ESTUDIO BÍBLICO #225
DOMINGO, 31 DE JULIO DE 2022
TEMA: EL MISTERIO DE LA PLENITUD DE LOS GENTILES
Dr. William Soto Santiago
Miércoles, 10 de septiembre de 1997
(Tercera actividad)
San Salvador, El Salvador
Escritura: Romanos 11:25-29
EL ÁNGEL FUERTE CON EL ARCO IRIS SOBRE SU CABEZA, JURANDO QUE EL TIEMPO YA NO ES MÁS
Dr. William Soto Santiago
Lunes, 23 de marzo de 2009
Minatitlán, Veracruz, México
Y cuando haya redimido hasta el último que tiene su nombre escrito ahí, hasta el último escogido que formaría Su Iglesia – o que completaría, con el que completaría Su Iglesia, luego Cristo habrá terminado Su Obra de Redención, Su Obra de Intercesión, para luego salir del Trono de Intercesión, tomar ese Libro…; sale y se convierte en el León de la tribu de Judá.
Por eso el anciano le dice a Juan en el capítulo 5 del Apocalipsis: “Juan, no llores. He aquí el León de la tribu de Judá, el cual ha prevalecido para tomar el Libro y abrir sus Sellos”. Y Juan cuando mira, lo que ve es un Cordero; pero ambos vieron lo mismo, pero desde una perspectiva diferente.
Juan lo vio, vio a Jesucristo, y el anciano también vio a Jesucristo; pero Juan lo vio como Cordero y el anciano lo vio como León; porque Juan lo conocía como Cordero de Dios para la Dispensación de la Gracia, y como Sumo Sacerdote haciendo intercesión en el Cielo; pero el anciano lo vio como León, porque ya había terminado Su Obra de Intercesión, y ahora se convierte en Rey y Juez de toda la Tierra; por lo cual, toma el Título de Propiedad para hacer Su reclamo de todo lo que Él ha redimido con Su Sangre preciosa, como Cordero de Dios y Sumo Sacerdote.
Y cuando eso sucede, el tiempo de redención (el tiempo para las personas venir a Cristo, ser bautizados en agua en Su Nombre, y Cristo bautizarlos con Espíritu Santo, y producir en ellos el nuevo nacimiento) ya ha terminado; ya esa puerta de la Dispensación de la Gracia estará cerrada, que es lo que dice en la parábola de las diez vírgenes.
Lo cual nos muestra que cuando las vírgenes insensatas regresan, y encuentran que ya las vírgenes prudentes entraron, y la puerta se cerró, entonces comienzan a clamar para que les sea abierta la puerta; pero les es dicho que no son conocidas por el Esposo: “No os conozco”. No fueron conocidas o reconocidas como parte de la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo, que son las que entrarían con Él a las Bodas y la puerta sería cerrada.
(…) Y ahora, tenemos que para cuando este Ángel Fuerte desciende del Cielo con el Librito abierto en Su mano, ya habrá terminado el tiempo de redención; o sea, el tiempo en donde las personas tienen la oportunidad de escuchar la predicación del Evangelio de Cristo, y recibirlo como su único y suficiente Salvador, ser bautizados en agua en Su Nombre, y Cristo bautizarlos con Espíritu Santo y Fuego, y producir en ellos el nuevo nacimiento.
Ya para obtener salvación y vida eterna, y venir a formar parte de la Iglesia, ya no habrá tiempo; ya estará completada la Iglesia del Señor, el Templo espiritual de Cristo: Ya todos los escogidos, que han sido enviados del Cielo (sus almas vienen del Cielo, son las ovejas del Padre), ya todos estarán reunidos en el Redil del Señor, desde los primeros hasta los últimos. Los primeros pues ya fueron reunidos en el Redil del Señor, Su Iglesia, y ya terminaron su tiempo en la Tierra, y están en el Paraíso.
Y para este tiempo corresponde a los escogidos del tiempo de la Edad de la Piedra Angular, la etapa de oro, la Edad de Oro de la Iglesia del Señor Jesucristo. Cristo dijo: “Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” San Mateo, capítulo 28, versos 16 al 20.
(…) Y para el tiempo en que Cristo termine Su Obra de Intercesión en el Cielo, ya el tiempo de redención, para ser redimidos por la Sangre de Cristo y colocados en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Iglesia, ya terminó.
Entonces vienen otras etapas que tienen que ver con la humanidad, con los juicios divinos que han de venir sobre la Tierra, que serán dados a conocer cuáles serán y cómo van a ser. Y por consiguiente, el Espíritu Santo estará advirtiendo por medio del velo de carne que se come ese Título de Propiedad, le estará advirtiendo a la humanidad las cosas que han de suceder, los juicios divinos que han de venir sobre la Tierra.
Y si prestan atención a esas cosas que van a suceder: si es dicho que tal lugar va a ser destruido, y prestan atención, pues se van a otro lugar para evitar ser destruidos; pero si se quedan, son destruidos. Y al principio quizás no crean mucho; pero después que vean ya que las cosas suceden, entonces van a prestar atención.
Ahora, será siempre como ha sido en otras ocasiones: la manifestación de Cristo en Espíritu Santo por medio de un velo de carne dispensacional, un profeta mensajero dispensacional para la dispensación séptima, la Dispensación del Reino, con el Mensaje del Evangelio del Reino; porque con el Mensaje del Evangelio de la Gracia, se proclama la misericordia de Dios para los seres humanos.
Pero los juicios divinos son proclamados, dados a conocer, bajo la predicación del Evangelio del Reino, que será el Mensaje que estará predicando cuando se coma el Título de Propiedad.
En ese Mensaje del Evangelio del Reino estarán todas esas cosas que van a suceder, dando a conocer el juicio que ya Dios ha dictado en el Cielo. Luego de juzgar, dicta el juicio, o sea, declara sentencia, se da a conocer la sentencia; y después ya ocurren las cosas. Tan simple como eso.
LOS MISTERIOS ENCERRADOS EN EL SÉPTIMO SELLO
(Reunión de Ministros)
Dr. William Soto Santiago
Sábado, 14 de febrero de 1998
Fusagasugá, Cundinamarca, Colombia
Ahora vean el Mensajero a Israel, que es el Ángel del Pacto, que es Jesucristo: en Su Segunda Venida viene a Israel; pero por cuanto Su Iglesia está a punto de ser raptada, ha llegado a su final y se completa el Cuerpo Místico de Cristo, Él tiene que venir a Su Iglesia, reclamar Su Iglesia, y transformar a los vivos, y resucitar primeramente a los muertos en Cristo, y todos juntos luego irnos a la Cena de las Bodas del Cordero.
No puede tratar con el pueblo hebreo sin que se complete el número de los escogidos de Su Iglesia, hasta que la plenitud de los gentiles entre al Cuerpo Místico de Jesucristo; y luego le tocará al pueblo hebreo; pues serán resucitados los muertos en Cristo y nosotros los que vivimos seremos transformados, y la gloria de Dios será vista en medio de Su Iglesia; y todos glorificados.
¿Y no será eso una manifestación plena de la gloria de Dios en cada miembro del Cuerpo Místico de Cristo? ¡Claro que sí! Esa es la adopción de los hijos e hijas de Dios, esa es la manifestación de los hijos de Dios, por la cual está clamando toda la Creación; porque con esa liberación de los escogidos de Dios luego vendrá la liberación, la libertad de toda la Creación.
Y cuando ya estemos transformados, si antes el pueblo hebreo no ha visto la manifestación de Jesucristo en Espíritu Santo en ese velo de carne, donde vendrá manifestado primeramente en las primicias, donde vendrá manifestado primeramente en gracia… Y después cambiará de gracia a juicio, como dice el precursor de la Segunda Venida de Cristo en el libro de Citas, página 22 y 23.
Es en el velo de carne que Él tenga en el tiempo final, en el cual Él se manifieste, que hace el cambio de gracia a juicio para el mundo; porque se cierra la Puerta de Gracia y Misericordia para la humanidad, y se abre el Juicio Divino desde el Trono de Dios en el Cielo; porque Cristo sale de Su Trono en el Cielo cuando se complete el número de los escogidos de Dios.
Y en el velo de carne, que es el Ángel del Señor Jesucristo, en el cual Él estará manifestado en el Día Postrero dándonos a conocer todas estas cosas, cuando salga del Trono de Intercesión, entonces habrá una manifestación en toda Su plenitud de Jesucristo, del Ángel del Pacto, a través de Su Ángel Mensajero.
Y las señales y milagros a nivel mundial, que están prometidos para ser realizados bajo la Tercera Etapa y bajo el cumplimiento de la Visión de la Carpa, serán vistos manifestados por medio de Jesucristo en Espíritu Santo a través de Su Ángel Mensajero; porque Él siempre tiene que tener un velo de carne, un profeta, para manifestarse y cumplir lo que Él ha prometido.
En la página 136 del libro de Citas, vean ustedes lo que aquí nos dice. Hay algunas personas que dicen: “Si ese es el mensajero prometido por Dios para este tiempo, cuando lo veamos cumpliendo los milagros de la Visión de la Carpa, entonces vamos a creer”. Vamos a ver lo que dice aquí: en la página 136, párrafo 1208 dice (es una pregunta):
1208 – “[Pregunta 253] ‘¿La Novia antes de que venga Jesús, ella tendrá todo poder del Espíritu Santo para hacer milagros, levantar muertos, y así sucesivamente, como en la lluvia tardía…? ¿Y es esta lluvia tardía para los 144.000 judíos? ¿Tendrán todos los ministros esto, y estamos sólo esperando la Venida? [Respuesta]: Ahora, lluvia tardía, 144.000 judíos, no; eso es cuando Elías y Moisés… Allí es donde los milagros tienen lugar. Las cosas que la gente ha estado buscando, los pentecostales por milagros, pero donde eso tendrá lugar será bajo Elías y Moisés. / Sólo debemos de esperar la Venida del Señor”.
¿Y qué están esperando muchas personas? “No, yo estoy esperando esos milagros que fueron vistos en la Carpa”. Esos milagros van a suceder en la Venida del Señor con Moisés y Elías; y cuando los ministerios de Moisés y Elías estén obrando para despertar al pueblo hebreo, ahí van a suceder.
Pero todo eso va a suceder entre los gentiles, en medio de la Novia gentil, para que los hebreos vean a Dios, al Ángel del Pacto manifestado en medio de Su Iglesia gentil; como los hermanos de José vieron a José entre los gentiles como segundo en el trono del faraón, segundo en el reino, en el imperio del faraón. Allí estaba José; hablando en otro idioma que no era el idioma hebreo, era un idioma gentil; y vestido como los gentiles egipcios; y su rostro arreglado y su cabello arreglado como un gentil egipcio, pero era un hebreo; o sea que la forma en que estaba presentado no mostraba que era un hebreo, sin embargo era un hebreo.
Y sus hermanos lo veían (vinieron unas dos veces a comprar alimento) y ni se imaginaban que ese era José, su hermano; era un hebreo en medio de los gentiles como segundo en el reino del faraón.
Ahora, vean ustedes cómo estaba vestido: como los gentiles. ¿Cuántos faraones, Miguel, has visto en las fotos, que tenían barba? Solamente una barbita así larguita… no sé si era original o era postiza; se colocaba el faraón una cosita ahí. Pero José pues no era el faraón, así que estaba arreglado como un gentil; y entre los egipcios el único que tenía barba (y era un poquito ahí, y no se sabe si era postiza), era el faraón.
Así que estaba recortado y arreglado su rostro y su ropa como un gentil; y tenía un idioma gentil también, y una esposa gentil e hijos gentiles también.
EL ÁNGEL FUERTE CON EL ARCO IRIS SOBRE SU CABEZA, JURANDO QUE EL TIEMPO YA NO ES MÁS
Dr. William Soto Santiago
Lunes, 23 de marzo de 2009
Minatitlán, Veracruz, México
La Voz de Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo clamando como cuando un león ruge y siete truenos emitiendo sus voces, es la Voz de Cristo, del Espíritu Santo hablando. Y eso que habla es lo que la humanidad va a escuchar por medio del velo de carne donde Él esté manifestado.
Donde se haga carne, donde tenga un velo de carne, o el velo de carne que tenga, ahí estará la Voz de Cristo hablándole a Su Iglesia primero, y abriéndole el misterio del Séptimo Sello, el misterio de Apocalipsis, capítulo 8, verso 1, que es el misterio de la Venida del Señor, de la Venida del Ángel Fuerte. Y eso le va a dar la fe, la revelación, para ser transformados y raptados a los que van a ir a la Cena de las Bodas del Cordero.
Ahí es donde está y donde recibe —la Iglesia que va a ser transformada y raptada—, ahí es donde recibe la fe, la revelación, para transformación y rapto.
Así como alrededor de la Primera Venida de Cristo, proclamada en el Evangelio de Cristo, está la fe, la revelación, para recibir la transformación interior (recibir a Cristo): recibiendo a Cristo, y recibiendo Su Sacrificio como el Sacrificio de Expiación por nosotros, y siendo bautizados en agua en Su Nombre, y recibiendo Su Espíritu. Y así obtenemos la salvación y vida eterna, obtenemos esa transformación interior.
Pero para la transformación física, esa transformación física está sellada dentro del séptimo Sello, está dentro de la Venida del Señor a Su Iglesia.
Y solamente siendo abierto ese misterio por el Espíritu Santo, a través del velo de carne que tenga, será que conoceremos ese misterio, lo creeremos y esperaremos nuestra transformación.
Porque Él viene para nuestra transformación y arrebatamiento al Cielo para ir con Él a la Cena de las Bodas del Cordero.
Todo gira alrededor de ese Ángel Fuerte que desciende del Cielo, todo gira alrededor de la Venida de ese Ángel, que es el Ángel del Pacto, Cristo en Su cuerpo angelical; el cual, en palabras más claras, es el Espíritu Santo; porque un espíritu es un cuerpo de otra dimensión.
Impreso en Puerto Rico