ESTUDIO BÍBLICO #198
VIERNES, 29 DE ABRIL DE 2022
TEMA: EL MISTERIO DEL CUMPLIMIENTO DEL ORDEN DE LA RESURRECCIÓN
ESPERADO POR LOS QUE SERÁN TRANSFORMADOS
Dr. William Soto Santiago
Viernes, 15 de agosto de 1997
(Segunda actividad)
Ciudad Juárez, Chihuahua, México
Escritura: 1 Corintios 15:45-54
LA APERTURA DEL SÉPTIMO SELLO
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 28 de abril de 1991
Cayey, Puerto Rico
Por eso a cada momento estamos moviéndonos en el Programa Divino y colocando cada cosa en su lugar bajo la dirección del Señor Jesucristo, para que se vayan cumpliendo las diferentes promesas que corresponden para este tiempo final; porque para el cumplimiento de cada promesa hay que colocar, las cosas que tienen que ver con esa promesa, hay que colocarlas en orden.
Como aconteció en una ocasión en que el séptimo mensajero, nuestro amado hermano Branham, tuvo una visión en donde una persona sería sanada, y que él oraría por esa persona; y él vio en esa visión a la persona, pero vio también (en esa visión) a otras personas que estaban allí: a uno sentado en un lugar, a otra persona sentada en otro lugar, y me parece que también un sombrero colocado en cierto lugar.
Luego el hermano Branham fue llamado a un lugar para orar por una persona. Él fue y vio que la persona era la que había visto en la visión. Y como fue llamado para orar por la persona, él oró por la persona, a petición de la gente; y la persona no fue sanada.
¿Falló el profeta? No. ¿Falló Dios? No. ¿Y por qué no fue sanada la persona? Porque todo tenía que estar en el orden que le fue mostrado a él. Y él tenía que esperar: Ver todo lo que vio en la visión, tenía que verlo todo colocado en ese orden, y entonces era el momento para él orar por la persona.
Quizás algunos pensaron: “Falló el profeta”. Y quizás él se sintió un poquito mal; porque uno siempre espera que si ora por una persona, la persona (tenga lo que tenga) quede inmediatamente sano; pero ya Dios le había mostrado el orden para ese milagro.
Luego todos se quedaron allí maravillados, no de que fue sanado, sino de que no fue sanada la persona; y él muy preocupado. Pero al rato llegó la señora o hermana que él había visto en la visión, y se sentó en el lugar que él la había visto. Y después llegó la otra persona, un caballero, y colocó el sombrero en el lugar donde él lo había visto, y se sentó en el lugar correspondiente. Y cuando él vio todo esto, él vio que ese era el momento para orar por esa persona. Oró, y quedó sanada.
Ahora, vean ustedes que Dios no se adelanta a Su Programa. Nosotros como seres humanos nos podemos adelantar, pero Él no se adelanta. Él tiene un Programa. Y para el cumplimiento de cada promesa Él ha establecido cómo tiene que estar cada cosa en su lugar para el momento del cumplimiento de esa promesa.
Así que le pedimos a Dios que cada cosa sea colocada en su lugar y cada promesa sea cumplida, y nosotros pronto seamos transformados; y se cumplan el resto de las promesas divinas hechas para el fin del tiempo para los hijos de Dios.
Nos estamos preparando para una bendición muy grande que ha sido prometida y que fue vista por el séptimo mensajero en la gran Visión de la Carpa. Y yo estoy vigilando por el cumplimiento de esa promesa y todo lo que Dios me guíe para hacer, para que quede en el orden correcto, en el orden que Él desea, para que sea cumplida esa promesa.
Así que si alguien está vigilando por el cumplimiento de esa promesa, soy yo. Y más que yo: el Señor Jesucristo; porque como Él ha dicho, así Él hará.
Así que ustedes me dirán: “No solamente el Señor Jesucristo y usted; sino nosotros (todos) estamos vigilando por el cumplimiento de esta gran Visión de la Carpa en esa gloriosa etapa cumbre de la Tercera Etapa”.
Ahora, todo está moviéndose en dirección a esa promesa. ¡Y yo también! Y ustedes me dicen: “¡Y nosotros también!”. Y todo eso está bajo el Séptimo Sello.
Por eso el Ángel voló hacia otra persona y otro lugar, y otro tabernáculo. Y le fue dicho al séptimo mensajero: “Yo te encontraré allí”. Esto tendrá un cumplimiento doble, como poco.
¿A quién le está diciendo: “Yo te encontraré allí”? A Elías. El espíritu ministerial de Elías estará allí; ya no en su cuarta manifestación, sino en su quinta manifestación.
Y cuando regresen los escogidos, ¿a dónde usted cree que van a llegar? Adonde esté el Pilar de Fuego, adonde esté Jesucristo revelándose en esa Tercera Etapa.
Por lo tanto, estamos vigilando por esa gloriosa etapa, la cual será de bendición para Puerto Rico, el Caribe y toda la América Latina; y también para el pueblo hebreo, porque ahí se cumplirá: cuando ellos lo vean venir por la Novia gentil, entonces ellos dirán: “¡Pero si a este es al cual nosotros estamos esperando! ¡Esto es lo que nosotros estamos esperando!”, ellos dirán.
Pero los escogidos de entre los gentiles dirán: “¡Esto era también lo que nosotros estábamos esperando! Y nos llegó directamente del Cielo, una bendición celestial que nos ha llegado; y la compartiremos con los demás seres humanos que deseen esta bendición”.
Impreso en Puerto Rico