pueblo de Israel olvidado a Moisés, y se buscaron otras cosas que no eran las que Moisés les había dicho, con todo y eso Moisés intercedió por ellos.
Bueno, nosotros tenemos que comprender que así son la gente: algunas veces quieren las cosas en el tiempo de ellos y a su manera; pero la Biblia nos enseña que nosotros tenemos que tener paciencia con Dios.
Él ha tenido paciencia con nosotros; pero nosotros algunas veces somos los que nos impacientamos y queremos que Dios haga las cosas a la ligera, o en el momento que uno quiere, y no en el momento que Él tiene planificado.
Nosotros debemos esperar el momento de Dios; y mientras tanto desarrollar, darle uso a la paciencia; para que así esa paciencia esté manifiesta en uno, en una forma tan amplia que usted pueda esperar todas las promesas que Dios ha hecho.
Porque todas las promesas que Dios ha hecho, uno las espera, y tiene que tener paciencia; si no tiene paciencia, ahí echó a perder todas las cosas.
Mire, si usted no tiene paciencia, su fe va a tener muchos problemas. Así que uno tiene que tener paciencia y esperar con paciencia el cumplimiento de las cosas de Dios; tiene que esperar con paciencia todo lo que haya que hacerse. Y así uno estará agradando a Dios; porque uno, entonces, estará caminando al compás, al paso de lo que Dios está haciendo.
LAS LLAVES DEL REINO
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 17 de enero de 1993
(Segunda actividad)
Bogotá, Colombia
(Tomo 22)
Ahora, cuando comienza una dispensación, la dispensación anterior tiene que ir desapareciendo para dar paso a una nueva dispensación que traerá para la raza humana todo el Programa Divino correspondiente para esa nueva dispensación; y las cosas que tiene la humanidad serán cambiadas al modo de la nueva dispensación.
Así como hubo estos cambios dispensacionales en el pasado. El pueblo toma la forma de creer, de entender las cosas, de acuerdo a la dispensación en que está.
La Dispensación del Reino es la dispensación que traerá a este mundo (que está en agonía de muerte, que está en ruinas), le traerá la paz y la prosperidad; no al reino de los gentiles, sino al Reino de Dios; y todos los que entren a ese Reino recibirán esas bendiciones.
Habrá naciones que entrarán a ese Reino: las naciones que hubieren sido salvas entrarán. Encontramos que estas naciones serán formadas por creyentes; creyentes, los cuales recibirán el conocimiento de la Palabra de Dios; estas son para entrar a la eternidad, luego del Milenio. Pero para entrar al Milenio habrá naciones que escaparán del juicio divino, o parte de ellas, y pasarán al glorioso Reino Milenial.
(…) Pedro abrió esa puerta con esa revelación divina que tuvo; abrió a Cristo en Su Primera Venida para el pueblo, en la Dispensación de la Gracia, en ese nuevo día dispensacional que había nacido.
Y para la Dispensación del Reino, cuando Jesucristo le revela a Su Ángel el gran misterio de Su Venida como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, como el Hijo de David, para tomar el Reino y establecer el glorioso Reino de Dios en la Tierra; ahí las llaves del Reino de Dios le son entregadas al Ángel del Señor Jesucristo para abrir la puerta, que es Cristo, en Su Segunda Venida como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, como Hijo de David, para reinar durante el Milenio y por toda la eternidad.
Al abrir esa revelación al pueblo, le está abriendo la puerta a todos los hijos de Dios, la puerta del Reino de Dios; el Reino de Dios que estará sobre la Tierra en toda su plenitud durante el glorioso Reino Milenial; pero que al amanecer del nuevo día dispensacional del Reino, de la Dispensación del Reino, se comienza a mover en el cumplimiento de todas las cosas que corresponden para ser realizadas antes de comenzar literalmente el glorioso Reino Milenial.
(…) Ahora, vean ustedes, la llave de David tiene que ver con el Reino de David, con el Trono de David, para ser establecido en la tierra de Israel; y sentarse sobre el Trono de David, Jesucristo, la Columna de Fuego, el cual tiene esa promesa, y el cual es Heredero —como Hijo de David— a ese Trono de David; porque siendo el Hijo de David, Él tiene el derecho a ser Rey sobre Israel.
Él tiene la llave de David; y la llave de David tiene que ver con el glorioso Reino Milenial, tiene que ver con el Reino de Dios en la Dispensación del Reino; y para abrir ese Reino se requiere la llave de David, y para comprender el misterio del Reino de Dios, en donde el Trono de David será restaurado, se requiere que se abra la puerta del Reino de Dios, que es Jesucristo viniendo como el Hijo de David, como Rey de reyes y Señor de señores, en Su Obra de Reclamo. Él como León de la tribu de Judá hace el reclamo de todo lo que Él redimió con Su Sangre preciosa.
La puerta del Reino, para la Dispensación del Reino, es Jesucristo, el Ángel del Pacto, en Su Segunda Venida como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, como el Hijo de David.
Impreso en Puerto Rico
[:en]
BIBLE STUDY #173 – SUNDAY, JANUARY 30, 2022
TITLE: THE MYSTERY OF THE END OF THE WORLD AND THE THINGS THAT WILL HAPPEN
IN THE LAST DAY
Dr. William Soto Santiago
Wednesday, December 17, 1997
San Antonio, Texas, United States
Source Scripture: Matthew 24:1-3
THE SEVENTH SEAL AND THE DAY AND THE HOUR OF HIS COMING
Dr. William Soto Santiago
Sunday, May 31, 1998
(Second activity)
Cayey, Puerto Rico
And now for the Last Day, we find that before the beginning of the seventh millennium, the sign of the Son of Man already in heaven, just as the sign of the Son of Man in heaven was before the beginning of the fifth millennium, there was the Star of Bethlehem appearing for two years approximately.
And now, notice how after the forerunner of the First Coming of Christ, the next prophet who would come would be whom? The foreran, in the fulfillment of the Coming of the Angel of the Covenant veiled in human flesh, in a young carpenter from Nazareth called Jesus.
The problem they had, not God, nor Jesus, but the wise and knowledgeable in theological matters of the Hebrew religion of that time, the problem was where? They had the problem with the veil of flesh; that is where they stumbled.
For that is the Cornerstone, the Stone of stumbling for the great wise and knowledgeable men of that time; and that will be the same Stone where the wise and knowledgeable men of this end time will stumble; both the beast and the ten kings will stumble, they will stumble with that stone not cut from hands.
In other words, the kingdom of the gentiles in the stage of the feet of iron and clay will stumble with that Stone, with the Stone of the Second Coming of Christ. And they will stumble because of the veil of flesh; they will stumble because of the Word, the Angel of the Covenant, which is the Word, who will come made flesh, incarnated in the Last Day, in a man of the Last Day, who will be the Angel of the Lord Jesus Christ.
THE DEFINITIVE VICTORY OF THE SEVENTH SEAL OVER SATAN
Dr. William Soto Santiago
Sunday, April 19, 1998
(Second Activity)
Monterrey, Nuevo Leon, Mexico
And now, notice what the forerunner of the Second Coming of Christ tells us. He says:
“That’s when Elijah and Moses… There’s where the miracles take place. The things that the people’s been looking for, the Pentecostals, for miracles, that’s where that’ll take place in that—under them. See, that’s Elijah’s and Moses’ (…) We’re just to wait on the coming of the Lord.”
In other words, the opening of the Seventh Seal, the fulfillment of the Seventh Seal, which is the white horse Rider of Revelation 19, who comes, from where? From the West. Just as the First Coming of Christ was fulfilled in a veil of flesh from the East, from the land of Israel, the Second Coming of Christ, the Coming of the white horse Rider of Revelation 19, is coming fulfilled in a man from the West; that is where Jesus Christ comes in Holy Spirit manifested in human flesh, that is where the Word comes, the Word incarnate in a man. In a man from where? From the West, from the western continent.
(…) Through that manifestation of Christ in His Angel Messenger, the human race will know these divine judgments that will come upon the Earth, upon the human beings, during the great tribulation; just like through the radio and television, when there is bad weather we can know the weather conditions, and we can know which storm is coming and from where that storm comes and how many miles or kilometers that storm is moving; likewise, through God’s television, which will be the Angel of Jesus Christ, human beings will be able to know what storms will come during the great tribulation, and thus, they will have the opportunity to know those divine judgments that are to come upon the Earth, because they will be communicated to the human race through the ministries of the Two Olive Trees, the ministries of Moses and Elijah manifested on Earth.
Now notice, these ministries are the ones that will be in the Angel of Jesus Christ manifested by the Holy Spirit, and the ministry of Jesus will also be manifested; and the Hebrew people will see this powerful manifestation of the Third Pull, this powerful manifestation of Christ, who will be coming at this Last Day in human flesh.
It will be the Coming of the Word, the Word incarnate in a man; and through that man, He will be opening all these mysteries to us; and then, through that man, Christ will be carrying out great miracles, signs and wonders worldwide. But first comes the Word being spoken, and then, those signs and wonders will be a confirmation or re-confirmation from God for that Angel Messenger; God will be confirming or vindicating him worldwide as His promised Messenger for the Last Day.
In other words, before the world and before the Church, the foolish virgins, Christ will be confirming, that is, vindicating who is His Angel Messenger promised for the Last Day; but by that time, there will no longer be an opportunity for salvation, because the Door will already be shut, the Door of Mercy, which is Christ as Lamb of God; that stage will already be finished, and He will have already left the Throne of Intercession in Heaven, and what awaits this humanity, the entire planet Earth, will be the divine judgment; but before that, God’s elect will have obtained the mercy of God and they will have received the transformation of their bodies, and the dead in Christ the resurrection in eternal bodies.
Now, we can see the mystery that will be opened during the time of the squeeze, and we can also see the definitive victory of the Seventh Seal, which is the Second Coming of Christ, over Satan.
Notice how Christ will overcome the enemy of God, the devil; in chapter 12 of Revelation, and also in chapter 19, we have that battle there, and we also have the result of that battle, which is the victory of Christ against the antichrist, it is the victory of Christ against the devil at the Last Day.
THE PROPHETIC WORD GIVEN BY THE SPIRIT OF PROPHECY
Dr. William Soto Santiago
Monday, December 30, 2002
Cayey, Puerto Rico
Now, we find the types and figures of the things that will happen in the New Testament, we find them where? In the Old Testament. We don’t have to go outside the Scripture, but in the Scripture itself, because the Scripture comes in a progressive way bringing the revelation of God, the prophetic Word given by the Spirit of prophecy, which is the Holy Spirit.
Now, we find that what God will do at this time is reflected in the apostles and also in the seven angel messengers.
In the Reverend William Branham and in Saint Paul and Saint Peter are the people in whom God has reflected the most of what He will be doing in this end time. And now, there are many things that were manifested in Reverend William Branham, and many things were also spoken, but that were only partially fulfilled in him, because God was reflecting things in him that He will do later on.
The Third Pull was temporarily manifested in him, but he says that the Third Pull is going to be fully manifested when the squeeze comes. Therefore, God is reflecting what He is going to do later on in him; and that will be the fullness of Christ in His Church, when Christ finishes His Work of Intercession in Heaven and completes His Church.
REMEMBERING THE LAW OF MOSES
The Waved Sheaf
Dr. William Soto Santiago
Sunday, June 19, 1983
Valencia, Venezuela
And when the people are looking for a leader, many leaders appear; but God only has one for each time.
And it doesn’t matter that Moses had disappeared from them and had gone to the top of the mountain there; it doesn’t matter that they thought: “This Moses has gone on vacation,” or “this Moses, with so much trouble we have given him, this one has left us and has left…”; because that was what they thought…; or at least those who wanted to guide the people in their own way, what they tried to teach the people: “This Moses, who brought us out of Egypt, we don’t know what has happened to him; so this one has left us already. He hasn’t been with us for 40 days.”
But it didn’t matter how long he was absent; the absence wasn’t a reason to look for another leader; but the absence of Moses was a reason to be more in fellowship with God. For if they lost Moses, they lost everything; because he was the Messenger of God.
So what they had to do was to be praying, in expectation, knowing that Moses had gone up to talk to God; and to be waiting for Moses to come down with that great news that would come from Heaven, which would be given to Moses. But the people became desperate and wanted to do it their own way.
That is what sometimes happens to us. Sometimes it is known, or it has been said: “Such and such a thing is going to be done, or there are such and such things that God is going to do.” But… Some people say: “But, hey, time goes by and they do nothing; a day goes by, a week, a month, two months, three months, four months, six months, a year, and they do nothing! And that is going to get done; so I go and do it; or I look for someone else to do it with someone else.”
But it shouldn’t be done that way, but it should be done according to what is programmed, according to God’s Plan. Because the one who goes off on his own, or looks for someone else, or other people, to do it: he is doing the same thing that the people of Israel did: they didn’t wait for Moses to come down, and they thought they could go ahead. And God, because of what they did, God said to Moses: “Let me uproot them all, and I will set you over a better people, over a greater people, over a mightier people.” And that is where Moses interceded for the people of Israel.
Look, even though the people of Israel had forgotten Moses, and sought things other than what Moses had told them, yet Moses interceded for them.
Well, we have to understand that this is how people are: sometimes they want things in their own time and in their own way; but the Bible teaches us that we have to be patient with God.
He has been patient with us; but sometimes we are the ones who get impatient and want God to do things quickly, or at the time we want, and not at the time He has planned.
We must wait for God’s timing; and in the meantime develop, make use of patience; so that patience is manifested in you in such a way that you can wait for all the promises that God has made.
Because all the promises that God has made, one waits for them, and one has to have patience; if you don’t have patience, there you have spoiled everything.
Look, if you don’t have patience, your faith is going to have many problems. So you have to be patient and wait with patience for the fulfillment of the things of God; you have to wait with patience for everything that has to be done. And then you will be pleasing God; because you, then, you will be walking to the beat, to the pace of what God is doing.
THE KEYS TO THE KINGDOM
Dr. William Soto Santiago
Sunday, January 17, 1993
(Second activity)
Bogota, Colombia
(Volume 22)
Now, when a dispensation begins, the previous dispensation has to fade away to make way for a new dispensation that will bring to the human race the whole Divine Program relevant to that new dispensation; and the things that mankind has will be changed to the way of the new dispensation.
Just as there were these dispensational changes in the past. The people take the way of believing, of understanding things, according to the dispensation they are in.
The Dispensation of the Kingdom is the dispensation that will bring to this world (which is in death agony, which is in ruins), it will bring peace and prosperity; not to the kingdom of the gentiles, but to the Kingdom of God; and all who enter that Kingdom will receive those blessings.
There will be nations that will enter that Kingdom: The nations that have been saved will enter. We find that these nations will be formed by believers; believers, who will receive the knowledge of the Word of God; these are to enter eternity, after the Millennium. But to enter the Millennium there will be nations that will escape divine judgment, or part of them, and will pass into the glorious Millennial Kingdom.
(…) Peter opened that door with that divine revelation he had; he opened Christ in His First Coming for the people, in the Dispensation of Grace, in that new dispensational day that had been born.
And for the Dispensation of the Kingdom, when Jesus Christ reveals to His Angel the great mystery of His Coming as Lion of the tribe of Judah, as King of kings and Lord of lords, as the Son of David, to take the Kingdom and establish the glorious Kingdom of God on Earth; there the keys of the Kingdom of God are given to the Angel of the Lord Jesus Christ to open the door, which is Christ, in His Second Coming as the Lion of the tribe of Judah, as King of kings and Lord of lords, as the Son of David, to reign during the Millennium and for all eternity.
By opening that revelation to the people, He is opening the door to all the children of God, the door of the Kingdom of God; the Kingdom of God that will be on Earth in all its fullness during the glorious Millennial Kingdom; but at the dawn of the new dispensational day of the Kingdom, of the Dispensation of the Kingdom, it begins to move in the fulfillment of all things that correspond to be carried out before the glorious Millennial Kingdom literally begins.
(…) Now, you see, the key of David has to do with the Kingdom of David, with the Throne of David, to be established in the land of Israel; and to sit upon the Throne of David, Jesus Christ, the Pillar of Fire, who has that promise, and who is Heir —as Son of David— to that Throne of David; because being the Son of David, He has the right to be King over Israel.
He has the key of David; and the key of David has to do with the glorious Millennial Kingdom, it has to do with the Kingdom of God in the Dispensation of the Kingdom; and the key of David is required to open that Kingdom, and to understand the mystery of the Kingdom of God, where the Throne of David will be restored, the door of the Kingdom of God is required to be opened, which is Jesus Christ coming as the Son of David, as King of kings and Lord of lords, in His Reclaiming Work. He as the Lion of the tribe of Judah makes the reclamation of all that He redeemed with His precious Blood.
The door of the Kingdom, for the Dispensation of the Kingdom, is Jesus Christ, the Angel of the Covenant, in His Second Coming as Lion of the tribe of Judah, as King of kings and Lord of lords, as the Son of David.
Printed in Puerto Rico
[:pt]
ESTUDO BÍBLICO #173
DOMINGO, 30 DE JANEIRO DE 2022
TEMA: O MISTÉRIO DO FIM DO SÉCULO
E AS COISAS QUE ACONTECERÃO NO ÚLTIMO DIA
Dr. William Soto Santiago
Quarta-feira, 17 de dezembro de 1997
San Antonio, Texas, Estados Unidos
Escritura base: São Mateus 24:1-3
O SÉTIMO SELO E O DIA E A HORA DA SUA VINDA
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 31 de maio de 1998
(Segunda atividade)
Cayey, Porto Rico
E agora, para o Último Dia, encontramos que antes de começar o sétimo milênio… já o sinal do Filho do Homem no céu. Assim como o sinal do Filho do Homem no céu esteve antes de começar o quinto milênio, esteve a Estrela de Belém aparecendo por dois anos aproximadamente.
E agora, vejam vocês como depois do precursor da Primeira Vinda de Cristo, o próximo profeta que viria seria quem? O precursado, no cumprimento da Vinda do Anjo do Pacto velado em carne humana, em um jovem carpinteiro de Nazaré chamado Jesus.
O problema que teve, não Deus, nem Jesus, mas os sábios e entendidos em assuntos teológicos da religião hebraica daquele tempo, o problema esteve onde? O problema, tiveram com o véu de carne; aí foi onde eles tropeçaram.
Porque essa é a Pedra de Ângulo, a Pedra de tropeço para os grandes sábios e entendidos daquele tempo; e essa será a mesma Pedra onde tropeçarão os sábios e entendidos deste tempo final; tropeçarão tanto a besta como os dez reis, tropeçarão com essa Pedra não cortada por mãos.
Ou seja o reino dos gentios na etapa dos pés de ferro e de barro de oleiro tropeçará com essa Pedra, com a Pedra da Segunda Vinda de Cristo. E tropeçarão por causa do véu de carne; tropeçarão porque a Palavra, o Verbo, o Anjo do Pacto, que é o Verbo, a Palavra, virá encarnada, encarnada no Último Dia, em um homem do Último Dia, que será o Anjo do Senhor Jesus Cristo.
A VITÓRIA DEFINITIVA DO SÉTIMO SELO
SOBRE SATANÁS
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 19 de abril de 1998
(Segunda atividade)
Monterrey, Novo Leão, México
E agora, vejam vocês como nos diz o precursor da Segunda Vinda de Cristo. Diz [Citações, pág. 136]:
1208 – “… isso é quando Elias e Moisés… Ali é onde os milagres têm lugar. As coisas que as pessoas estiveram buscando, os pentecostais, por milagres, mas onde isso terá lugar, será sob Elias e Moisés. (…) Só devemos esperar a vinda do Senhor”.
Ou seja, a abertura do Sétimo Selo, o cumprimento do Sétimo Selo, o qual é o Cavaleiro do cavalo branco de Apocalipse 19, que vem de onde? Do ocidente. Assim como a Primeira Vinda de Cristo foi cumprida em um véu de carne do oriente, da terra de Israel, a Segunda Vinda de Cristo, a Vinda do Cavaleiro do cavalo branco de Apocalipse 19, vem sendo cumprida em um homem do ocidente; aí é onde vem Jesus Cristo em Espírito Santo manifestado em carne humana, aí é onde vem o Verbo, a Palavra encarnada em um homem. Em um homem de onde? Do ocidente, do continente ocidental.
(…) Por meio dessa manifestação de Cristo em Seu Anjo Mensageiro, a raça humana há de saber estes juízos divinos que virão para a Terra, para os seres humanos, durante a grande tribulação; assim como por meio da rádio e da televisão, quando há mau tempo podemos saber as condições do tempo, e podemos saber a tormenta que vem e por onde vem essa tormenta e a quantas milhas ou quilômetros vem essa tormenta; assim também por meio do televisor de Deus, que será o Anjo do Jesus Cristo, os seres humanos poderão saber as tempestades que virão durante a grande tribulação, e assim terão a oportunidade de saberem esses juízos divinos que hão de vir sobre a Terra, porque serão comunicados à raça humana através dos ministérios das Duas Oliveiras, os ministérios de Moisés e Elias manifestados na Terra.
Agora, vejam vocês, estes ministérios são os que estarão no Anjo de Jesus Cristo manifestados pelo Espírito Santo, e também estará o ministério de Jesus sendo manifestado; e o povo hebreu verá esta manifestação poderosa da Terceira Etapa, esta manifestação poderosa de Cristo, o qual neste Último Dia estará vindo em carne humana.
Será a Vinda do Verbo, da Palavra encarnada em um homem; e por meio desse homem estará nos abrindo todos estes mistérios; e depois, por meio desse homem, Cristo estará realizando as grandes maravilhas, sinais e prodígios a nível mundial. Mas primeiro vem a Palavra sendo falada, e depois esses sinais e maravilhas serão uma confirmação ou reconfirmação da parte de Deus para esse Anjo Mensageiro; Deus estará confirmando-o ou vindicando-o como Seu Mensageiro prometido para o Último Dia a nível mundial.
Ou seja, diante do mundo e diante da Igreja, as virgens fátuas, Cristo estará confirmando, ou seja, vindicando quem é Seu Anjo Mensageiro prometido para o Último Dia; mas para esse tempo já não haverá oportunidade de salvação, porque a Porta já estará fechada, a Porta da Misericórdia, que é Cristo como Cordeiro de Deus; já estará essa etapa terminada, e já teria saído do Trono de Intercessão no Céu; e já o que espera a esta humanidade, ao planeta Terra completo, será o juízo divino; mas antes os escolhidos de Deus terão alcançado a misericórdia de Deus e terão recebido a transformação dos seus corpos, e os mortos em Cristo a ressurreição em corpos eternos.
Agora, podemos ver o mistério que estará sendo aberto durante o tempo do aperto, e podemos ver também a vitória definitiva do Sétimo Selo, que é a Segunda Vinda de Cristo, sobre Satanás.
Vejam como Cristo vencerá o inimigo de Deus, o diabo; no capítulo 12 de Apocalipse, e também no capítulo 19 temos aí essa batalha, e temos também o resultado dessa batalha, que é a vitória de Cristo contra o anticristo, é a vitória de Cristo contra o diabo no Último Dia.
A PALAVRA PROFÉTICA DADA
PELO ESPÍRITO DA PROFECIA
Dr. William Soto Santiago
Segunda-feira, 30 de dezembro de 2002
Cayey, Porto Rico
Agora, encontramos os tipos e figuras das coisas que acontecerão no Novo Testamento, as encontramos onde? No Antigo Testamento. Não temos que ir fora da Escritura, mas na mesma Escritura, porque a Escritura vem em uma forma progressiva trazendo a revelação de Deus, a Palavra profética dada pelo Espírito da profecia, que é o Espírito Santo.
Agora, encontramos que nos apóstolos está refletido o que Deus fará neste tempo e também nos sete anjos mensageiros.
No reverendo William Branham e em São Paulo e São Pedro são as pessoas nas quais mais Deus refletiu o que Ele estará fazendo neste tempo final. E agora, há muitas coisas que foram manifestadas no reverendo William Branham, e foram faladas também muitas coisas, mas que somente se cumpriram nele parcialmente, porque Deus estava refletindo nele coisas que Ele fará mais adiante.
A Terceira Etapa se manifestou nele temporariamente, mas ele diz que a Terceira Etapa vai ser manifestada plenamente quando vier o aperto. Portanto, Deus está refletindo nele o que vai fazer mais adiante; e isso será a plenitude de Cristo em Sua Igreja, quando Cristo termine Sua Obra de Intercessão no Céu e complete Sua Igreja.
RECORDANDO A LEI DE MOISÉS
O Feixe Balançado
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 19 de junho de 1983
Valência, Venezuela
E quando o povo está buscando um líder, aparecem muitíssimos líderes; mas Deus somente tem um para cada tempo.
E não importa que Moisés tivesse desaparecido deles e foi para o topo do monte lá; não importa que eles pensassem: “Este Moisés se foi de férias”, ou “este Moisés com tanta vela [NT: importância] que demos, este nos deixou e se foi…”; porque isso foi o que pensaram…; ou pelo menos os que quiseram guiar o povo à sua maneira, o que trataram de ensinar ao povo: “Este Moisés, que nos tirou do Egito, não sabemos o que aconteceu com ele; assim que este já nos deixou. Já são 40 dias que não aparece entre nós”.
Mas não importava o tempo que ele estivesse ausente; a ausência não era motivo para se buscar outro líder; mas a ausência de Moisés era motivo para estar mais em comunhão com Deus. Porque se eles perdiam Moisés, perdiam tudo; porque era o Enviado de Deus.
Assim que o que eles tinham que fazer era estarem orando, à expectativa, sabendo que Moisés tinha subido para falar com Deus; e estar esperando que Moisés descesse com essas grandes notícias que viriam do Céu, as quais seriam dadas a Moisés. Mas o povo se desesperou e quis fazer à sua maneira.
Isso é o que algumas vezes nos acontece. Algumas vezes se sabe, ou se disse: “vai ser feita tal coisa, ou há tais e tais coisas que Deus vai fazer”. Mas… Algumas pessoas dizem: “Mas, ouça, passa o tempo e não fazem nada; passa um dia, uma semana, um mês, dois meses, três meses, quatro meses, seis meses, um ano, e não fazem nada! E isso pois vai ser feito; assim que eu vou e o faço; ou busco outra pessoa para fazê-lo com outra pessoa”.
Mas não se deve fazer dessa maneira, mas, se deve fazer de acordo com o que está programado, de acordo com o Plano de Deus. Porque o que vai por sua conta, ou busca outro, ou outras pessoas, para fazê-lo, está fazendo o mesmo que fez o povo de Israel: eles não esperaram que Moisés descesse, e pensaram que podiam seguir em frente. E Deus, pelo que eles fizeram, Deus disse a Moisés: “Deixa-me destruir a todos, e Eu te ponho sobre um povo melhor, sobre um povo maior, sobre um povo mais poderoso”. E Moisés aí foi que intercedeu pelo povo de Israel.
Olhem, até havendo o povo de Israel esquecido Moisés, e buscaram outras coisas que não eram as que Moisés lhes tinha dito, com tudo isso, Moisés intercedeu por eles.
Bom, nós temos que compreender que assim são as pessoas, algumas vezes querem as coisas no tempo delas e à sua maneira; mas a Bíblia nos ensina que nós temos que ter paciência com Deus.
Ele teve paciência conosco; mas nós algumas vezes somos os que nos impacientamos e queremos que Deus faça as coisas ligeiro [rapidamente], ou no momento que alguém quer, e não no momento que Ele tem planejado.
Nós devemos esperar o momento de Deus; e enquanto isso desenvolver, dar uso à paciência; para que assim essa paciência esteja manifesta em um, em uma forma tão ampla que você possa esperar todas as promessas que Deus fez.
Porque todas as promessas que Deus fez, a pessoa as espera, e tem que ter paciência; se não tiver paciência, aí colocou a perder todas as coisas.
Olhe, se você não tiver paciência, sua fé vai ter muitos problemas. Assim a pessoa tem que ter paciência e esperar com paciência o cumprimento das coisas de Deus; tem que esperar com paciência tudo o que é preciso fazer. E assim a pessoa estará agradando a Deus; porque a pessoa, então, estará caminhando ao compasso, ao passo do que Deus está fazendo.
AS CHAVES DO REINO
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 17 de janeiro de 1993
(Segunda atividade)
Bogotá, Colômbia
(Tomo 22)
Agora, quando começa uma dispensação, a dispensação anterior tem que ir desaparecendo para dar lugar a uma nova dispensação que trará para a raça humana todo o Programa Divino correspondente para essa nova dispensação; e as coisas que a humanidade tem serão mudadas ao modo da nova dispensação.
Assim como houve estas mudanças dispensacionais no passado. O povo toma a forma de crer, de entender as coisas, de acordo com a dispensação em que está.
A Dispensação do Reino é a dispensação que trará para este mundo (que está em agonia de morte, que está em ruínas), trará a paz e a prosperidade; não ao reino dos gentios, mas ao Reino de Deus; e todos os que entrarem nesse Reino receberão essas bênçãos.
Haverá nações que entrarão nesse Reino: as nações que tiverem sido salvas entrarão. Encontramos que estas nações serão formadas por crentes; crentes, os quais receberão o conhecimento da Palavra de Deus; estas são para entrar na eternidade, depois do Milênio. Mas para entrar no Milênio haverá nações que escaparão do juízo divino, ou parte delas, e passarão ao glorioso Reino Milenial.
(…) Pedro abriu essa porta com essa revelação divina que teve; abriu Cristo em Sua Primeira Vinda para o povo, na Dispensação da Graça, nesse novo dia dispensacional que tinha nascido.
E para a Dispensação do Reino, quando Jesus Cristo revela a Seu Anjo o grande mistério da Sua Vinda como Leão da tribo de Judá, como Rei dos reis e Senhor dos senhores, como o Filho de Davi, para tomar o Reino e estabelecer o glorioso Reino de Deus na Terra; aí as chaves do Reino de Deus são entregues ao Anjo do Senhor Jesus Cristo para abrir a porta, que é Cristo, em Sua Segunda Vinda como Leão da tribo de Judá, como Rei dos reis e Senhor dos senhores, como Filho de Davi, para reinar durante o Milênio e por toda a eternidade.
Ao abrir essa revelação ao povo, está abrindo a porta a todos os filhos de Deus, a porta do Reino de Deus; o Reino de Deus que estará sobre a Terra em toda sua plenitude durante o glorioso Reino Milenial; mas que ao amanhecer do novo dia dispensacional do Reino, da Dispensação do Reino, começa-se a mover no cumprimento de todas as coisas que correspondem para serem realizadas antes de começar literalmente o glorioso Reino Milenial.
(…) Agora, vejam vocês, a chave de Davi tem que a ver com o Reino de Davi, com o Trono de Davi, para ser estabelecido na terra de Israel; e sentar-se sobre o Trono de Davi, Jesus Cristo, a Coluna de Fogo, o qual tem essa promessa, e o qual é Herdeiro — como Filho de Davi — a esse Trono de Davi; porque sendo o Filho de Davi, Ele tem o direito a ser Rei sobre Israel.
Ele tem a chave de Davi; e a chave de Davi tem a ver com o glorioso Reino Milenial, tem que ver com o Reino de Deus na Dispensação do Reino; e para abrir esse Reino se requer a chave de Davi, e para compreender o mistério do Reino de Deus, onde o Trono de Davi será restaurado, se requer que se abra a porta do Reino de Deus, que é Jesus Cristo vindo como o Filho de Davi, como Rei dos reis e Senhor dos senhores, em Sua Obra de Reclamação. Ele como Leão da tribo de Judá faz a reclamação de tudo o que Ele redimiu com Seu Sangue precioso.
A porta do Reino, para a Dispensação do Reino, é Jesus Cristo, o Anjo do Pacto, em Sua Segunda Vinda como Leão da tribo de Judá, como Rei dos reis e Senhor dos senhores, como o Filho de Davi.
Impresso em Porto Rico
[:fr]
ÉTUDE BIBLIQUE #173 – DIMANCHE 30 JANVIER 2022
THÈME : LE MYSTÈRE DE LA CONSOMMATION DU SIÈCLE ET DES CHOSES QUI
ARRIVERONT AU DERNIER JOUR
Dr. William Soto Santiago
Mercredi 17 décembre 1997
San Antonio, Texas, États-Unis
Écriture de base : Saint Matthieu 24:1-3
LE SEPTIÈME SCEAU ET LE JOUR ET L’HEURE DE SA VENUE
Dr. William Soto Santiago
Dimanche 31 mai 1998
(Deuxième activité)
Cayey, Porto Rico
Et maintenant, pour le Dernier Jour, nous trouvons que, avant que le septième millénaire commence…, le signe du Fils de l’Homme déjà dans le ciel ; ainsi que le signe du Fils de l’Homme a été dans le ciel avant que le cinquième millénaire commence : l’Étoile de Bethléhem est apparue pendant deux ans approximativement.
Et maintenant, voyez comment après le précurseur de la Première Venue de Christ, le prochain prophète qui viendrait serait (qui ?) le précursé, dans l’accomplissement de la Venue de l’Ange de l’Alliance voilé dans la chair humaine, dans un jeune charpentier de Nazareth appelé Jésus.
Le problème qu’ont eu, non Dieu, ni Jésus, mais les sages et les intelligents en affaires théologiques de la religion hébraïque de ce temps-là, le problème a été où ? Le problème, ils l’ont eu avec le voile de chair ; c’était là où ils se sont achoppés.
Parce que c’est la Pierre Angulaire, la Pierre d’achoppement pour les grands sages et intelligents de ce temps-là ; et ce sera la même Pierre où s’achopperont les sages et les intelligents de ce temps de la fin ; tant la bête que les dix rois s’y achopperont, ils s’achopperont à cette Pierre détachée sans le secours d’aucune main.
C’est-à-dire que le royaume des Gentils dans l’étape des pieds de fer et d’argile s’achoppera à cette Pierre, à la Pierre de la Seconde Venue de Christ. Et ils s’y achopperont à cause du voile de chair ; ils s’y achopperont parce que la Parole, le Logos, l’Ange de l’Alliance (qui est le Logos, la Parole), viendra fait chair, incarné au Dernier Jour dans un homme du Dernier Jour, qui sera l’Ange du Seigneur Jésus-Christ.
LA VICTOIRE DÉFINITIVE DU SEPTIÈME SCEAU
SUR SATAN
Dr. William Soto Santiago
Dimanche 19 avril 1998
(Deuxième activité)
Monterrey, Nuevo León, Mexique
Et maintenant, voyez comment le précurseur de la Seconde Venue de Christ nous dit ; il dit [Citations, p. 136]1 :
1208 – « … c’est quand Élie et Moïse… C’est là que les miracles se produisent. Les choses qu’ont attendues les gens, les pentecôtistes, quant aux miracles, c’est là qu’ils vont se produire, là-dedans, avec eux. Vous voyez, c’est l’affaire d’Élie et de Moïse (…). Nous, nous devons simplement attendre la venue du Seigneur. »
C’est-à-dire l’ouverture du Septième Sceau, l’accomplissement du Septième Sceau, lequel est le Cavalier au cheval blanc d’Apocalypse 19, qui vient (d’où ?) de l’occident. Tout comme la Première Venue de Christ a été accomplie dans un voile de chair de l’orient, du pays d’Israël, la Seconde Venue de Christ, la Venue du Cavalier au cheval blanc d’Apocalypse 19, est accomplie dans un homme de l’occident. C’est là où vient Jésus-Christ en Saint-Esprit manifesté dans la chair humaine ; c’est là où vient le Logos, la Parole incarnée dans un homme : dans un homme (d’où ?) de l’occident, du continent occidental.
[…] Par cette manifestation de Christ dans Son Ange Messager, la race humaine saura ces jugements divins qui viendront pour la Terre, pour les êtres humains, durant la grande tribulation ; de même que par la radio et la télévision, quand il fait mauvais temps, nous pouvons savoir les conditions du temps, et nous pouvons savoir la tempête qui vient et où se trouve cette tempête et à combien de milles ou de kilomètres se trouve cette tempête ; de même, par le téléviseur de Dieu, qui sera l’Ange de Jésus-Christ, les êtres humains pourront savoir les orages qui viendront durant la grande tribulation et, ainsi, auront l’occasion de savoir ces jugements divins qui viendront sur la Terre, parce qu’ils seront communiqués à la race humaine à travers les ministères des Deux Oliviers, les ministères de Moïse et d’Élie manifestés sur la Terre.
Maintenant, voyez-vous, ces ministères sont ceux qui seront dans l’Ange de Jésus-Christ manifestés par le Saint-Esprit, et le ministère de Jésus sera aussi manifesté. Et le peuple hébreu verra cette manifestation puissante du Troisième Pull, cette manifestation puissante de Christ, lequel viendra en ce Dernier Jour dans la chair humaine : ce sera la Venue du Logos, de la Parole incarnée dans un homme ; et, par cet homme, Il nous ouvrira tous ces mystères ; et après, par cet homme, Christ réalisera de grandes merveilles, signes et prodiges au niveau mondial. Mais, d’abord, la Parole est parlée ; et, après, ces signes et prodiges seront une confirmation ou une reconfirmation de la part de Dieu pour cet Ange Messager : Dieu le confirmera comme Son messager promis pour le Dernier Jour au niveau mondial.
C’est-à-dire que, devant le monde et devant l’Église, les vierges folles, Christ confirmera qui est Son Ange Messager promis pour le Dernier Jour. Mais pour ce temps il n’y aura plus de possibilité de salut, parce que la Porte aura déjà été fermée, la Porte de la Miséricorde, qui est Christ comme Agneau de Dieu, cette étape aura déjà été terminée, et Il sera déjà sorti du Trône d’Intercession dans le Ciel ; et ce qui attend cette humanité, la planète Terre complète, sera déjà le jugement divin. Mais, avant, les élus de Dieu auront atteint la miséricorde de Dieu et auront reçu la transformation de leurs corps, et les morts en Christ la résurrection dans des corps éternels.
Maintenant, nous pouvons voir le mystère qui sera ouvert durant le temps de la pression, et nous pouvons voir aussi la victoire définitive du Septième Sceau, qui est la Seconde Venue de Christ, sur Satan.
Voyez comment Christ vaincra l’ennemi, le diable ; au chapitre 12 d’Apocalypse, et aussi au chapitre 19, nous avons là cette bataille, et nous avons aussi le résultat de cette bataille, qui est la victoire de Christ contre l’antichrist : c’est la victoire de Christ contre le diable au Dernier Jour.
LA PAROLE PROPHÉTIQUE DONNÉE PAR L’ESPRIT DE LA PROPHÉTIE
Dr. William Soto Santiago
Lundi 30 décembre 2002
Cayey, Porto Rico
Maintenant, nous trouvons les préfigurations des choses qui arriveront dans le Nouveau Testament, nous les trouvons où ? Dans l’Ancien Testament. Nous ne devons pas aller en dehors de l’Écriture, mais dans l’Écriture elle-même, parce que l’Écriture apporte d’une façon progressive la révélation de Dieu, la Parole prophétique donnée par l’Esprit de la prophétie, qui est le Saint-Esprit.
Maintenant, nous trouvons que ce que Dieu fera en ce temps-ci est reflété dans les apôtres et aussi dans les sept anges messagers.
Le révérend William Branham, et saint Paul et saint Pierre, sont les personnes dans lesquelles Dieu a reflété le plus ce qu’Il fera en ce temps de la fin. Et maintenant, il y a beaucoup de choses qui ont été manifestées dans le révérend William Branham, et beaucoup de choses ont aussi été dites, mais qui se sont accomplies seulement en lui partiellement, parce que Dieu reflétait en lui des choses qu’Il fera plus tard.
Le Troisième Pull s’est manifesté en lui temporairement, mais il dit que le Troisième Pull va être manifesté pleinement quand la pression viendra. Par conséquent, Dieu reflète en lui ce qu’Il va faire plus tard ; et ce sera la plénitude de Christ dans Son Église, quand Christ terminera Son Œuvre d’Intercession dans le Ciel et complètera Son Église.
SE RAPPELER LA LOI DE MOÏSE
La Gerbe Agitée
Dr. William Soto Santiago
Dimanche 19 juin 1983
Valencia, Carabobo, Venezuela
Et quand le peuple cherche un conducteur, énormément de conducteurs apparaissent ; mais Dieu en a seulement un pour chaque temps.
Et peu importe que Moïse ait disparu de devant eux et soit allé au sommet de la montagne là-bas, peu importe qu’ils pensent : « Ce Moïse est parti en vacances » ou « Ce Moïse, après lui avoir tant cassé les pieds, lui, il nous a abandonnés et il est parti. » ; parce que c’était ce qu’ils ont pensé ou, du moins, ceux qui ont voulu conduire le peuple à leur manière, ce qu’ils ont essayé d’enseigner au peuple : « Ce Moïse, qui nous a fait sortir d’Égypte, nous ne savons pas ce qui lui est arrivé ; donc, lui, il nous a déjà abandonnés. Ça fait déjà 40 jours qu’il n’apparaît pas au milieu de nous. »
Mais peu importait le temps qu’il serait absent : l’absence n’était pas une raison de chercher un autre conducteur, mais l’absence de Moïse était une raison d’être plus en communion avec Dieu ; parce que s’ils avaient perdu Moïse, ils auraient tout perdu ; parce qu’il était l’Envoyé de Dieu.
Donc, ce qu’ils devaient faire, c’était prier, dans l’attente, sachant que Moïse y était monté pour parler avec Dieu ; et attendre que Moïse descende avec ces grandes nouvelles qui viendraient du Ciel, lesquelles seraient données à Moïse. Mais le peuple s’est impatienté et a voulu faire à sa manière.
C’est ce qui nous arrive quelquefois. Quelquefois on sait ou on a dit : « On va faire telle chose » ou « Il y a telles et telles choses que Dieu va faire » Mais… Certaines personnes disent : « Mais, écoute, le temps passe et ils ne font rien ; un jour, une semaine, un mois, deux mois, trois mois, quatre mois, six mois, une année passe, et ils ne font rien ! Et ça, alors, on va le faire. Donc, moi, je vais le faire ; ou je cherche une autre personne pour le faire avec une autre personne. »
Mais on ne doit pas le faire de cette manière, mais on doit le faire d’après ce qui est programmé, d’après le Plan de Dieu. Parce que celui qui part de son côté, ou qui cherche quelqu’un d’autre ou d’autres personnes, pour le faire, fait la même chose que le peuple d’Israël a faite : ils n’ont pas attendu que Moïse descende, et ils ont pensé qu’ils pouvaient aller de l’avant. Et Dieu, à cause de ce qu’ils ont fait, Dieu a dit à Moïse : « Laisse-moi les exterminer tous, et Je fais de toi un meilleur peuple, un peuple plus grand, un peuple plus puissant. » Et c’était là que Moïse a intercédé pour le peuple d’Israël.
Regardez, le peuple d’Israël ayant même oublié Moïse, et ils ont cherché d’autres choses qui n’étaient pas celles que Moïse leur avait dites, malgré tout ça, Moïse a intercédé pour eux.
Bon, nous devons comprendre que les gens sont comme ça : quelquefois, ils veulent les choses à leur temps et à leur manière ; mais la Bible nous enseigne que nous devons avoir de la patience avec Dieu.
Il a eu de la patience avec nous ; mais c’est nous quelquefois qui nous impatientons et voulons que Dieu fasse les choses à la légère, ou au moment où on veut et pas au moment où Il l’a planifié.
Nous devons attendre le moment de Dieu ; et, pendant ce temps, développer, nous servir de la patience ; pour que cette patience soit ainsi manifeste en nous, d’une façon si large que vous pouvez attendre toutes les promesses que Dieu a faites.
Parce que toutes les promesses que Dieu a faites, on les attend, et on doit avoir de la patience ; si on n’a pas de patience, là on a gâché toutes choses.
Regardez, si vous n’avez pas de patience, votre foi va avoir beaucoup de problèmes. Donc, on doit avoir de la patience et attendre avec patience l’accomplissement des choses de Dieu ; on doit attendre avec patience tout ce qu’il faudra faire. Et ainsi on plaira à Dieu ; parce que l’on, alors, marchera au rythme, au pas, de ce que Dieu est en train de faire.
LES CLEFS DU ROYAUME
Dr. William Soto Santiago
Dimanche 17 janvier 1993
(Deuxième activité)
Bogotá, Colombie
(Tome 22)
Maintenant, quand une dispensation commence, la dispensation précédente doit disparaître progressivement, pour ouvrir la voie à une nouvelle dispensation qui apportera à la race humaine tout le Programme Divin correspondant à cette nouvelle dispensation ; et les choses que l’humanité possède seront changées à la manière de la nouvelle dispensation.
Ainsi qu’il y a eu ces changements dispensationnels dans le passé : le peuple prend la façon de croire, de comprendre les choses, d’après la dispensation où il est.
La Dispensation du Royaume est la dispensation qui apportera à ce monde (qui est dans une agonie de mort, qui est en ruine), qui lui apportera la paix et la prospérité ; pas au royaume des Gentils, mais au Royaume de Dieu. Et tous ceux qui entreront dans ce Royaume recevront ces bénédictions.
Il y aura des nations qui entreront dans ce Royaume : les nations qui auront été sauvées y entreront.
Nous trouvons que ces nations seront formées par des croyants, des croyants qui recevront la connaissance de la Parole de Dieu. Celles-là doivent entrer dans l’éternité, après le Millénium ; mais, pour entrer dans le Millénium, il y aura des nations qui échapperont au jugement divin, ou une partie d’elles, et qui passeront au glorieux Règne Millénaire.
[…] Pierre a ouvert cette Porte avec cette révélation divine qu’il a eue : il a ouvert Christ au peuple dans Sa Première Venue, dans la Dispensation de la Grâce, dans ce nouveau jour dispensationnel qui s’était levé.
Et pour la Dispensation du Royaume, quand Jésus-Christ révèle à Son Ange le grand mystère de Sa Venue comme Lion de la tribu de Juda, comme Roi des rois et Seigneur des seigneurs, comme le Fils de David pour prendre le Royaume et établir le glorieux Royaume de Dieu sur la Terre : là les clefs du Royaume de Dieu sont remises à l’Ange du Seigneur Jésus-Christ pour ouvrir la Porte, qui est Christ, dans Sa Seconde Venue comme Lion de la tribu de Juda, comme Roi des rois et Seigneur des seigneurs, comme Fils de David, pour régner durant le Millénium et pour toute l’éternité.
En ouvrant cette révélation au peuple, il ouvre la Porte à tous les enfants de Dieu, la Porte du Royaume de Dieu ; le Royaume de Dieu qui sera sur la Terre dans toute sa plénitude durant le glorieux Règne Millénaire, mais qui à l’aube du nouveau jour dispensationnel du Royaume, de la Dispensation du Royaume, commence à agir dans l’accomplissement de toutes les choses qui doivent être réalisées avant que le glorieux Règne Millénaire commence littéralement.
[…] Maintenant, voyez-vous, la clef de David a à voir avec le Royaume de David, avec le Trône de David, pour qu’il soit établi dans le pays d’Israël et que Jésus-Christ s’asseye sur le Trône de David, la Colonne de Feu, lequel a cette promesse et lequel est Héritier (comme Fils de David) à ce Trône de David.
Parce que, étant le Fils de David, Il a le droit à être Roi sur Israël. Il a la clef de David. Et la clef de David a à voir avec le glorieux Règne Millénaire, a à voir avec le Royaume de Dieu dans la Dispensation du Royaume. Et pour ouvrir ce Royaume, la clef de David est requise.
Et pour comprendre le mystère du Royaume de Dieu, où le Trône de David sera restauré, il est requis qu’on ouvre la Porte du Royaume de Dieu, qui est Jésus-Christ venant comme le Fils de David, comme Roi des rois et Seigneur des seigneurs dans Son Œuvre de Réclamation. Lui, comme Lion de la tribu de Juda, fait la réclamation de tout ce qu’Il a racheté par Son Sang précieux.
La Porte du Royaume pour la Dispensation du Royaume est Jésus-Christ, l’Ange de l’Alliance, dans Sa Seconde Venue comme Lion de la tribu de Juda, comme Roi des rois et Seigneur des seigneurs, comme le Fils de David.
Imprimé à Porto Rico
1 FRN64-0823M « Questions et réponses #1 », p. 771, paragr. 197-198 (VGR)
[:]