ESTUDIO BÍBLICO #234
VIERNES, 2 DE SEPTIEMBRE DE 2022
TEMA: EL MISTERIO DEL NUEVO CUERPO
Dr. William Soto Santiago
Miércoles, 15 de octubre de 1997
(Segunda actividad)
Lima, Perú
Escritura: 1 Corintios 15:45-54
SEÑOR, ¿QUÉ QUIERES QUE YO HAGA?
Dr. William Soto Santiago
Viernes, 27 de septiembre de 2013
Valencia, Venezuela
Y la pregunta es: ¿Qué de hoy? Hoy ya se fueron los siete mensajeros de las siete edades y han transcurrido ya siete etapas de la Iglesia, y el último mensajero de esas siete etapas fue el reverendo William Branham, el cual tenía experiencias maravillosas, como las tenía San Pablo y San Pedro; y escuchaba la Voz de Dios, el cual le hablaba, lo guiaba, y él hacía la voluntad de Dios, lo que Dios quería que él hiciera; a tal grado que en una ocasión le mostró una Gran Carpa Catedral, y él quería hacerla; le mostró en esa Carpa todo lo que Cristo va a llevar a cabo en el cumplimiento de esa visión celestial.
Él trató de materializar, porque tiene que ser el mensajero en el tiempo que se vaya a cumplir, con el pueblo que estará unido a él y los ministros que estarán unidos a él. Él tenía muchos ministros que lo amaban y trabajaban en la Obra del Señor, conforme a como Dios estaba dirigiendo en ese tiempo.
Y por cuanto lo más grande, la manifestación más grande en medio del cristianismo, va a ser llevada a cabo en el cumplimiento de esa visión celestial, él no era rebelde a la visión celestial; por eso quería materializar, que se materializara esa visión.
Siempre Dios usa personas para materializar lo que Él ha prometido, porque Dios no obra si no es a través del ser humano; así como Dios no obra si no es a través de Cristo, y Cristo no obra si no es a través de Su Iglesia. Por lo tanto, en medio de Su Iglesia se materializará esa visión celestial.
(…) Y para este tiempo final, grandes bendiciones hay para los creyentes en Cristo, en la materialización de la Visión celestial de la Gran Carpa Catedral, donde él vio a la Columna de Fuego que lo acompañaba; la cual había acompañado a Moisés y la cual había descendido sobre Jesús cuando Él fue bautizado.
Él vio también al Ángel que lo acompañaba; él vio dentro de esa Gran Carpa Catedral un cuarto pequeño de madera, y vio también que se estaba predicando, que se estaba orando por los enfermos, gente recibiendo a Cristo, y así por el estilo; pero él estaba en el aire. Lo cual nos muestra que estaba más arriba, en otra dimensión.
Quería bajar, poner sus pies en tierra (como decimos nosotros), pero permaneció arriba hasta el momento en que la Columna de Fuego se movió sobre el cuartito pequeño. Y luego el Ángel todavía estaba con el hermano Branham, y luego el Ángel y él se fueron al cuartito pequeño.
Allí él vio un nombre o escuchó un nombre; por eso el Ángel le dice: “¿Recuerdas el nombre que buscabas cuando fuiste – cuando tuviste la Visión de la Carpa en el cuartito pequeño, el nombre que buscabas?”. Hay un nombre muy importante entonces ahí.
Luego él dice: “Lo que yo vi allí, me lo llevaré a la tumba”.
También el Ángel le dijo que eso era la Tercera Etapa; y la Tercera Etapa es la etapa de la Palabra creadora siendo hablada; de lo cual fue dado un ejemplo en cinco casos que el reverendo William Branham menciona, en donde el poder de Dios fue manifestado por la Palabra creadora siendo hablada por el reverendo William Branham ungido con el Espíritu Santo.
El caso de la tormenta, a la cual él le habló por orden del Señor y la tormenta se fue.
El caso de la resurrección de un pececito.
El caso de la tormenta, eso es: muestra poder absoluto sobre la naturaleza, lo cual tendrán los Dos Olivos, Moisés y Elías.
(…) Y ahora, ¿dónde nos encontramos en este tiempo en la trayectoria del Espíritu Santo en la Iglesia del Señor Jesucristo y en la trayectoria de la Iglesia del Señor en esta Tierra?
Nos encontramos en un tiempo paralelo al tiempo de Jesús y Sus apóstoles, nos encontramos en una Edad de Piedra Angular, para la cual hay grandes promesas. Y las promesas para la Iglesia, que no pudieron ser cumplidas en edades pasadas, como aquellas de las cuales nos habla San Pablo: de la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final para la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los vivos, de Primera de Corintios, capítulo 15, versos 49 al 58; y Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, versos 11 al 18; y Filipenses, capítulo 3, versos 20 al 21. Esas promesas van a ser cumplidas en el Día Postrero, en la etapa de oro de la Iglesia, que es la etapa de la Piedra Angular, Edad de la Piedra Angular.
(…) La Luz, dos mil años atrás, surgió en el este, en Jerusalén; y para este tiempo final, la Luz de la tarde es en el oeste. Por eso cuando se habla de cena, se habla del tiempo de la tarde; y el tiempo de la tarde corresponde al continente americano.
Y ahora, para este tiempo habrá personas que no serán rebeldes a la visión celestial que vio el reverendo William Branham, a la cual tampoco fue rebelde; y quiso materializar esa visión, pero no era para su tiempo; él vio anticipadamente lo que va a ocurrir en la Edad de Oro de la Iglesia, la Edad de la Piedra Angular, donde habrá ministros y congregaciones, iglesias, que no serán rebeldes a esa visión celestial.
El reverendo William Branham, en el 1964 y 65 dijo que había una cosa, una visión que todavía no se había cumplido, y era la Visión de la Carpa; pero que se va a cumplir. Y ahí será la manifestación de la Tercera Etapa, donde Cristo se manifestará plenamente.
Por eso la etapa de oro de la Iglesia, de la Edad de la Piedra Angular, corresponde al Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo; paralelo al lugar santísimo del templo que construyó Salomón y del tabernáculo que construyó Moisés.
Ahí era donde aparecía, donde estaba la luz de la Shekinah, la Columna de Fuego; era el lugar en donde solamente el sumo sacerdote podía entrar, y era donde estaba el maná escondido y la vara de Aarón que reverdeció y las tablas de la Ley. Era el lugar más importante.
Y si usted se fija en el templo que construyó Salomón, para la parte este estaba el atrio, y para la parte oeste estaba el lugar santísimo.
Y así es que Cristo ha venido construyendo Su Templo espiritual, Su Iglesia. Comenzó en Jerusalén, en el este; se ha movido de Israel a Asia Menor con San Pablo; luego se movió a Europa con cinco mensajeros; y luego pasó de Europa a Norteamérica con el reverendo William Branham.
Y ahora el secreto grande es: ¿Hacia dónde se ha movido el Espíritu Santo, Cristo, en medio de Su Iglesia, en Su Obra, en Su trayectoria?
El que sepa hacia dónde se ha movido el Espíritu Santo después de Europa, se daría cuenta que fue a Norteamérica; y de ahí vendría el Mensaje para toda la Iglesia del Señor Jesucristo, y ahí se cumpliría la séptima edad de la Iglesia.
Y el que sepa para dónde se ha movido el Espíritu Santo después de Norteamérica, sabrá en qué edad estamos y las promesas correspondientes a nuestro tiempo, y cuál es el Mensaje correspondiente a esa Edad de Piedra Angular; y estará esperando las promesas que la Palabra revelada estará dándonos a conocer, las cuales serán las mismas que están en la Biblia.
No puede haber contradicción. Están ampliadas también en los mensajes del reverendo William Branham, a través del cual el Espíritu Santo le habló a la Iglesia.
Por lo tanto, no somos rebeldes a la visión celestial que le mostró Dios al reverendo William Branham. Creemos esas visiones y trabajamos en pro del cumplimiento de ellas todos los días de nuestra vida, hasta que seamos transformados.
No solamente hasta que veamos cumplida la Visión de la Carpa sino hasta que seamos transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Después, ¿cómo sea el trabajo que se lleve a cabo estando transformados? Eso lo vamos a ver cuando tengamos el nuevo cuerpo.
MAESTRAS Y NIÑOS TRABAJANDO BAJO LA PERFECTA VOLUNTAD DE DIOS
Dr. William Soto Santiago
Miércoles, 11 de diciembre de 2002
Bogotá, Colombia
Por lo tanto, todas las personas que serán reyes y sacerdotes y jueces en el Reino Milenial de Cristo, tienen que ser enseñadas en el Programa Divino; para saber, conocer y servir a Cristo todos los días de nuestra vida en la perfecta voluntad de Dios, para luego ser adoptados, ser transformados; y ya de ahí en adelante ser eternos físicamente también, y tener todo el poder de Dios manifestado en nosotros; pero manteniendo siempre el orden divino.
O sea, que durante el tiempo en que ya tengamos el nuevo cuerpo, cada persona no va a hacer lo que quiera hacer, sino que estará bajo la dirección de Dios, bajo el orden correspondiente a esa fase de cada escogido; para ese tiempo pues seremos más obedientes y estaremos más dentro de la voluntad de Dios.
Cualquier persona que no entiende estas cosas, podría decir: “Cuando yo esté transformado tendré todo el poder y voy a hacer lo que yo quiera hacer”. No, habrá una dirección.
Y desde el Trono de Cristo vendrá esa dirección para toda la Iglesia del Señor Jesucristo en ese glorioso Reino Milenial de Cristo; porque Cristo es el Esposo y la Iglesia es la Esposa en el Reino Milenial; Cristo es el Rey y la Iglesia es la Reina.
Y la Reina, la Esposa, no puede hacer lo que ella quiera; la Esposa es obediente a su Esposo (como tienen que ser todas las esposas).
Ahora, podemos ver que ya desde niños pueden conocer estas cosas; y ya las niñas entender que cuando lleguen a grandes y se casen, van a ser obedientes, van a estar sujetas a sus esposos, y van a trabajar unidas a sus esposos en la Obra de Cristo; y se van a casar con una persona, un joven, creyente en Cristo.
No van a hacer un yugo desigual, como desgraciadamente han hecho algunas personas, y eso no ha sido en la voluntad de Dios; por lo cual tienen que atenerse a los diferentes problemas que les vengan. Y orar a Dios, y orar por el esposo; no dejarlo; sino, ya que se metieron en el problema, orar por el esposo para que Cristo lo salve, para que Cristo tenga misericordia de él y también lo bendiga.
San Pablo dice: “¿Qué sabes tú, mujer, si puedes hacer salvo a tu esposo?”. O sea, si el amor y misericordia de Dios manifestada hacia ti, puede llegar también hacia tu esposo, y Dios tener misericordia de tu esposo también.
También dice que es importante que permanezcan unidas a sus esposos, si se casaron con esposos que no eran creyentes, para que los niños sean santos.
Ahora, si el problema es muy grande en el matrimonio, eso tienen después que verlo con el ministro. Pero la recomendación es que permanezcan casadas, porque, dice San Pablo que la mujer, si se separa o si se divorcia, no puede volverse a casar; todavía el hombre es responsable de esa mujer. Dios le pedirá cuenta al hombre por su esposa, aunque se haya divorciado.
Así que los jóvenes deben saber cuál es su responsabilidad cuando se enamoran y piensan casarse.
Bueno, todas esas cosas es importante saberlas para que caminemos en la perfecta voluntad de Dios todos los días de nuestra vida. En la permisiva habrá siempre problemas, en la permisiva pues no estaremos agradando a Dios plenamente, sino en parte.
Bueno, es muy importante saber estas cosas; y ustedes, maestras y maestros, es muy importante que conozcan estas cosas.
Ahora, cualquier situación matrimonial, eso le corresponde al ministro atenderlo; no deben estar comentando los unos con los otros.
El matrimonio, las personas no deben estar hablando con las demás personas, sino ir directamente al ministro, para que vean cómo resolver cualquier problema matrimonial.
Todos queremos servir a Cristo en la perfecta voluntad de Dios. Así que no se queden con los problemas, sino resuelvan los problemas; y que Cristo tenga misericordia de todos ustedes y también de mí.
Para que tengan un cuadro más amplio, es bueno que consigan el mensaje del reverendo William Branham: “Divorcio y Casamiento”, y ahí tendrán más información detallada sobre el matrimonio y las leyes divinas para el matrimonio.
Impreso en Puerto Rico