ESTUDIO BÍBLICO #219
DOMINGO, 10 DE JULIO DE 2022
TEMA: EL MISTERIO DE LA SANGRE DE CRISTO
William Soto Santiago
Domingo, 7 de septiembre de 1997
San Bartolomé M. A., Sacatepéquez, Guatemala
Escritura base: Hebreros 9:11-15
DIOS PROVEERÁ A TIEMPO EL LEÓN DE LA TRIBU DE JUDÁ
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 5 de agosto de 2001
Ciudad de México, México
Y ahora, por la palabra de Elías fue interrumpida la naturaleza, y el sol no estuvo evaporando agua y formando nubes por tres años y medio; no estuvo formando nubes de lluvia de agua para caer sobre la tierra; interrumpió el proceso natural de la lluvia, que es el sol evaporando agua del mar y de los ríos, y de las lagunas también, para convertirlas en vapor de agua y llevarlas a la atmósfera en forma de nubes, para luego caer sobre la tierra.
Vean cómo este profeta interrumpió ese proceso natural, y luego lo volvió a restaurar por la misma Palabra hablada. Y la inauguración de esa restauración, vean ustedes, fue un tremendo aguacero.
Y ahora, la palma de una mano, usted la mira, pero si observa bien la mano: tiene cinco dedos. Por la palabra de Elías vino a existencia esa nube del tamaño de la palma de una mano.
Y ahora, bajo el ministerio de Elías para el Día Postrero en su quinta manifestación, vendrá la manifestación de una grande lluvia, pero que comienza con una nubecita del tamaño de la palma de una mano.
Bajo el ministerio de Elías estarán los ministerios de apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro, así como en la palma de una mano encontramos que sobresalen los cinco dedos.
(…) Y en nuestra edad se cumple el contenido del Séptimo Sello; pero ese misterio del Séptimo Sello, para el Día Postrero —contenido en ese Título de Propiedad— será abierto públicamente, mundialmente, luego que Cristo se levante del Trono del Padre, tome el Título, lo abra en el Cielo, lo traiga a la Tierra y se lo entregue a un hombre para que se lo coma.
Al comérselo ese hombre, se hace carne en él ese Título de Propiedad, y recibirá su transformación; y él, al compartir ese Título de Propiedad con los escogidos del Día Postrero, se hace carne en ellos, y serán transformados.
Ahora, a medida que recibimos la Palabra del Día Postrero, estamos recibiendo el contenido de ese Título, estamos recibiendo esa Palabra; y alrededor de esa Palabra vendrá nuestra transformación.
(…) Recuerden que es un Programa de Dios; por lo tanto, todo se va a cumplir conforme a como Dios lo diseñó. Nos toca a nosotros estar preparados para recibir todas las bendiciones de Cristo como León de la tribu de Judá, así como estamos recibiendo las bendiciones de Cristo como Cordero de Dios y como Sumo Sacerdote del Templo celestial.
Dios proveyó el Cordero de Dios para la Obra de Redención dos mil años atrás, y Dios proveerá el León de la tribu de Judá para Su Obra de Reclamo, para la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos. Para eso es que Dios proveerá el León de la tribu de Judá, el Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo; y para reclamar Su Reino y Su Trono en la Tierra y establecer ese glorioso Reino Milenial.
Y ahora, decimos como dijo Abraham a Isaac, cuando le dijo: “Padre, ¿dónde está el cordero, el cordero para el sacrificio?”. Le dijo Abraham: “Hijo mío, Dios proveerá”.
Y ahora, hijos e hijas de Dios, que se preguntan en sus corazones: “¿Dónde está el León de la tribu de Judá?”.
Yo les digo: Hijos e hijas de Dios, Dios proveerá: ¡Dios proveerá el León de la tribu de Judá, así como proveyó el Cordero de Dios!
UNA GENERACIÓN DORMIDA
Dr. William Soto Santiago
Miércoles, 4 de febrero de 1981
Tres Arroyos, Argentina
Al convertirse en el León de la tribu de Judá, entonces Él podía dar cumplimiento a Su Segunda Venida; pues Su Segunda Venida no es como Cordero de Dios, sino como el León de la tribu de Judá. Así está prometido en la Sagrada Escritura.
Como León de la tribu de Judá, Él es el Rey de reyes y Señor de señores, Él es la raíz y el linaje de David, Él es la Estrella resplandeciente de la Mañana. Él es, en Su Segunda Venida, todo eso cumplido en Él.
Por lo tanto, entonces Él como León de la tribu de Judá, Él es el Juez de toda la Tierra; y como Juez entonces Él puede traer este mundo a juicio.
Como Cordero Él no lo hace, porque como Cordero Él es Sumo Sacerdote, y como Cordero entonces la misericordia de Dios está extendida para todo ser humano; y Dios no puede ver el pecado de ninguna persona, porque Dios ve a toda persona bajo la Sangre de Cristo.
Pero la Sangre de Jesucristo es quitada del Lugar Santísimo en el Templo que está en el Cielo; porque Él sale del Lugar Santísimo, ¿para qué? Él sale de ese lugar para cumplir Su Segunda Venida aquí en la Tierra; y entonces aparece como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, como Juez de toda la Tierra.
Y entonces Él viene en Su Segunda Venida en una investigación de juicio, para hablar el juicio; como lo hacen todos los jueces cuando juzgan un caso: entonces ellos hablan el juicio, la sentencia, para la persona que es el acusado; y luego que el juez habla esa sentencia, luego esa sentencia es llevada a cabo sobre la tal persona.
Y así también es en lo espiritual: Él en Su Segunda Venida —como Juez— hablará el juicio divino para este mundo de los gentiles, para esta generación final; y luego el juicio caerá sobre todas las naciones, las plagas apocalípticas caerán sobre todas las naciones, hasta que será realizado lo que dice el profeta Malaquías cuando dijo: “He aquí, viene el día grande y terrible del Señor, en donde todos los soberbios serán estopa; y aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho el Señor”.
¿Y con qué?, ¿de dónde saldrá el fuego? Hay suficientes bombas atómicas, bombas de hidrógeno y de cobalto, listas para explotar. Y en estos días han de fabricar también la de neutrones, para así tener más fuego atómico, para que se cumpla lo que dice la Biblia.
Y si faltase algún fuego, un poco más: los volcanes explotarán, los terremotos sacudirán la tierra, y las catástrofes que han de venir sobre la Tierra y sobre los habitantes de la Tierra será el cumplimiento del juicio divino.
¿Por qué? ¡Porque esta generación está dormida! Y los que duermen recibirán el juicio divino; porque no han despertado a la realidad del tiempo en que nos ha todo vivir.
Pero Él le recomienda a toda persona que despierte: ¡que despierte antes que caigan los juicios de Dios sobre la Tierra!
Esta es una hora muy importante en el Plan de Dios. En los días en que apareció Noé diciendo que Dios habría de raer de sobre toda la Tierra al ser humano, la gente nunca se imaginaba que aquello que Noé estaba diciendo era la verdad.
Pero como Dios le habló a Noé, y lo que Noé estaba diciendo era la verdad (porque había llegado el tiempo del juicio divino), lo que Noé dijo, se cumplió. Y los que durmieron espiritualmente y no quisieron despertar a la realidad de aquel tiempo: vino el diluvio y los destruyó a todos.
Impreso en Puerto Rico