ESTUDIO BÍBLICO #249
DOMINGO, 23 DE OCTUBRE DE 2022
TEMA: EL MISTERIO DE LO QUE JUAN OYÓ PERO QUE NO PUDO ESCRIBIR
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 5 de octubre de 1997
Cayey, Puerto Rico
Escritura: Apocalipsis 10:1-11
LOS GENES DE LA PALABRA
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 5 de enero de 1992
Cayey, Puerto Rico
Así que podemos ver que para la Cosecha se requiere al final la Lluvia Tardía, que es la lluvia de la enseñanza de los Siete Truenos de Apocalipsis, capítulo 10.
Sin la lluvia de la enseñanza de los Truenos de Apocalipsis, capítulo 10, ninguna persona podrá recibir la fe para ser transformado, no podrá recibir la fe para ser raptado. Y los muertos en Cristo no podrán recibir la fe para ser resucitados sin la lluvia de la enseñanza de los Siete Truenos de Apocalipsis, capítulo 10.
Pero Él prometió que para el fin del tiempo los Siete Truenos emitirían sus voces en la Tierra; porque encontramos en Apocalipsis, capítulo 10, que los Siete Truenos emiten sus voces en la Tierra. El Ángel Fuerte colocó Su pie derecho en el mar y el izquierdo en la tierra, y entonces clamó como cuando ruge un león, y Siete Truenos emitieron sus voces aquí en la Tierra.
Juan quiso escribir, pero le fue prohibido; porque la Voz de los Siete Truenos, esas siete voces de los Siete Truenos, es la Voz de Cristo dándonos la lluvia de la enseñanza para darnos la fe para ser transformados y raptados. Por esa causa Juan no podía escribir lo que los Siete Truenos estaban hablando, porque corresponde a la Lluvia Tardía de la enseñanza para la Cosecha.
Y con esa Lluvia Tardía de la enseñanza para la Cosecha cada persona recibe la fe para ser transformado y raptado. Ahí viene todo el alimento, todas las vitaminas, para que la Palabra de la promesa de la transformación de nuestros cuerpos, y el rapto, y la resurrección de los muertos en Cristo, se lleve a cabo.
Así que podemos ver este gran misterio de la lluvia de la enseñanza, podemos ver este gran misterio de los genes de la Palabra, los cuales producirían conforme a su género.
Así que cada escogido en este tiempo final, recibiendo la lluvia de la enseñanza de los Siete Truenos, recibirá (conforme a las promesas divinas para el fin del tiempo) toda promesa que Él ha hecho para Sus hijos. Toda promesa será materializada a los escogidos que estarán recibiendo la Lluvia Tardía de la enseñanza de los Siete Truenos de Apocalipsis, capítulo 10.
Así que es muy sencillo todo, pero tiene que ser de acuerdo al orden divino. Hay muchas personas que desean y esperan la transformación de sus cuerpos y el rapto, pero se han olvidado de recibir la Lluvia Tardía de la enseñanza de los Siete Truenos, se han olvidado de recibir la Lluvia Tardía de la enseñanza de la Trompeta Final. La Trompeta Final es el Mensaje Final, el Mensaje de la enseñanza de los Siete Truenos para recibir la fe para el rapto, para recibir la fe para ser transformados.
Así que este gran misterio escondido desde la fundación del mundo es dado a conocer a los escogidos por la Enseñanza Tardía de los Siete Truenos, que revelan el gran misterio de la Venida del Señor como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, en Su Obra de Reclamo de todo lo que Él redimió con Su Sangre preciosa.
Ahora, para la manifestación o apertura del Séptimo Sello en el fin del tiempo, que es la Venida del Señor, muchas personas se levantarán en contra; pero los escogidos reconocerán este gran misterio en el fin del tiempo siendo abierto, porque tendrán la lluvia de la enseñanza, la Lluvia Tardía de la enseñanza de los Siete Truenos; y los escogidos recibirán el beneficio de la Segunda Venida del Señor como reclamador.
Ahora, ¿qué será de aquellos que se levanten en contra y que critiquen lo que Dios estará haciendo? Ellos tendrán grandes problemas con Dios, y ellos no podrán recibir lo que ellos desean; porque sin la Enseñanza Tardía de los Siete Truenos nadie puede conocer el gran misterio del Séptimo Sello, el gran misterio de la Segunda Venida del Señor, conforme a como está en la Escritura. Así que no podrán entonces recibir las bendiciones que Él tiene en Su Segunda Venida.
(…) Las bendiciones vienen a la persona cuando la persona tiene esos genes de la Palabra, están en él, los ha recibido, los ha creído, y han sido rociados con la lluvia de la enseñanza; para nosotros: la Lluvia de la Enseñanza Tardía de los Siete Truenos de Apocalipsis, que revelan el gran misterio del Séptimo Sello, o sea, el gran misterio de la roca que hirió Moisés, a la cual y de la cual Dios había dicho: “Le hablarás a la roca”.
Ahora, ese gran misterio del Séptimo Sello, de la Segunda Venida de Cristo como León de la tribu de Judá, Rey de reyes y Señor de señores, es el gran misterio de la roca que hirió Moisés cuando le tenía que hablar.
No podemos nosotros herir la Roca, que es Cristo en Su Segunda Venida como León de la tribu de Judá, sino que hemos sido llamados a recibir Su Agua, el Agua de la vida eterna, de la Fuente del Agua de la Vida, que es Cristo, la Roca.
LA PRIMERA GAVILLA MECIDA
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 22 de enero de 2017
Cayey, Puerto Rico
Estamos en esa edad, estamos en el tiempo de la Gavilla siendo mecida para la bendición de salir a la tierra prometida, de la revelación divina para el tiempo final y para recibir la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
La Gavilla mecida, la primera Gavilla mecida: Jesucristo. Y para este tiempo final habrá una Gavilla mecida: el Hijo del Hombre prometido para ser manifestado en este tiempo final.
Ahí está el misterio más grande de la Biblia para los seres humanos, lo cual será la Venida del Señor a Su Iglesia y luego al pueblo hebreo. Tan sencillo como eso.
Pero para que no haya imitaciones quedó sellado en un misterio cómo vendrá, cuándo vendrá, dónde vendrá, y un sinnúmero de cosas más; pero sí que vendrá, porque Dios lo ha prometido.
Y cuando se complete el número de los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo, todos los que están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, entonces ya terminará el tiempo de misericordia y el Señor se levantará del Trono de Intercesión, donde está como Sumo Sacerdote según el Orden de Melquisedec, y tomará el Libro de la diestra del que está sentado en el Trono (o sea, de Dios).
Ese Libro está sellado, cerrado; desde que Adán lo perdió quedó en las manos de Dios. Para este tiempo final es que el Cordero de Dios, Cristo, cambiará de Sumo Sacerdote a Rey y a Juez, y tomará el Libro, lo abrirá en el Cielo, lo traerá a la Tierra abierto y lo entregará a un hombre para que se lo coma y profetice sobre muchos pueblos, naciones y lenguas.
Y ahí es donde Israel va a escuchar al que se comió el Libro, profetizando sobre muchos pueblos, naciones y lenguas. Ahí es que se escuchará también la predicación del día de venganza del Dios nuestro; o sea, de los juicios divinos, de las plagas que han de caer sobre la raza humana; ahí es donde se cumplirá Isaías, capítulo 61, verso 2; porque en los días de Jesús Él vino predicando el año de la buena voluntad del Eterno, que corresponde a la Dispensación de la Gracia, en donde hemos tenido unos dos mil años de predicación del Evangelio.
Así que estamos en un tiempo muy importante, donde las profecías correspondientes a este tiempo final, que están en parábolas, también en estas fiestas hebreas y en otras profecías, se han juntado para cumplirse en este tiempo final; porque son las profecías del Día Postrero.
Impreso en Puerto Rico