ESTUDIO BÍBLICO #204
VIERNES, 20 DE MAYO DE 2022
TEMA: EL MISTERIO DEL RECOGIMIENTO DE LOS ESCOGIDOS
Dr. William Soto Santiago
Viernes, 22 de agosto de 1997
Guadalajara, Jalisco, México
Escritura: San Mateo 24:30-31
EL HIJO DE LA PROMESA
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 10 de octubre de 1993
Bogotá, Colombia
Cuando Dios envía un espíritu teofánico para una dispensación, en carne humana, ese viene a ser un mensajero dispensacional. Es un espíritu teofánico mayor, con una misión mayor en favor de todos los hijos de Dios, descendientes de Dios a través de Cristo.
Y ese espíritu ministerial opera a través de carne humana; y los escogidos de ese tiempo despiertan con el Mensaje que ese mensajero trae ungido con ese espíritu ministerial de profeta. Él trae el Mensaje dispensacional para ese tiempo; y él, con ese Mensaje, abre esa nueva dispensación y cierra la dispensación anterior; porque Dios coloca en ese mensajero Su Palabra, como hizo con Moisés.
EN SU PRESENCIA
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 21 de agosto de 1994
(Segunda actividad)
Cayey, Puerto Rico
Ahora, el Séptimo Sello abierto, siendo la Venida de Cristo, es el Lugar Santísimo abierto, para que todos los escogidos de Dios entren al Lugar Santísimo y no tropiecen con el velo que separa el Lugar Santo del Lugar Santísimo; porque detrás del velo está la presencia de Dios en el Lugar Santísimo, sobre el Arca del Pacto, en medio de los Dos Querubines.
Encontramos que es en el fin del tiempo, cuando las edades han terminado, que se abre la puerta en el Templo de Dios, la puerta del Lugar Santísimo; se abre ese velo para pasar los escogidos de Dios al Lugar Santísimo.
EL DÍA PERFECTO
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 13 de diciembre de 1992
(Segunda actividad)
Villahermosa, Tabasco, México
Yo no tengo nada de mí mismo de qué gloriarme. Lo que les he dado a ustedes: el Mensaje del Evangelio del Reino, el Mensaje de la Edad de la Piedra Angular, no es mío, sino del que me envió; y estoy muy agradecido al Señor Jesucristo de que no es mío sino de Él. Yo lo he recibido con todo mi corazón y en todo mi corazón, en toda mi alma; y lo creo con toda mi alma.
Y yo dije una vez: “Yo lo creo, aunque nadie más lo pueda creer”. Y la sorpresa grande para mí fue que Dios tenía sobre la Tierra muchos escogidos, predestinados, correspondientes al Lugar Santísimo, a la Edad de la Piedra Angular, que lo recibirían, que lo creerían, con todo su corazón.
Yo le agradezco a Dios que me haya enviado a ustedes en la América Latina y el Caribe, el lugar que fue señalado por Dios para Él hacer, formar, el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual, tomando —de entre los latinoamericanos y caribeños— personas, piedras vivas, para la construcción del Lugar Santísimo de Su Templo espiritual.
Yo le doy gracias a Dios por estar en medio de ustedes. Y continuaré con ustedes hasta que seamos transformados; porque la Obra que Él ha comenzado no se quedará a medias, no se quedará a mitad del camino. “El que comenzó la buena obra, la perfeccionará”1; y nos perfeccionará a nosotros, y perfeccionará nuestros cuerpos con la transformación de nuestros cuerpos.
MADRES PORTADORAS DE SIMIENTE DE DIOS
Dr. William Soto Santiago
Lunes, 30 de abril de 2001
Monterrey, Nuevo León, México
Y si ocurre la transformación y el rapto, ¿qué será de nuestros hijos? Pues serán unos jovencitos al lado de nosotros, que también seremos jovencitos; porque ellos van a ser transformados también, y van a recibir, aún siendo niñitos o bebés, van a recibir el cuerpo glorificado, que viene en un cuerpo jovencito.
O sea que a nosotros nos ha tomado, para obtener el cuerpo, hasta los… (digamos) hasta los 18 años nos tomó 18 años. Y ellos, aunque sean un bebé de un mes o de menos, les tomará ese tiempo nada más. En el tiempo que toma, de nacer a recibir el cuerpo glorificado: le tomará un mes, si ocurre la resurrección cuando ya tenga un mes. Y si ocurre cuando tenga un día, pues le tomará un día o dos, de bebé a joven.
Y si está en el vientre, pues no se preocupe por eso: Dios le dará el cuerpo nuevo; y del vientre pues vendrá a ser un jovencito. ¿Cómo ocurrirá eso? Espere a que ocurra, las que estén embarazadas.
Por lo tanto, no se preocupen; porque si en usted están dos personas: usted y el bebé, pues Dios, así como tiene un cuerpo físico ahí en su vientre para su bebé, pues Cristo tendrá un cuerpo glorificado para su bebé.
Así que ese es el más rápido que obtiene el cuerpo glorificado: sin todavía haber nacido en la Tierra, pero ya está en su cuerpo, ahí está esperando el nacimiento.
No se preocupen en cuanto a eso, dejen que todas las cosas ocurran; y siempre que van a tener un bebé oren a Dios. Y aun antes: cuando ya están pensando en tener bebés, oren a Dios para que Dios les dé un bebé donde Dios coloque un alma del Cielo que esté escrita en el Libro de la Vida del Cordero. Porque lo que queremos son niños que amen a Dios, que sirvan a Dios, que trabajen en la Obra de Dios; y para eso pues tienen que ser hijos escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
Impreso en Puerto Rico
1 Filipenses 1:6