ESTUDIO BÍBLICO #217 – DOMINGO, 3 DE JULIO DE 2022
TEMA: EL MISTERIO DE LA REDENCIÓN
Dr. William Soto Santiago
Sábado, 6 de septiembre de 1997
San Bartolomé M. A., Sacatepéquez, Guatemala
Escritura base: Efesios 4:30
EL FRUTO DE UNA DESICIÓN ESPIRITUAL
Dr. William Soto Santiago
Viernes, 4 de diciembre de 1998
(Tercera actividad)
Bogotá, Colombia
En el tiempo de la cebada es donde se toma los primeros frutos, y de la cebada es que se hace la gavilla mecida.
Y ahora, podemos ver que ese tiempo es muy importante, porque es el tiempo del comienzo de la siega. Al comienzo de la siega es que se toma el primer fruto o los primeros frutos, se hace una gavilla, se prepara esa gavilla mecida, y se presenta a Dios. Y esa gavilla mecida de los primeros frutos representa a Cristo.
Ahora, vean ustedes que esta historia de la vida de Rut, esta historia de la vida de Noemí y Rut es muy importante, porque es una historia que representa a Cristo (el cual está representado en Booz), representa al pueblo hebreo (el cual está representado en Noemí) y representa a la Iglesia del Señor Jesucristo (la cual está representada en Rut).
Por eso esta historia de Rut, Noemí y Booz es tan importante, porque aquí se refleja Cristo y Su Obra como Pariente Redentor, el cual redimió al pueblo hebreo y a Su Iglesia gentil; lo cual fue representado cuando Booz como pariente redentor redimió a Noemí; y por consiguiente, en esa obra que llevó a cabo allí en Israel, automáticamente redimió a Rut.
Porque Rut pertenecía, ¿a quién?, a Noemí, era parte de Noemí; y por eso, vean ustedes, regresó con Noemí, o sea, fue con Noemí a la tierra de Israel, y vivió allí hasta que murió; pero vino a ser una de las mujeres importantes de la historia del pueblo hebreo.
Y por medio de ella, Booz tuvo un hijo llamado Obed, que significa ‘adorador’ (vamos a ver: significa ‘adorador’). Y Obed tuvo un hijo llamado Isaí, e Isaí tuvo un hijo llamado David; y David significa ‘amado’. Y de David continuó esa descendencia por la cual vino el Mesías, naciendo por medio de una virgen descendiente del rey David.
EL MISTERIO DE LAS DOS CONSCIENCIAS JUNTAS
(Reunión de ministros)
Dr. William Soto Santiago
Sábado, 8 de noviembre de 1997
Asunción, Paraguay
El ser humano tiene dos consciencias, llamadas el consciente y el subconsciente. Y dice la ciencia que el ser humano solamente usa el 10% de su cerebro, porque el otro 90% está inconsciente, no está consciente. Y si el ser humano con solamente el 10% consciente ha logrado tantas cosas, ¿cómo sería con un poquito más?, ¿y cómo sería con el ciento por ciento [100%]?
Ahora, miren ustedes cómo eso solamente puede ser posible con la unión de las dos consciencias; y así el consciente toma del subconsciente lo que está en el subconsciente y lo hace consciente; y si tiene las dos consciencias juntas una persona, entonces podrá usar más del 10%, depende la cantidad que saque del subconsciente.
Ahora… el consciente está y corresponde al espíritu de la persona, y el subconsciente corresponde al alma de la persona. Y por eso es que hay personas que no tienen consciente el motivo de su existencia aquí en la Tierra.
Y por eso es que la Palabra tiene que ser sembrada ¿dónde? Allá en el alma, en el subconsciente de la persona; ahí creerla la persona; y luego, vean ustedes, se hace consciente para la persona ese misterio de salvación.
Porque la persona, a menos que lo crea en su alma, no se le convierte en una realidad, y no se hace consciente a la persona esa bendición tan grande que Cristo ganó para nosotros en la Cruz del Calvario.
Para las personas normalmente viene a ser algo histórico; pero cuando la persona lo ha creído su alma: se ha hecho una realidad en la vida de cada persona y produce los beneficios para esa persona.
Dios en Su Programa tiene el que el ser humano tenga las dos consciencias juntas.
Adán era un hombre con las dos consciencias juntas, porque tenía su cuerpo teofánico, y había sido colocado con ese cuerpo teofánico en un cuerpo de carne; pero luego de la caída el ser humano no ha podido obtener su cuerpo teofánico antes de venir a esta Tierra en el cuerpo físico; por consiguiente, ha tomado un espíritu del mundo y (la persona) también ha tomado un cuerpo en la permisiva voluntad de Dios, engendrado por un hombre en una mujer, lo cual es un cuerpo temporal, corruptible y mortal.
Pero por medio del nuevo nacimiento, por medio de creer en Cristo como nuestro Salvador y lavar nuestros pecados en la Sangre de Cristo: recibimos el Espíritu de Cristo, recibimos el espíritu teofánico de la sexta dimensión, el cual estará viviendo también en el nuevo cuerpo que nosotros hemos de tener.
Y ahí estarán las dos consciencias juntas; y ahí estará la mente…, digamos, la mente del alma y la mente del espíritu juntas. Y ahí el ser humano, miren ustedes, sacará de su alma todas las cosas que ha de tener durante el Reino Milenial y durante la eternidad; esto es para los que llegarán a la estatura de un Hombre perfecto.
Ahora, vean, del ser humano salen cosas —de allá del alma—, salen las cosas buenas y las cosas malas, y se les materializan a las personas cosas buenas o cosas malas en la vida; pero no comprenden cómo es que está ese mecanismo funcionando.
(…) Y por eso es que en este tiempo ahora, la Iglesia de Jesucristo puede estar hablando las cosas que han de suceder —o sea, está profetizando— por medio del Espíritu de Cristo que está en Ella, en la Edad de la Piedra Angular, dándonos a conocer todas estas cosas.
El Espíritu de Cristo profetiza por medio de Su Ángel Mensajero las cosas que han de suceder, y la Iglesia de Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular dice la misma cosa.
Por eso es que dice en Apocalipsis, capítulo 22, verso 17:
“Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven”.
¿Ve? El Espíritu: Jesucristo en Espíritu Santo en Su Ángel Mensajero, es el que dice: “Ven”; y la Esposa ¿cómo dice?: “Ven”, porque es una Iglesia-profeta.
Ahora, podemos ver dónde nos encontramos en este Día Postrero: en donde a la Iglesia del Señor Jesucristo le es juntada la otra consciencia.
Serle juntada la Piedra Angular es serle juntada la otra consciencia; o sea, el subconsciente serle juntado al consciente de la Iglesia de Jesucristo. Serle juntada la Edad de la Piedra Angular a las siete edades de la Iglesia, es serle juntada, al consciente de las siete edades, el subconsciente de la Edad de la Piedra Angular.
Y así, vean ustedes cómo la Iglesia de Jesucristo ha estado siendo construida en la misma forma en que Jesucristo es. Está siendo construida entonces, una Iglesia (¿qué?) perfecta.
Y así también para cada miembro del Cuerpo Místico de Cristo es el Programa de Dios; para ser todos a imagen y semejanza de Cristo con las dos consciencias juntas; y todos ser a la estatura de un Varón perfecto, a la estatura de Jesucristo: todos ser como Jesucristo, el profeta de Nazaret.
“¡Ojalá y todos sean profetas!”1, dijo Moisés; ¿y quién más dijo así? (¿Samuel también?).
Y ahora, miren ustedes, el deseo de ellos, cuando ellos hablan en esa forma, es ¿por qué? Porque en algún tiempo todos serían profetas; pero todos los del Israel celestial. Y ellos reflejaron eso con el Israel terrenal: “Ojalá y todos en Israel sean profetas”, todo el Israel terrenal; pero mire, ¡el Israel celestial es el que todos serán profetas!, porque ¡todos tendrán las dos consciencias juntas!
Y si con uno —Jesucristo— miren cómo fueron las cosas, con uno perfecto; ahora, ¿cómo será con millones que llegarán a esa estatura? Eso será la cosa más gloriosa para el glorioso Reino Milenial y para toda la eternidad.
ISRAEL, EL RELOJ DE DIOS
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 24 de mayo de 2009
Cali, Colombia
Israel, el Estado de Israel, está hecho una realidad y está marcando la hora para la Venida del Señor, está marcando la hora para la restauración del Reino de Dios en la Tierra, está marcando la hora para la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos; porque Israel es el reloj de Dios, y Cristo dijo que cuando veamos que comienzan a suceder todas estas cosas: levantemos nuestras cabezas, porque nuestra redención está cerca, nuestra transformación.
Por lo tanto, estemos con nuestras cabezas levantadas a las cosas de Dios, sirviendo a Dios de todo corazón, preparados para la redención del cuerpo, o sea, para nuestra transformación.
Nuestra redención está cerca. Y el Reino de Dios, la restauración del Reino de Dios en la Tierra, que será la restauración del Reino de David, también está cerca.
Por lo tanto, estemos preparados, bien agarrados de Cristo, el Ángel del Pacto, como se agarró Jacob del Ángel y no lo soltó hasta que recibió de Él la bendición. Eso está en Génesis, capítulo 32, versos 24 al 32.
Impreso en Puerto Rico
1 Números 11:29